A propósito de la liberación de Leslie Van Houten, víctima de la manipulación de Charles Manson, y quien pasó 54 años en prisión, me ha surgido la interrogante de si los asesinos nacen o se hacen. Por cierto, en la universidad la criminología era una materia que me fascinaba.

El analizar cuáles son los motivos que conducen a un individuo a desarrollar conductas antisociales hasta llevarle a darle muerte a otro sin remordimiento, como lo que sucedió la fatídica noche del 1969, en Los Ángeles: Van Houten junto a otras personas bajo la supuesta influencia de Mason y del LSD.

LSD son las siglas en inglés de la dietilamida de ácido lisérgico, una droga psicoactiva. Eso significa que actúa sobre el cerebro (sistema nervioso central).

Tanto así, que los expertos en criminología hablan de varios factores que llevan a las personas a la comisión de hechos delictivos: desde defectos personales, aprendizaje, frustración, privación, identidad, elección racional y control/integración.

Sin embargo, tratar de desentrañar la patología existente que fluctúan en la cabeza de una criminal como la de Leslie no es suficiente, ya que para muchos es una combinación de factores lo que lleva a la materialización de hechos criminales y muchos profesionales plantean inclusive, déficits neuropsicológicos de nacimiento. Estos factores hacen que niños y niñas sean más o menos tolerantes al caos y al estrés.

A lo largo de todos estos años la sociedad estadounidense y el resto del mundo se han preguntado qué realmente llevó a ese grupo de jóvenes a cometer un crimen tan atroz, que continúa causando morbo mediático 54 años más tarde.

Durkheim, Simmel, Marx y Weber, entre otros intelectuales,  y más recientemnte Bourdieu, Coleman y Putnam, estudiosos de la sociedad, se quedaron cortos al intentar descifrar aspectos como la ausencia de empatía y de cómo esta cualidad juega un papel fundamental en la construcción de un perfil socialmente normal, al proporcionar al individuo herramientas de adaptación dentro de un colectivo social.

Quizás no sepamos nunca qué sucedía en las mentes de esos jóvenes que, como Leslie, fueron influenciados por una época de tanta convulsión social, en medio de la Guerra Fría, de empoderamiento femenino, de luchas por los derechos civiles y del afianzamiento del individualismo como modelo social. ¿Cómo pudo influir el movimiento Hippie?

Hoy la señora Leslie Van Houten está libre; su encarcelamiento al menos le permitió estudiar. Ojalá que la formación adquirida en prisión le ayude a reflexionar.