Introducción

En nuestro artículo de la semana próxima pasada dedicado a las quejas del destacado acordeonista Ñico Lora por los plagios y alteración de sus legendarias composiciones, prometimos dedicar una de las entregas de esta columna para reseñar una importante querella por derechos autorales relacionada con un reconocido merengue que por décadas se convirtió en delicia de los bailadores y parte esencial del repertorio de las principales orquestas del país.

Nos referimos al famoso merengue “La Miseria está acabando”. En el imaginario popular quedó consagrado como “La miseria”, siendo una de las más reconocidas interpretaciones del mismo, en su variante orquestal, la que consagrara el legendario músico Ramón Gallardo con voz de Pipí Franco. En su variante típica, con la admirable destreza y versatilidad interpretativa que le era connatural, logró una magistral interpretación de dicho tema el legendario acordeonista Gonzalo Alvarado Pereyra, mejor conocido como Bartolo Alvarado, “El cieguito de Nagua”.

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El destacdo músico, parodista y compositor puertoplateño Ramoncito Jiménez, quien alegó ser el autor del reconocido merengue La miseria.

Como se recordará, las letras del reconocido merengue inician de la siguiente manera:   Yo le dije a mi sobrino aquí/no te vayas más de tu país/que la cosa no está buena allá/la miseria “tá acabando”.

En un interesante artículo publicado el agosto del 2015 en el periódico “Hoy”, el  fenecido músico e intelectual Jacinto Gimbernard, al referirse a dicho tema, sostuvo que el mismo fue una especie de  “astucia irónica” que parece haber pasado desapercibida para el régimen implacable. No obstante, a juzgar por los datos que en lo adelante serán compartidos, no parece sostenible la referida afirmación.

1.- Una grabación de Félix López y la reacción y alegatos de Ramoncito  Jiménez. Inicios de la polémica

A finales de 1964, los destacados músicos puertoplateños Félix López Kemp y Ramón Jiménez (Ramoncito), se enfrascaron en pública polémica, invocando cada uno ser el autor de las letras del pimentoso merengue.

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El destacado músico y compositor puertoplateño Félix López quien también invocó ser el autor de las letras del merengue La miseria.

Las cosas tuvieron sus inicios cuando López realizó una grabación del referido merengue, acción que  Jiménez calificó de inconsulta, razón por la cual manifestó su  disgusto desde Puerto Plata al sostener que “en las grabaciones no se le estaban reconociendo la autoría del famoso merengue “La Miseria está acabando”.

Y expresó: “no estoy de acuerdo con la actitud asumida por Félix López, por la grabación del mencionado merengue sin antes consultarme ya que me asisten los derechos de composición”. Y reiteró: “Si el compositor López no trata de que formalicemos un arreglo legal estoy dispuesto a presentar una demanda judicial encaminada a la indemnización del mis derechos de autor del referido merengue”.

Al respecto, manifestó : “Me parece injusto que un compositor como Félix López fuera capaz de apropiarse de las letras del merengue La Miseria , cuando éste sabe que son de mi propiedad”, declarando que el aludido merengue fue compuesto por él y Félix López  pero que las letras son suyas.

En cuanto a “La Miseria” sostuvo que los primeros ensayos preliminares del merengue los hizo el profesor Neney Severino con su orquesta maravilla, pero se negó a tocarlo en público por los problemas que podía ocasionar durante la era de Trujillo, no obstante lo cual, se enviaron copias a las emisoras HIZ y a HIG de Santo Domingo, así como a la HI9B de Santiago, con el propósito de darlo a conocer al público dominicano.

Nacido en Puerto Plata en 1917, desde 1936 Jiménez se había dedicado a las actividades musicales y humorísticas, siendo además parodista, atribuyéndosele ya entonces ser el autor, entre otras composiciones, de  “El Dengue”, “El Reumatismo”, “ Mi Gallo” y “ Se Armó”.

Sostuvo que el estreno del tema fue hecho con la orquesta de la Lotería Nacional y la interpretación del cantante Teófilo Pichardo pero que tres meses más tarde, como bien lo sabía López,  recibió una llamada de un alto funcionario del gobierno quien le comunicó que dicho merengue “no se  ajustaba al sistema de vida de la República Dominicana en ese entonces” por lo que, para evitar represalias, se vió obligado a cambiarle el título por “El Campesino”,  arreglarle algunas de sus letras y  grabarlo posteriormente en un disco “Century 0.23-A” cantado por Yayo el Indio.

Para robustecer sus argumentos indicó que era poseedor recortes de periódicos que daban cuenta que desde la era de Trujillo hizo sus primeros reclamos de composición a los que López no contestó por carecer de pruebas al tiempo  que reputó como falsa la afirmación de López de que había sido el trompetista puertoplateño Jaime Molina quien llevó al pentagrama el reconocido merengue, pues el propio Molina había negado dicha aseveración. Molina reconocía como el autor a Ramoncito y a tales fines manifestó que él se hallaba presente al momento de que aquel hizo la composición.

