He insistido que la sustitución de la “realidad” es creando una narrativa que explique el rol social de nuestra existencia como comunidad humana, es decir, como sociedad. Es lo que llamamos la “Identidad Nacional” que se superpone a la “auto-identidad” que nuestra psiquis construye durante la “socialización” que se da durante el proceso de desarrollo de nuestro “cerebro” (la “sapienzación” que se produce dentro del largo proceso de “hominización”). Mucha argumentación para un mensaje simple: ¡la dominicanidad se afirma celebrándola!
En palabras de Mafalda, hemos pecado por enfatizar lo urgente desdeñando lo importante en la resolución de nuestra proyección nacional. Esta reflexión me llega por un ejemplo “en vivo” y “en directo”: la convocatoria al décimo-séptimo Convite Banilejo de la Alianza Banileja de Santo Domingo el pasado domingo 12 de noviembre de 2023.
Un día lluvioso pero que enfrentó el público asistente con voluntad de cumplir con el significado, según la Real Academia Española de la Lengua, de “convite”: 1. m. Acción y efecto de convidar. 2. m. Función y especialmente comida o banquete a que es convidado alguien.
El convite realizado en el campus de la UNPHU hubo alegría, mucha alegría, como sobreponiéndose a los intentos de la naturaleza por aguar la fiesta, ya que por tres veces retornaron para seguir la fiesta… En reciprocidad, los banilejos de aquí reconocieron a los de allá, porque la diáspora en Boston realizó su convite el 23 de junio de este año dónde reconoció a la Alianza Banileja de Santo Domingo. Nobleza obliga.
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Recojo a Mafalda. ¿Qué reforza la celebración del Convite Banilejo, sea en Santo Domingo o en Boston? Sin muchas vueltas, los lazos con la “patria chica”, con el lugar de nacimiento. Y, con ello con la «Identidad Nacional». Pero, como nuestra «Identidad Nacional» se ha definido con criterios negativos (¡No somos haitianos!) nos olvidamos de resaltar lo que sí somos.
Por lo tanto, sin enredar la cabuya, ¿el Estado Dominicano debería asimilar en su quehacer, la promoción de estos “convites” en cada “patria chica” reconocible en nuestra Patria “mayor”, principalmente en las capitales de provincias, aprovechando una tradición muy castiza como son las patronales, y a las asociaciones como la Alianza Banileja? Además, aprovecharíamos para resaltar los lazos con las comunidades dónde se concentra la diáspora dominicana, y realzar la dominicana como en Nueva York y Madrid, entre otros muchos ejemplos. A ver si por fin, ¡nos preocupemos por lo importante!