Los avances de la ciencia y la tecnología están requiriendo “talentos humanos” capaces de asumir los retos que tienen los sectores empresariales y de servicios en el contexto de una economía y comercio globalizado. (Fórum Económico Mundial, Japón 2023).
Según se conoce, los sectores productivos están buscando “talentos humanos” con capacidad para el análisis crítico, la prevención y resolución de problemas, la creatividad, la innovación, el trabajo en equipo, así como concebir, diseñar y estructurar los prototipos y los equipos requeridos, utilizando tecnologías de punta (Fórum Económico Mundial, 2023).
Asimismo, los sectores productivos están necesitando “talentos humanos” capaces de recrear la autogestión, la cogestión, la autodisciplina, la capacidad para discernir los conceptos creativos e innovadores, así como prevenir y solucionar problemas y conflictos complejos” (Escuela de Administración de la Universidad de Harvard, 2022).
Además, el sector empresarial a nivel global está requiriendo “talentos humanos” con capacidad para el desarrollo y la transformación digital, el aprendizaje continuo, la privacidad de los datos, el teletrabajo, la gestión del rendimiento y el bienestar, tecnologías en la nube, servicios móviles y ciberseguridad, entre otros dominios creativos e innovadores de punta” (Fórum Económico Mundial, 2023).
En tal sentido, cuando hablamos de “talentos humanos” nos referimos a técnicos y profesionales con conocimientos y habilidades duras en matemáticas, física, química, aeronáutica, ingeniería y uso y transformación de los metales raros y, al mismo tiempo, que sean capaces de crear e innovar (Escuela de Economía de la Universidad de Cambridge, 2022).
Por su parte se sabe que, “la creatividad y la innovación” son los dos motores que impulsado el desarrollo tecnológico exponencial, que ha experimentado la economía y el comercio a nivel global en los últimos treinta años” (Universidad Juan Carlos II, Madrid, España, 2022).
Por su parte, la comunidad científica internacional sabe que “la creatividad es un proceso imaginario, mientras que la innovación es un proceso productivo en sí mismo. Es decir, el primero concibe y crea las ideas, mientras que el segundo procede a introducir los cambios necesarios para producir mejores estándares productivos y de calidad”. (Escuela de Economía Universidad de Cambridge, 2022).
Por lo que se observa en los párrafos anteriores, las universidades que operan en los países en vías de desarrollo como el nuestro “están llamadas a revisar los contenidos de las carreras que están impartiendo, con miras a formar los talentos humanos que están requiriendo los sectores empresariales, comerciales y de servicios”. (Fórum Económico Mundial, 2023).
Asimismo, los Institutos y los Centros de Investigación para el Desarrollo (I+D) en América Latina y el Caribe “están llamados a concebir, estructurar y llevar a cabo investigaciones creativas e innovadoras, cuyos resultados les agreguen valor al sector empresarial en sentido general en la coyuntura actual”. (Estudios de la CEPAL, 2011-2019).
Por su parte, “la I+D consiste en la realización de investigaciones y trabajos sistemáticos basados en los conocimientos aprendidos o ya existentes, mediante las experiencias prácticas para la fabricación de nuevos materiales, productos y dispositivos tecnológicos que sirven de soportes al desarrollo empresarial, comercial y los servicios” (Escuela de Economía de Harvard, 2014).
Según se conoce, varios centros de I+D ubicados en Brasil, México y Colombia, “están produciendo satélites y sus partes, aeronaves sofisticadas, equipos médicos y accesorios, fabricación de vehículos”, entre otros, lo que les ha permitido ser referentes en la producción y comercialización de equipos y tecnologías de punta en el mercado regional y global” (CEPAL, 2022).
Desde nuestro punto de vista, la I+D debe incorporarse en Pensum de todas las carreras universitarias y Técnicos Superior que se están impartiendo en los países en vías de desarrollo como el nuestro, como estrategia para inculcarles a los estudiantes el interés por las ciencias duras, la curiosidad, la creatividad y cómo concebir, diseñar y llevar a cabo una investigación, utilizando métodos empíricos y científicos” (Escuela de Economía de la UNAM, México, 2009).
Según los expertos de la CEPAL, “la mayoría de los egresados de las Universidades y los Institutos de Educación Técnicos Superior en América Latina y el Caribe, están desempleados o están realizando labores o actividades que no tienen nada que ver con su formación técnico y profesional”, según los resultados de los estudios realizados en catorce países latinoamericanos y del Caribe, en el período 2001-2018 (Informe CEPAL, 2019).
Por lo antes expuesto, es mandatorio que las Universidades y los Institutos de Educación Técnicos Superior revisen sus respectivos Pensum y los actualicen tomando en cuenta los requerimientos de “talentos humanos” que están requiriendo los sectores empresariales, industriales y de servicios actualmente.
“La imaginación no es solo la capacidad humana única de imaginar lo que no es, sino la fuente de toda invención e innovación” (J.K. Rowling).