De cara a las elecciones estadunidenses del próximo 5 de noviembre, los aspirantes a la Presidencia Joe Biden y Donald Trumps se midieron para el público norteamericano y si se quiere para el mundo en sentido general.

Las personas que tuvieron la oportunidad de presenciar el debate entre estos candidatos, pudieron llegar a sentir vergüenza ajena, sino pena al observar cómo se conducen dos ciudadanos que están expuestos a conducir el primero o segundo país más poderoso del mundo.

Como una forma de insistir en nuestra posición sobre el declive del imperio norteamericano, en un artículo que publicamos recientemente referíamos, lo que sigue: Aunque para algunos el dominio estadounidense parece estar más fuerte que nunca, la realidad dice lo contrario. Las derrotas en Afganistán, Iraq, Siria; el surgimiento de gobiernos contestatarios en Centroamérica, Suramérica; así como en otras zonas; evidencian que ese poder omnímodo ha desaparecido para bien de la humanidad.

Con la derrota sufrida en Vietnam del Sur en 1973 por parte del Ejército de Liberación Nacional bajo la dirección del Partido Comunista Vietnamita y la reunificación de Vietnam en 1976, los norteamericanos se puede decir que iniciaron su largo periodo de decadencia, pues a esa derrota le siguieron otros acontecimientos importantes como la liberación de varios pueblos africanos.

Los que siguieron el debate se preguntarían, sobre cuales temas trataran Biden y Trump, ambos se fueron a cuestiones superfluas, jamás presentaron propuestas que favorecieran al pueblo estadounidense y menos aún a los ciudadanos de otras latitudes. Su afán consistía en probar quien es el más fiel al guerrerismo y crímenes de Israel contra los palestinos, o quien es más estricto contra los inmigrantes, también quien cuida más a los veteranos de guerra y finalmente quien tiene mayor capacidad para descafilar al otro; ya con las evasiones de impuestos, el pago por labores sexuales o el ejercicio de influencia en Ucrania para flexibilizar la situación del hijo de Biden allí.

No se precisa de análisis amplios sobre el desarrollo del debate presidencia, basta con leer CNN para entender mejor el desempeño de los dos aspirantes a ocupar la Casa Blanca en enero del 2025. Este medio que para nada es contrario al dominio de Estados Unidos sobre gran parte del mundo, nos dice que, “…Si Joe Biden pierde las elecciones de noviembre, la historia recordará que bastaron 10 minutos para destruir una presidencia.

Estaba claro que se iba a producir un desastre político en cuanto el comandante en jefe, de 81 años, subió al escenario de Atlanta para situarse a dos metros del expresidente Donald Trump en lo que puede convertirse en el debate presidencial más fatídico de la historia. Objetivamente, la actuación de Biden fue la más floja desde que John F. Kennedy y Richard Nixon iniciaron la tradición de los debates televisados en 1960, entonces, como este jueves, en un estudio de televisión sin público.

A los pocos minutos del debate, presentado por CNN, los demócratas empezaron a sentir pánico ante la idea de afrontar las elecciones con una figura tan disminuida al frente de la candidatura.

Si se observa como CNN; un vocero de la causa imperial describe el famoso debate entre estos dos aspirantes se llega a la conclusión de que se trata de una situación que sumada a muchas otras evidencias; como la inminente derrota en Ucrania; la anunciada posible guerra civil; los amagos de secesión de Texas; nos siguen diciendo que la decadencia del imperio estadounidense es real, que no se trata de simples deseos de sus adversarios políticos e ideológicos.

Hace cierto tiempo referíamos también, que a todo lo anterior se agrega la existencia de una correlación de fuerzas mundiales que apuesta por varios polos de poder o multilateralismo; pero que tiene en el BRICS y otras alianzas económicas y militares, los elementos que nos llevan a la conclusión de que el Imperio Estadounidense se encuentra en una situación de Decadencia Real e Irreversible; tal y como ha ocurrido a otros imperios, como el Romano, Español, Turco-Otomano y muchos otros.