Escudo-de-la-Familia-Pena
Escudo de la Familia Peña, originaria de Navarra (Sierra de Peña), España

Estos tiempos son confusos. El paradigma científico prevaleciente es actualmente el de la incertidumbre, influenciado por el desarrollo de la física cuántica; lo que está haciendo que vayamos dejando el paradigma de la certidumbre marcada por el surgimiento de la física clásica en el siglo XVII.

Por ello, la casualidad o el azar se ocupan de ofrecer las nuevas explicaciones científicas y no tan científicas. Es el caso de que este escribidor que pasó su infancia y adolescencia viviendo en  la calle Máximo Gómez de Santiago, casi una veintena de años. Con las vueltas de la vida, me he emparentado políticamente con una maestra ilustradísima de la tierra del “General del Machete” en la gesta cubana. Así traté por casi cuatro décadas a esta dama “hostosiana” porque fue cercana a Baoyán, hijo de Eugenio María de Hostos. Dª Silvia es es el motivo de estas añoranzas, por su  partida al encuentro con el Señor de la Vida.

Vale recordar unos trozos sobre Don Eugenio, porque el magisterio hostosiano profesado y encarnado por Dª Silvia sobrevivía a su proscripción de las aulas dominicanas dispuestas por la firma del Concordato por el régimen trujillista.  Tomado de Wikipedia, leemos: «Eugenio María de Hostos murió en su residencia "Las Marías" en Santo Domingo, capital de la República Dominicana, el 11 de agosto de 1903, a la edad de 64 años. Está enterrado en el Panteón de la Patria de la República Dominicana, en Santo Domingo, siendo el único extranjero y puertorriqueño sepultado allí.»

Licenciada en Educación por la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña. Sus modales reflejaban una educación cortesana, aunque sin atisbos de soberbia aristocrática: educadora, pero mediante su ejemplo y sus actitudes; en ningún momento bajo el peso autoritario ni la condescendencia. Para un viejo profesor como este escribano, esas cosas no las dejo pasar desapercibidas.

El sacerdote oficiante, cercano a la teología que recurre a viejas tradiciones católicas, presidiendo el oficio  fúnebre solemne en la Catedral de Baní tuvo la devoción profunda, cómo la hubiere vivido la devota seguidora Silvia Josefina Peña viuda Mejía (11.3.1932-11.1.2015).

¿Cómo llego a conclusiones tan íntimas de Dª Silvia? La clave es que hablo de mi suegra… ¡Que En Paz Descanse!