En el ardor de la polémica se hizo pública la versión de que Félix López, como se verá más adelante, había sido apresado por el régimen de Trujillo en represalia por haber sido el autor de “ La Miseria”, afirmación que Jiménez negó enfáticamente, alegando que no había sido ese el motivo de dicha prisión sino un acto de rebeldía del mismo junto a Luis Suero contra  una patrulla del ejército, en la parte baja de Santiago, razón por la cual ambos fueron encarcelados por varios días, afirmando que al respecto existía un expediente que lo probaba.

Ramoncito sostenía que la mayor parte de los puertoplateños estaban a su favor en su reclamo por lo que lamentaba que por aquellos días López había estado en Puerto Plata pero que al saber que quería verle para resolver pacíficamente el asunto, se marchó de inmediato a la capital pero que, no obstante, vendría a tales fines a Santo Domingo.

Hacía al respecto una firme advertencia: “les advierto a las casas grabadoras de abstenerse de imprimir composiciones que no han sido autorizadas y registradas por sus verdaderos autores, porque en el caso que me ocupa se han violado en forma directa las normas legales, cuya grabación es castigada por los tribunales… si el compositor López no trata de que formalicemos un arreglo legal estoy dispuesto a presentar una demanda judicial encaminada a la indemnización del mis derechos de autor del referido merengue”.

2.- La versión de Félix López

López fue un reconocido músico y arreglista, nacido según el destacado historiador puertoplateño Juan Ventura, el 2 de mayo de 1917 y fallecido el 18 de septiembre de 1969, hijo de Manuel López Betances, popularmente conocido como “Neney Caco de Guira” y Ana Rosa Kiamp, mejor conocida como “Sasá”. Varios de sus hermanos también se dedicaron a la música.

Según su versión, él era el verdadero autor de las letras del conocido merengue y  el también reconocido trompetista puertoplateño Jaime Molina fue el responsable de  llevar  la música al pentagrama.

Sostuvo que la inspiración de dicho tema le surgió tras escuchar una expresión de una señora de nacionalidad inglesa de nombre Doña Iva (Eva), hacia el año 1941.  Conforme relatara, Doña Ramona Plácido, progenitora del reconocido cantante Marcelino Plácido preguntó un día a doña Iva: ¿Cómo está la cosa, Iva? a lo que ésta le respondió: “Ay, Doña Ramona, la miseria está acabando”.

En versión de López, el tema se estrenó por  vez primera cuando se inauguró la emisora de Radio Puerto Plata, propiedad del Señor Luis Pelegrín, interpretado por el trío ABC del que formaba parte junto a  Raymundo Salcedo y Antonio Fax, aunque no negaba que también lo había interpretado la orquesta de la Lotería Nacional y lo interpretara Teófilo Pichardo, como sostenía Jiménez.

Posteriormente, sostuvo, le envió  la melodía a su hermano Carlos López, director de la Orquesta de los Hermanos Vásquez, quien hizo los  arreglos orquestales, versión que estrenó el cantante Luis Suero. Y en alegato de la paternidad de su autoría señalaba que el pueblo de Puerto Plata era testigo de que ese tema era conocido en dicha localidad desde 1942 y que para el centenario de la independencia, en 1944, ya se cantaba en todo el país.

Como un  detalle importante para afianzar las  alegaciones  de su autoría, significó López que residiendo en Santiago, específicamente en la calle Eladio Victoria No. 11, fue hecho preso el 11 de octubre de 1944 y guardó prisión por catorce días  en la Fortaleza San Luis, junto al cantante Luis Suero, en represalia por la autoría del referido merengue aunque no se produjo entonces ninguna sentencia en su contra y que, ante cualquier duda, podía presentar como testigos de su apresamiento a  Tatá Gómez, al cabo Erasmo y  al  raso Venturita.

Afirmaba que al disputarle la autoría del referido merengue, lo que procura Jiménez era obtener atención mediática. Y sostuvo: “Lo importante es hacer una reputación con el esfuerzo creativo del compositor y no hacerse famoso con campañas de publicidad”…todo el mundo sabe que quien compuso “La Miseria” fui yo, pero no me interesa  extenderme en una polémica para contribuir en una campaña de publicidad que debe ser pagada por su interesado”.

Mostró el registro de su merengue, el cual, según dijo, había formalizado en la Oficina de Registro de la Propiedad Intelectual, de la Secretaría de Estado de Educación, Bellas Artes y Cultos al tiempo que llamaba la atención sobre el hecho de que Ramoncito Jiménez fue alguacil durante 10 años, lo que, a su criterio,  “le facilita llenar un formulario y presentarlo como un documento auténtico”, pero se preguntaba, como forma de dar cierre a la polémica: ¿Si Ramoncito Jiménez asegura ser el autor del merengue, por qué no lo alegó antes, durante la era de Trujillo?

A juzgar por las informaciones precedentes y sin ánimo de revivir una polémica que hace ya tiempo se entiende fue superada, cabe preguntarse: ¿y quién fue el verdadero autor de las letras del merengue “La Miseria está acabando?”.