Los grupos vulnerabilizados se componen de personas que han sido arrastradas a una situación de peligro debido a la falta de políticas públicas por parte de los Estados y gobiernos.
La expresión se refiere a un conglomerado social que es forzado a vivir sin iniciativas y planes estratégicos estatales de desarrollo que garanticen los servicios sociales esenciales para que la gente viva dignamente como seres humanos.
El vulnerabilizado es lanzado a una situación de riesgo porque los gobiernos, desde los estados y estructuras políticas, jurídicas, sociales y económicas lo colocan en una posición de inseguridad.
Por ejemplo, la desigualdad y conflictos son señales de mecanismos que violentan y sumergen a la población en un ambiente conformado por personas vulnerabilizadas.
El término “vulnerabilizado” se usa con frecuencia en el lenguaje de las organizaciones no gubernamentales y las agencias de desarrollo; y no tanto asi, por quienes administran lo público.
Las autoridades, normalmente, emplean el concepto “vulnerable”, ya que proyecta a la administración pública como la que resuelve la situación, la que va en auxilio de las personas y construye, y no la que genera el problema.
Las personas localizadas en contextos de vulnerabilidad se deben a la fragilidad del entorno donde residen y las condiciones internas que amenazan constantemente. Muchas veces permanecen de esa manera por decisión propia y múltiples factores.
No es el Estado el único culpable del riesgo a desastres al que se exponen y se ven sometidas las personas y comunidades.
Veamos los casos de dos familias: una de economía aceptable, la otra de escasos recursos; ambas tienen algo en común, sus viviendas se encuentran ubicadas en una misma zona de inundación.
La que tiene un capital estable sabe que está en riesgo cuando amenazan las lluvias; la otra familia, que no cuenta con dinero suficiente, también es consciente que corre peligro.
La primera, escucha los pronósticos de lluvia y se traslada a un lugar seguro dejando la casa. La segunda, se aferra a lo poco que tiene y permanece en la humilde vivienda. Al mirar y analizar las dos familias se concluye que están en riesgo y son vulnerables.
Pero a la vez se puede considerar que la familia pobre es la vulnerabilizada. La realidad de escasez económicas obliga a los miembros de la familia pobre a estar en ese lugar, y las razones de residir en ese sitio se deben a la ausencia de políticas públicas habitacionales de Estados y gobiernos.
Es preciso comentar que los tratados de Naciones Unidas y el Manual Esfera (Carta Humanitaria y Normas Mínimas para la Respuesta Humanitaria) han servido de herramientas fundamentales para garantizar que las personas en ambientes de vulnerabilidad se les garantice las condiciones mínimas de subsistencia durante un evento adverso y no caigan en un escenario vulnerabilizado.