Lo más sagrado para el ser humano es su patria. Donde nació, se crió, estudió y logró éxitos en la vida. Puedes vivir en cualquier lugar del mundo, pero la patria siempre está en lo más profundo del corazón.

En los años 90 había un restaurant McDonald en la calle 8 de Miami donde se reunían los cubanos de avanzada edad. Era algo parecido a la cafetera de la calle Conde, penosamente cerrada en días pasados

, donde se reunían poetas, izquierdistas, viejos robles de la política y personas que iban a comprar el mejor café recién molido del mundo.

Cuando llegaba temprano a desayunar a ese McDonald ya mucho de esos cubanos estaba ahí y su conversación solo versaba sobre su juventud en Camagüey, Pinar del Rio, Cienfuegos o la misma Habana. Tenían 40 años viviendo en Miami, pero solo soñaban con regresar a su amada patria.

Volviendo al conocido y famoso bachatero Frank Reyes, su decisión de trasladarse a Miami a vivir fue precedida de una declaración lamentable y desafortunada que demuestra un grave desconocimiento de lo que vivir en un país con seguridad.

Según los medios, su declaración fue ME VOY A VIVIR A MIAMI PORQUE EN REPÚBLICA DOMINICANA HAY INSEGURIDAD. Esas palabras me dolieron y no pude sentir más que rabia e indignación.

Le voy a dar al señor Reyes algunos datos para que evite denigrar a su pais, aunque tiene todo su derecho de vivir con su familia a donde le de la gana.

  • Tasa promedio de Homicidios en América Latina: 16.4% por cada 100 mil habitantes.
  • Tasa promedio de Homicidio mayormente con armas de fuego en Miami: 18.6% por cada 100 mil habitantes
  • Tasa promedio de Homicidios en República Dominicana: 9.87% por cada 100 mil habitantes.
  • En Miami los homicidios duplican a los que existen en nuestro pais.

Frank Reyes debió considerar estas cifras actualizados antes de poner en riesgo a su familia por estar desinformado. De poner al pais a los pies de sus competidores que buscan atraer más turistas, inversionistas y personas retiradas de otros países que buscan un lugar para vivir en paz sus últimos años de vida.

Emigrar a Nueva York, Miami, Boston, Madrid o Puerto Rico, no tiene nada de particular porque cientos de miles de dominicanos lo han hecho. Pero su razón es otra. Buscan mejorar su nivel de vida con la esperanza de conseguir un empleo, enviarle unos chelitos a su familia y ahorrar para volver a su tierra soñada y amada y morir en sus brazos.

Pero Frank Reyes, dice que su riqueza es de 500 millones de pesos por lo que no se fue a Miami buscando empleo.

MI CONSEJO A ESE DESTACADO BACHATERO ES QUE DURANTE SU ESTADÍA EN MIAMI NO CAMINE MUCHO DONDE HAY MULTITUDES Y MENOS CON SU FAMILIA PORQUE PUEDE ENCONTRARSE CON UN DEMENTE, AMETRALLADORA EN MANOS, DISPARANDO A MANSALVA Y CEGANDO VIDAS INOCENTES.

CUANDO OIGA EL PRIMER DISPARO, TÍRESE AL SUELO, PROTEJA A SU FAMILIA Y HÁGASE EL MUERTO. PORQUE EN REPÚBLICA DOMINICANA ESAS COSAS NO PASAN.