El Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) ha publicado su Encuesta de Cultura Democrática, con el propósito de analizar los principales indicadores vinculados con la relación entre el Estado y la ciudadanía, así como evaluar la percepción de la calidad democrática de la sociedad dominicana. (https://mepyd.gob.do/publicacion/cultura-democratica-en-republica-dominicana-2022-2023/).
Los datos obtenidos sobre la base de tres levantamientos realizados en abril y octubre del 2022, así como en abril del 2023, muestran los valores democráticos sostenidos por la ciudadanía y su percepción sobre el desarrollo democrático de la sociedad dominicana. La encuesta se aplicó a personas adultas con derecho a voto en 5,994 hogares distribuidos de la siguiente manera: 2,055 hogares en abril de 2022, 1,937 hogares en noviembre de 2022 y 2,022 hogares en abril de 2023. La encuesta fue llevada a cabo por la encuestadora Gallup, R.D.
La encuesta inicia con una pregunta que nos permite observar la percepción de la ciudadanía dominicana sobre los principales males de nuestra democracia: "En su opinión, cual de las siguientes cosas cree que hace falta para resolver los problemas de la democracia dominicana?".
El 43.7% de las personas encuestadas respondió a la pregunta afirmando que nos falta “el imperio de la ley”. Significa que un alto porcentaje de los encuestados percibe que en la sociedad dominicana no disfrutamos del mismo derecho de igualdad ante las leyes, que un grupo disfruta de privilegios que les permite estar por encima de las mismas.
Se trata de una idea bastante generalizada y asumida por la conciencia ciudadana cuyas repercusiones son nefastas para la educación cívica, pues los valores ciudadanos se adquieren mediante la enseñanza práctica, capaz de lograr la interiorización de los principios éticos y, en su defecto, por la existencia de un régimen de consecuencias. Ante la ausencia de estos factores disuasorios, se promueve una actitud cínica ante la ética y el derecho que consolida la doble moral, así como la disposición constante a violar las leyes siempre y cuando existan condiciones para hacerlo.
Por otra parte, un 34% de las personas encuestadas respondió a la pregunta señalando que la igualdad social era nuestro principal problema como sociedad democrática. La ciudadanía identifica desigualdades en el acceso a la educación y a la salud de calidad, problemas que afectan la calidad de vida de las personas y sin las cuales la democracia es una mera formalidad.
Este aspecto tiene una importancia capital para la sostenibilidad de un proyecto de ciudadanía democrática pues, como veremos en una próxima entrega, el déficit sistemático de oportunidades reales de mejora en la calidad de vida es un caldo de cultivo para la decepción y la renuncia a los proyectos democráticos.