El director Ronald Saint Jean

Hace unos meses, empecé con un ejercicio muy complejo: escribir la historia de los Directores del diario oficial, Le Moniteur, y de las instituciones impresoras que precedieron las Prensas Nacionales de Haití. Ejercicio exigente ya que todos los que había invitado en mis preocupaciones han evitado amablemente acompañarme. Mi mensaje a estos amigos (lectores e iniciados en la historia nacional) era simple: En los siglos 19 y 20, encontramos a la cabeza de las dos «hermanas gemelas» (Saint Jean, Le Nouvelliste, abril de 2022)  brillantes intelectuales y escritores. No sabemos por qué fueron elegidos como directores y cuál fue su contribución a la construcción de una entidad única que celebra el 15 de noviembre de 2024 su 220o año de existencia.

También me interesé por la calidad y la historia de las máquinas en las Prensas Nacionales. Hacia la edad de 10 años, mi padre me presentó al señor Nicolas Beauséjour que fue un excelente encuadernador formado en la entonces Imprenta del Estado (así se llamaba las Prensas en los años 40). De esta generación aprendí que la adquisición del material de calidad no siempre figuró en la agenda de la jerarquía de ayer… Recuerdo el reportaje del periódico Le Nouveau Monde (finales de los 70 y principios de los 80), sobre el regalo de la señora François Duvalier, madre del entonces Presidente vitalicio Jean-Claude Duvalier, a los talleres de las Prensas Nacionales de Haití: máquinas de la marca Aurelia.

Cuando nos esforzamos en estudiar rigurosamente la calidad y profundidad de nuestros textos legales hojeando Le Moniteur, más allá de la aparente similitud con las estructuras de la antigua metrópoli, nos quedamos seriamente sorprendidos por la historia jurídica y administrativa haitiana. Todavía hoy recuerdo esa frase que fue familiar en casa, «Le Moniteur no ha salido aún»… En un país donde lo informal parece la norma, las cosas serias no se hacen al compás del tambor…

Resulta difícil resumir en un breve párrafo cómo la memorable institución (en realidad, las dos hermanas gemelas, el Diario y las Prensas) pudo instalarse cómodamente en el siglo XXI, en este país tan imprevisible. Esta hazaña se explica por la tenacidad militar, tanto física como intelectual, de un servidor público providencial, el director Ronald Saint Jean. Por decreto presidencial, a partir del 31 de enero de 1938, el director de la Imprenta del Estado (actual Prensas Nacionales de Haití, reorganizadas por decreto de 4 de abril de 1983 ) es también director del diario oficial, «Le Moniteur». A finales de abril de 2024, las sedes históricas (oficinas centrales) del Nouvelliste, la Biblioteca Nacional y las Prensas Nacionales fueron violentamente saqueadas e incendiadas por bandas armadas.

Notas: El Diario Oficial se llamó en 1804, «Gazette Politique et Commerciale d’Haïti» (15 de noviembre de 1804); La Sentinelle d’Haïti en 1807; Le Télégraphe en 1813; Le Moniteur Haïtien, de 1845 hasta finales de abril de 1867; referencias: Max Bissainthe,  Diccionario de bibliografía haitiana. Washington, 1951 & Gallica-Biblioteca Nacional de Francia.