Un radio-oyente llamado Raghubeer Mhata (luego sabemos que este ha muerto y su hijo, Anand, se ha apropiado del nombre para reivindicar a su padre, resentido contra la explotación laboral que terminó con su muerte, llama para anunciar que volará el puente Sea-Link

Cuando efectivamente se da cuenta que no es una broma y el puente explota, Arjun Pathak (un periodista inescrupuloso que es capaz de robar en informe periodístico de su esposa Saumya Mehra Pathak y atribuírselo para ganar un premio) está a punto de llamar a la policía, pero cambia de opinión al darse cuenta que tiene la posibilidad de una exclusiva. Puede entrevistar al responsable de la explosión en vez de denunciarlo. Llama a su jefa Ankita y trata de sacar partido de la situación para recuperar su horario central en televisión.

Ankita: “Aun no entiende que no damos la noticia. La vendemos”. Primero tendremos que jugar en el ángulo humano. Podemos empezar por quién es el terrorista y qué quiere. Un poco de drama, algo de acción. Y al final, la nación gana. En vivo por nuestro canal. De principio a fin.

Arjun: …negocié con él en nombre de la nación. Hice que lo arrestaran. Un final emotivo y patriótico.

Ella acepta. Le dice que se ponga sus anteojos falsos que lo hacen aparentar sincero. Y colocándole el del canal en la chaqueta le dice: Lo más importante: Primero el canal, luego el periodismo.

Arjun le dice a una asistente en torno a las frases que acompañan las imágenes de la explosión: Las frases deben generar pánico, miedo, llanto o tensión.

Cuando todo está preparado para la entrevista a Raghubeer, este sorprende a todos exigiendo su pago por estar en el canal. 2, 179 rupias, o dará la exclusiva a otro canal.

Arjun:  Luego hablamos del dinero. Por favor, que comience el espectáculo. Arjun se vende como alguien que no es como los demás, a quienes solo les importa su canal. Ankita accede pagar porque sube los indices de audiencia.

Raghubeer exige una disculpa pública del ministro Jaydev Patil con él y sus compañeros fallecidos en las labores.

Raghubeer: ¿Sabes por qué te llamo? Nadie me escuchará a mí. A ti todos te escuchan. Cuando hablas, todos te escuchan. Cuando esto sea tendencia en Facebook y Twitter, el ministro se disculpará conmigo.

Ankita (En medio de la tragedia): El espectáculo debe continuar… ¿Quién es el presentador? Vamos.¿Quién es el presentador? ¿Qué hace a un presentador?

Arjun (muy descompuesto): Un presentador es un actor.

Ankita: ¿Qué quiere un actor?

Arjun: Un actor quiere público.

Ankita- ¿Y el público?

Arjun: El público quiere drama.

Ankita: Correcto. Bien. Así que no podemos parar el drama.

Ankita (a su asistente). Aumenta los niveles de la música triste de fondo para el video del auto que cayó. A Arjun: No limpies la sangre. Quiero esa sangre. Frente en alto. Captura a la audiencia.

A Ankita no le interesa acelerar la captura de Raghubeer. Quiere prolongarla hasta que se transforme en el villano para que el público se identifique con esa captura y la narrativa tenga un final feliz con el canal como el medio a través del cual se realiza el heroísmo patriótico.

Ankita le dice a Arjun: “Si la audiencia supera el 70% me hará directora. Tendrás tu horario central”.

Arjun a Raghubbeer: ¿Qué sabes del negocio de las noticias? Lo que ves no siempre es verdad. Porque la verdad requiere tiempo y el público no lo tiene. Como tú tienes un control de la bomba, el público tiene un control remoto. A lo que le temen todos los canales de noticias. El público quiere drama, los canales quieren audiencia. Nadie quiere la verdad. No acepte un soborno, Raghubeer. Solo hice lo que el canal quería que hiciera. Soy una parte prescindible del sistema, como tú.

Arjun se autodestruye en un proceso paulatino de traición a la confianza depositada por hombres comunes que lo ven como un hombre auténtico. Ha traicionado su responsabilidad con la verdad y con la gente a quien debe servir proporcionando una información veraz. Mientras el sistema de aprovecha de su caída para que el espectáculo pueda continuar.