Holanda es un país europeo que tiene 17 millones de habitantes. Ámsterdam es su capital y Róterdam es la segunda mayor ciudad. Jeff Bezos, norteamericano dueño de la más grande y famosa tienda virtual del mundo (Amazon), es el primer centibillonario de la historia. Hasta hace poco tiempo su fortuna de 150 billones de dólares le colocaba en la posición del hombre más rico del mundo. Los caminos de Holanda y Bezos se cruzaron hace unos días a propósito de la construcción del majestuoso yate de este.
Bezos encargó a compañía Oceanco la construcción de un yate de poco menos de 500 millones de dólares. 500 millones de dólares. Oceanco construyó el yate en Alblasserdam, cerca de Róterdam, y pidió al gobierno local de Róterdam desensamblar el tramo central de un icónico puente, el Koningshaven, a fin de que el yate pudiese circular por el canal de King’s Harbor y entrar a mar. El puente, comúnmente conocido como De Hef, data de 1878. Lo curioso del caso es que el puente, una celosía de acero verde en forma de una gran H, no es utilizado para tránsito. Sirvió como puente ferroviario durante décadas y posteriormente fue reemplazado por un túnel y dejado de utilizar a principios de la década de 1990. Desde entonces no ha tenido actividad. No obstante, tiene valor cultural importante para la ciudad. En 2017 fue sometido a una remodelación y a la población se le prometió que no sería desensamblado otra vez.
La comunidad de Róterdam reaccionó indignada ante la solicitud de la compañía que había construido el yate de Bezos. Satisfacer el deseo de un centibillonario no fue percibido como causa suficiente para desensamblar un monumento con significancia para la comunidad. Bezos fue criticado por los [pobres] salarios que paga en Amazon. “Este hombre ha ganado su dinero recortando personal estructuralmente, evadiendo impuestos, eludiendo regulaciones. ¿Y ahora tenemos que derribar nuestro hermoso monumento nacional?” dijo en febrero Stephan Leewis, político de Róterdam. Reportan que, a pesar de los métodos (perfectamente legales) de Bezos para evitar impuestos, en la idiosincrasia holandesa Bezos no está luchando contra la desigualdad compartiendo su dinero, una obligación que trasciende el código tributario.
Eventualmente se convocó un evento en Facebook, el cual se denominó Llamado a todos los roterodamenses. El llamado era a llevar “una caja de huevos podridos” y a arrojarlos “en masa al súper yate de Jeff cuando navegue por el Hef en Róterdam". Oceanco retiró la solicitud de desensamblar el puente. No valió el argumento de la mano de obra generada por la construcción del yate. No valió que se aclarara de Jeff Bezos iba a costear el desmonte y posterior ensamblaje del puente. No valió que se explicara que el puente quedaría tal como está actualmente. El interés comunitario de un grupo de ciudadanos sin poder económico se impuso al deseo individual de un poderoso centibillonario. ¿Qué hubiese pasado en República Dominicana?