Durante el año de 1946 el gobierno de la bestia enfrentó algunos de sus más grandes desafíos, empezando por la gran huelga de los obreros en La Romana y San Pedro de Macorís, la histórica huelga del 7 de enero que fue el más grande de todos los desafíos.
De hecho la gran huelga obrera y las manifestaciones de la Juventud Democrática y el Partido Socialista Popular sacudieron los cimientos del régimen y desataron, como era de esperar, una reacción en sentido contrario, una oleada represiva que volvió a poner las cosas en sus lugar. La ley mordaza volvería a campear por sus fueros, todos los fueros.
A consecuencia de la violenta represión que tuvo lugar desde los primeros meses de 1947 el Partido Socialista Popular y la Juventud Democrática sufrieron un desplome, un colapso, y sus actividades políticas se redujeron a la mínima expresión, se produjo una estampida, un sálvese quien pueda. El doble juego estaba llegando a su fin, la supuesta fase de tolerancia estaba terminando y habían comenzado las detenciones masivas, las ejecuciones sumarias, el cierre de los escasos locales y medios de prensa de la oposición, la persecución de los dirigentes políticos, la elaboración de extensas listas con los nombres de los posibles enemigos del régimen, incluso de sus familiares. Los que pudieron asilarse se asilaron en las embajadas disponibles y otros cayeron presos, mal presos.
La bestia allanó de esta manera los obstáculos que perturbaban el proceso electoral, el proyecto reeleccionista en el que estaba embarcado. Ahora podía concentrarse en la campaña. La bestia estaba en campaña y competía contra dos partidos que había mandado a crear. Competía por la Presidencia de la República contra dos aguerridos contendientes. Competía contra el reptante cortesano Francisco Panchito Prats Ramírez, al frente del Partido Laborista, y competía contra el Partido Nacional Democrático, presidido por el no menos reptante y cortesano Rafael A. Espaillat, y ganaría por supuesto las elecciones del 16 de mayo de 1947.
Como dice Crassweller, todo el proceso fue rutinario a excepción del conteo de los votos que fueron divididos en tres partes. Panchito Prats Ramírez obtuvo 29,186 y el otro Panchito recibió 29,765, lo suficiente para demostrar que hubo una cierta aunque poco reñida oposición. En cambio la bestia fue beneficiado con 781,389 votos. Además el número de votantes registrados resultó ser el mismo que el número de votos emitidos. Nadie —como dice Crassweller—absolutamente nadie en todo el país habría dejado de ir a votar.
El verdadero cierre oficial del doble juego entre la bestia y los comunistas se produjo una vez pasadas las elecciones, en el mes de junio. El Congreso declaró ilegal al Partido Socialista Popular, declaró ilegales las actividades comunistas y se creó una comisión de investigación de actividades antidominicanas. El período de postguerra había terminado, había comenzado la guerra fría y todo lo que olía a socialismo o liberalización olía mal. Spruille Braden, el alto funcionario que había irritado tanto a la bestia, el crítico de los gobiernos militaristas, el que se había negado a venderle un cargamento de armas, fue retirado de su cargo en el Departamento de Estado en el mismo año de 1947. En lo sucesivo volvería a prevalecer la política de tolerancia, de colaboración con el tirano, con todos los tiranos y tiranuelos de América. Muy pronto los dirigentes y muchos otros miembros de la oposición estarían muertos, en el exilio o en la cárcel. Entre los encarcelados se encontraban Pericles Franco y Freddy Valdez, dos de los fundadores del PSP.
Pericles Franco Ornes había regresado al país en uno de los momentos más difíciles y asumiendo un riesgo quizás mayor que el de sus compañeros de lucha. Y además había recibido una bienvenida especial, algo que probablemente le tenían reservado desde algún tiempo.
Durante su primer exilio Pericles Franco había pasado por Cuba y Colombia y finalmente había ido a parar a Chile, donde empezó a estudiar medicina, pero también sacó tiempo para escribir un libro contra el desgobierno de la bestia (un análisis de la tiranía de Trujillo) y para relacionarse con ateos y disociadores y otra gentuza. Entre ellos el poeta Pablo Neruda. Además participó en una Conferencia Mundial de la Juventud que tuvo lugar en noviembre de 1945 y en la que se alzaron voces de los delegados de sesenta y cuatro países contra el gobierno de la bestia.
