Asumir el rol de CEO es uno de los logros más grandes en la carrera de cualquier ejecutivo, pero con esta posición viene una carga única de desafíos y decisiones complejas. A lo largo de sus mandatos, los directores ejecutivos se enfrentan a una serie de dilemas que requieren un equilibrio delicado entre objetivos aparentemente contradictorios. Estos dilemas no solo afectan el destino de las empresas que lideran, sino que también reflejan la lucha interna de cada líder en su búsqueda por mantener la estabilidad mientras navega por aguas inciertas.

De acuerdo con un estudio reciente realizado por McKinsey & Company, donde participaron alrededor de 100 líderes senior de empresas en África, Asia, Europa y Oriente Medio, se identificaron cinco dilemas recurrentes que caracterizan la experiencia de los CEO. Estos dilemas van desde la preservación del núcleo del negocio versus la necesidad de innovación, hasta la tensión entre el éxito a corto plazo y el rendimiento sostenible a largo plazo. Cada uno de estos dilemas presenta desafíos únicos y exige a los CEO tomar decisiones que no solo influirán en el presente, sino que también definirán el futuro de sus organizaciones.

  1. Preservar el núcleo e innovar para el futuro

El primer dilema que enfrenta un CEO es el equilibrio entre preservar el núcleo de su negocio y la necesidad constante de innovar para mantenerse relevante en un entorno empresarial en rápida evolución. Este desafío es particularmente agudo para aquellos que lideran empresas con una larga historia y una herencia valiosa. Por un lado, los CEO sienten la responsabilidad de honrar la historia y los logros de la empresa, como lo expresó Klaus Kleinfeld, ex presidente y CEO de Arconic y Siemens: “Cuando una empresa tiene más de cien años, mucha gente ha hecho muchas cosas bien. Estoy parado sobre los hombros de gigantes”. Sin embargo, la realidad de los mercados actuales exige que estos líderes también se arriesguen a innovar y cambiar para no quedarse atrás.

El reto para los CEO de segunda o tercera generación en empresas familiares es aún más pronunciado, ya que tienen que conciliar la preservación del legado familiar con la necesidad de adaptación y cambio. Un caso ejemplar es el de un CEO en el sudeste asiático que logró alinear a todos los interesados al integrar un equipo directivo compuesto tanto por la "vieja guardia" como por nuevos talentos. Este enfoque le permitió actualizar la misión de la empresa y asegurar un equilibrio entre la tradición y la innovación, resultando en una organización más orientada al cliente y fundamentada en datos.

  1. Resultados a corto plazo versus rendimiento a largo plazo

Otro dilema es la tensión entre entregar resultados inmediatos y garantizar el rendimiento a largo plazo. Los CEO están bajo constante presión de las juntas directivas y los inversores para aumentar el valor de la empresa a corto plazo, lo que a menudo entra en conflicto con las inversiones necesarias para asegurar el éxito futuro. Esta disyuntiva se intensifica en tiempos difíciles, donde las decisiones a corto plazo pueden parecer más seguras o atractivas.

Sin embargo, centrarse únicamente en los resultados a corto plazo puede ser contraproducente. Peter Olson, exdirector ejecutivo de Random House, reflexionó sobre su experiencia y lamentó no haber prestado suficiente atención al desarrollo de la cultura y el talento durante una fusión, centrándose en cambio en objetivos a corto plazo que no sostuvieron el éxito a largo plazo. Este dilema subraya la necesidad de una comunicación clara y estratégica con todas las partes interesadas, así como la importancia de gestionar expectativas para evitar promesas que no se pueden cumplir.

  1. Gestionar un equipo de estrellas individuales versus maximizar el rendimiento colectivo

Los equipos de liderazgo son el motor de cualquier organización, pero gestionar un grupo de líderes talentosos presenta su propio conjunto de desafíos. Muchos tienen la necesidad de apoyar y fomentar a los individuos destacados dentro de sus equipos, mientras intentan mantener la cohesión y optimizar el rendimiento colectivo. Los "colaboradores estrella" a menudo generan grandes resultados, pero también pueden causar fricción dentro del equipo si no están alineados con la cultura de la organización.

Gail Kelly, exdirectora ejecutiva del Grupo Westpac, advierte que retener a un "colaborador estrella" que no encaja bien culturalmente puede ser perjudicial tanto para el individuo como para la organización en general. El dilema aquí radica en cómo equilibrar la necesidad de contar con talento excepcional con la urgencia de mantener un equipo unificado y comprometido. Los CEO que logran manejar este equilibrio suelen ser aquellos que establecen una cultura organizacional basada en valores claros y no dudan en tomar decisiones difíciles cuando un empleado, sin importar cuán talentoso sea, compromete esos valores.

  1. Empoderar a los demás y mantener el control de los resultados

La delegación es una habilidad esencial para cualquier CEO, pero delegar sin perder el control de los resultados es un acto de equilibrio delicado. Para muchos CEO, especialmente aquellos que han ascendido desde roles operativos, ceder el control puede ser una de las tareas más desafiantes. La transición de un enfoque operativo a uno de orquestador exige que los líderes confíen en sus equipos y permitan cierto grado de autonomía.

Sin embargo, esta confianza puede ir acompañada de estructuras que aseguren la rendición de cuentas y el control adecuado. Un CEO experimentado en el sector bancario del sudeste asiático admitió su dificultad para delegar, debido al temor de que su equipo pudiera cometer errores críticos. Este dilema subraya la importancia de construir equipos directivos de confianza y establecer mecanismos de supervisión que permitan a los CEO concentrarse en el panorama general sin perder de vista los detalles cruciales.

  1. Sumergirse en el rol de CEO y mantener la identidad personal

Finalmente, uno de los dilemas más personales para los CEO es la lucha por equilibrar la dedicación a su rol con la necesidad de mantener su identidad personal y un sentido de propósito fuera del trabajo. El puesto de CEO demanda una inmensa cantidad de tiempo, energía y compromiso, lo que a menudo lleva a los líderes a sacrificar su vida personal en el proceso. Sin embargo, aquellos que logran encontrar un equilibrio sostenible reportan una mayor satisfacción y eficacia en su rol.

Gail Kelly, al reflexionar sobre su carrera, enfatiza que es crucial para los CEO tener una vida equilibrada, no solo enfocada en el éxito empresarial. Encontrar y seguir una "Estrella del Norte", o un sentido de misión más allá de los resultados financieros, ayuda a los líderes a mantener el equilibrio y a redefinir sus objetivos de manera que se alineen con sus valores personales. Este enfoque no solo mejora el bienestar del CEO, sino que también puede inspirar y motivar a toda la organización.

El papel del CEO es un ejercicio constante de equilibrio y adaptación. Los cinco dilemas destacados no solo representan desafíos de liderazgo, sino que también ofrecen una ventana a la complejidad y vulnerabilidad inherentes al rol. Los directores ejecutivos que pueden navegar estos dilemas con claridad, estrategia y un fuerte sentido de propósito son los que no solo aseguran el éxito de sus empresas, sino que también logran mantener su integridad personal y profesional. En última instancia, el liderazgo efectivo se define por la capacidad de equilibrar estos desafíos opuestos, guiando a la organización hacia un futuro sólido mientras se preserva el bienestar del líder y su equipo.