El diccionario de la RAE nos dice que compañero es: Persona que se acompaña con otra para algún fin. Hace alusión a quien por algún motivo comparte un momento contigo, pero sin necesariamente relacionarse más que para completar la actividad que los vincula. Debe haber un interés especial común a ambos que justifique el mantenerse juntos por un tiempo determinado. Podríamos hablar de compañeros de viaje, de trabajo, de juego, etc.
No podemos ser amigos de todos, aunque quisiéramos, pero es importante saber ser buen compañero. Si a alguien le toca viajar, trabajar, estudiar o jugar contigo, procura que le resulte una experiencia agradable. Usualmente si ayudas a que tus compañeros la pasen bien, tú también la pasarás bien.
Para que podamos realizar cualquier actividad que hagamos en la vida, habitualmente necesitamos compañeros que nos den apoyo o asistencia de alguna forma. Es posible sobrevivir aislado, pero con muy mala calidad de vida.
Ahora bien, en cualquier momento un compañero se puede convertir en un amigo, modificando el tipo de relación entre ambos. Un compañero te ayuda a HACER, pero tus amigos te ayudan a SER. Para hacer muchas cosas en la vida basta con tener compañeros, pero tu esencia humana se manifiesta y desarrolla con mayor plenitud, cuando además interactúas con amigos.
Es muy sencillo decir para qué sirve un compañero, pero no es fácil precisar para qué sirve un amigo, porque el compañero suele ser un medio, pero el amigo es un fin en sí mismo. Cuando tenemos compañeros nos pueden ayudar a hacer cosas, sin embargo, hacemos cosas por los amigos. Si estás con tu amigo simplemente porque te resulta útil, realmente no eres su amigo, aunque tal vez él no lo sepa.
Conviene que sepas que, si eres amigo de alguien, eres uno de los mayores tesoros que esa persona tiene. Tal vez no lo has analizado, pero le das: apoyo, alegría, sentido existencial, conocimiento de sí mismo, estabilidad en sus emociones e impulso para desarrollarse en la vida.
Desarrollamos nuestra personalidad mediante las relaciones constantes con nuestros seres queridos. Nuestros familiares no los buscamos, vinimos con ellos, pero los amigos son la familia que escogemos. Cuando alguien te considera su amigo, significa que, entre los miles de millones de habitantes del planeta, te ha escogido para ser parte importante de su vida.
Quien a nadie muestra su personalidad real, por nadie se sentirá amado. Porque quien se cierra hacia afuera, también lo hace hacia adentro. Solemos ir por la vida ocultándonos tras máscaras que nos dan la falsa sensación de estar más seguros, pero para que tu amigo sea tu amigo necesariamente tiene que conocer tu cara y no tu máscara. Muchas veces tus amigos te conocen y simplemente te hacen creer que no conocen lo que no quieres que ellos conozcan de ti.
Es doloroso cuando te engañan o traicionan, duele especialmente si quien lo hizo es alguien a quien considerabas tu amigo, pero los traidores no son confiables para nadie, incluso se traicionan a sí mismos, por lo que el error no está en ti que les diste tu confianza sino en ellos que no supieron valorarla. Muchas personas nunca logran conocerse a sí mismos.
Al verdadero amigo no lo pierdes, aunque: pierdas tu empleo, estés enfermo, te prohíban la bebida, tengan ideas diferentes, te mudes, te divorcies, incluso después de morir, sigue siendo parte de tu vida.
Un amigo se alegra cuando te alegras y se entristece cuando estás triste. Se interesa por tus metas, dedica tiempo a pensar en tus problemas y cuida de tus pertenencias como si fueran suyas.
Estudios realizados en personas longevas, han mostrado que las relaciones humanas de calidad son uno de los factores independientes más determinantes para poder alcanzar una larga vida. El disponer de buenos amigos se ha comprobado que favorece de forma global nuestro funcionamiento biológico y psicológico, es decir, tener un buen grupo de amigos está entre tus mejores garantías para vivir más años.
A algunas personas les resulta difícil tener amigos, porque al estar tan centrados en sí mismos tienen mucha dificultad para conectar con los sentimientos y emociones de los demás. Al compartir, consideran que ellos son el único tema interesante.
Los verdaderos amigos suman calidad a tu vida, les restan a tus dificultades, multiplican tus fortalezas y dividen tus pesares. Cuando compartes con verdaderos amigos, tu cerebro libera constantemente neurotransmisores convenientes como dopamina, oxitocina, serotonina y se logran descender los niveles de neurotransmisores del estrés como el cortisol.
Con un amigo compartes metas comunes, pero incluso las que no son comunes, las compartes también.
Conocer el valor de la amistad es tan importante, que, si no lo has podido descubrir, tu vida no ha valido la pena.
Estar con amigos no te ayuda a ser feliz, estar con amigos es, ser feliz.