El libro de Pericles, “La tragedia dominicana”, publicado en 1946 por la Federación de Estudiantes de Chile (con prólogo de Pablo Neruda) fue muy leído y comentado y difundido. Muy pronto la fama del libro y el mismo libro llegaron a oídos y a manos de la bestia y como la bestia no podía en ese momento ponerle la mano a Pericles Franco hijo, le echó mano al papá, al Pericles Franco padre, a pesar de que el padre era un funcionario y colaborador del régimen. Es decir, lo usó como chivo expiatorio, lo despojó de sus cargos, dejó sin empleo a su esposa y a sus hijas, y a pesar de su edad lo metió preso, lo retuvo durante un tiempo desconsiderado en la Fortaleza Ozama. Lo maltrató, lo vejó.
Pericles se vio obligado a permanecer en el exilio, no pudo regresar con sus compañeros en 1946 y decidió, por precaución no permitir que se reimprimiera su libro.
Regresó, sin embargo, imprudentemente a finales de marzo de 1947, según se deduce de un informe de la embajada norteamericana del 1 de abril. Es decir dos meses antes de que se consumara la farsa electoral.
Por lo que dice el informe, Pericles había regresado recientemente y no lo habían molestado, lo dejaron que se ambientara, le permitieron que paseara y se mostrara por las calles, que visitará quizás a sus familiares, compañeros y relacionados, que empezara a sentirse confiado. Entonces, sin previo aviso, lo metieron tres días preso y después lo soltaron sin acusarlo ni interrogarlo, pero sin dejar más adelante de hostigarlo y vigilarlo permanentemente.
Poco tiempo después volvería a la prisión con la mayoría de los dirigentes del partido y allí permanecería hasta el año 1949. Después lo indultaron, lo liberaron, la bestia empezó a jugar con él al juego del gato y el ratón, que no presagiaba nada bueno. Pericles vivió en zozobra, en permanente zozobra, hasta que logró asilarse en la embajada mexicana en 1950 y salir después hacia Cuba. Se estableció en 1951 en Guatemala, al servicio del gobierno progresista de Jacobo Árbenz, que fue derrocado por la CIA en 1954. El exiliado Pericles cruzó la frontera, optó por reexiliarse en México.
Freddy Valdez constituye un caso aparte. Él fue otro de los muchos que ingresaron a la cárcel en 1947 y en la cárcel permanecía hasta 1950. La cárcel de la fortaleza de San Francisco de Macorís. Entonces la bestia le ofreció el indulto a cambio de que firmara una carta de gratitud, de sumisión al régimen, pero Freddy Valdez era un temerario, un hombre de valor suicida. Dijo que solo usaría su mano para escribir o disparar contra la bestia y firmó su sentencia de muerte. Dicen que la bestia ordenó que le descoyuntaran las manos, que le infligieran toda clase de torturas antes de colgarlo en el patio de la fortaleza el día 27 de enero de 1950.
En ese mismo año se produjo la desaparición, el rapto y asesinato de Mauricio Báez en La Habana.
(Historia criminal del trujillato [106])
Bibliografía:
Robert D. Crassweller, “The life and times of a caribbean dictator.
Gabriel Atilio, “Los comienzos de la lucha política de clases en la República Dominicana” (https://www.marxist.com/republica-dominicana-origenes-socialismo.htm).
Roberto Cassá, “Movimiento Obrero y Lucha Socialista en Republica Dominicana”.
Bernardo Vega, “Un interludio de tolerancia”. José Abigail Cruz Infante, “Un líder sindical asesinado” (https://listindiario.com/puntos-de-vista/2008/09/21/74536/un-lider-sindical-asesinado)
Miguel Aponte, “A los 72 AÑOS DEL VIL ASESINATO DEL FUNDADOR DEL PARTIDO SOCIALISTA POPULAR (PSP) DE REPÚBLICA DOMINICANA” (https://nuevoperiodismord.com/a-72-anos-del-vil-asesinato-del-fundador-del-partido-socialista-popular-psp-de-republica-dominicana/)