La compra de acciones de la empresa César Iglesias con fondos de los trabajadores, cumple con el Art. 99 de la Ley 87-01. Previamente, la Comisión Clasificadora de Riesgos de Inversión, evaluó la situación financiera de la solicitante, determinó su nivel de riesgo y autorizó la inversión. Esta Comisión la integran los superintendentes de Pensiones, de Bancos, de Valores y de Seguro. Y, además, el gobernador del Banco Central y un representante técnico de los afiliados.
Debido al rápido crecimiento de los fondos de retiro, entre otros recursos financieros, desde hace una década el país ha sentido la necesidad de desarrollar, ampliar y diversificar el mercado de valores. A julio pasado, el patrimonio previsional asciende a RD$ 901,086.2 millones, propiedad de solo los trabajadores asalariados que cotizan al sistema de capitalización individual.
Este monto sin precedentes, se debe a la capacidad del sistema de capitalización individual, de potencializar las cotizaciones mediante inversiones reproductivas que contribuyen a dinamizar la economía y a generar miles de empleos. Vale la pena insistir en que, por grande que a simple vista ese monto nos parezca, sin una reforma del sistema, su crecimiento no garantizará pensiones dignas y sostenibles.
Constituye un riesgo que el patrimonio de los trabajadores, forjado durante casi dos décadas con muchos sacrificios, esté cada vez más concentrado en inversiones en el Ministerio de Hacienda y en el Banco Central. El sentido común, y la sabiduría popular, aconsejan no poner todos los huevos en una sola canasta.
Desde luego, tratándose de la primera empresa nacional que opta por acceder a los fondos de pensión, es natural que llame poderosamente la atención, y que genere todo tipo de preguntas, comentarios y especulaciones. A pesar de ser los únicos dueños del ahorro nacional para el retiro, paradójicamente los trabajadores han sido los últimos en enterarse, y no de manera oficial y sencilla.
Es indudable que, para bien o para mal, esta decisión marca un hito en el desarrollo del Seguro de Vejez, Discapacidad y Sobrevivencia (SVDS), porque contribuirá a diversificar un mercado financiero ya saturado por el rápido crecimiento del ahorro para el retiro de más de 4 millones de afiliados del Régimen Contributivo, gracias a la vigencia del sistema de capitalización individual.
Una inversión de mayor riesgo porque las utilidades son fluctuantes
Es vital tener presente que este tipo de inversión implica un mayor riesgo financiero para los trabajadores. Los fondos colocados en Hacienda y en el Banco Central están a una tasa fija de interés anual. En cambio, la inversión en acciones de empresas está sujeta a utilidades variables. La inversión podría resultar muy exitosa y arrojar ganancias extraordinarias, pero también, podría terminar en una ganancia inferior, y hasta en pérdidas lamentables.
Esta apertura al mercado privado, agrega un posible conflicto de interés entre los dueños de la AFP y de la empresa ofertante. Conflicto agravado por la Ley 13-20 que estableció una comisión creciente a las AFP, aun cuando los trabajadores vean reducidas sus ganancias u obtengan pérdidas. Lamentablemente, este tipo de comisión no siempre incentiva la elevación de la rentabilidad del fondo acumulado.
Esos mayores riesgos demandan una más adecuada y constante supervisión de la SIPEN y de las AFP involucradas, a fin de asegurar el necesario equilibrio entre la solvencia, la seguridad y la rentabilidad del patrimonio popular. Pero también, requiere mayor interés y vigilancia de los trabajadores sobre el curso de sus inversiones.
La Fundación Seguridad Social Para Todos (FSSPT) apoya la diversificación de las inversiones en instrumentos financieros seguros y rentables, para evitar el riesgo mantener los ahorros para el retiro en una sola canasta. Pero demanda de las autoridades y de las AFP, mayor información y orientación sencilla a los afiliados y a la opinión pública.