La figura del líder de una organización tiene algo de marcial. No es raro notarles un cierto aire de general recibiendo partes de guerra; de frentes de batalla que, como en las refriegas, se van multiplicando.
Esto es así porque en las organizaciones también se abren nuevos escenarios, constantemente. Es una realidad cada vez más que evidente.
Un reciente estudio de la firma Gartner reveló que los directivos poseen un 51% más de responsabilidades de las que pueden gestionar de forma efectiva. Esto provoca que el 54% de los gerentes y líderes sufran de estrés y fatiga, inducidos por el trabajo. Mientras que el 44% tiene dificultades para ofrecer un apoyo personalizado a sus subordinados directos. Pero, incluso en este escenario tan complicado, es posible disminuir los niveles de ansiedad y aumentar el desempeño.
Para ello urge que los distintos mandos de las empresas se acompañen de especialistas y se formen para ejecutar una exitosa transformación cultural, un término que nos parece más justo que decir sencillamente “organizacional”.
Es así porque cada vez más la cultura (con mayúsculas) de una empresa se transforma constantemente. Es decir, todos esos activos intangibles, pero de gran importancia: valores, creencias, maneras de trabajar, abordaje de los retos, manera de comunicar, entre otros.
En el acompañamiento a otras organizaciones, en Newlink Dominicana hemos visto que grandes transformaciones empiezan a ocurrir a partir de gestos aparentemente sencillos, aunque muy poderosos.
“Muchos procesos fracasan porque los directivos dicen que quieren transformarse, pero en el fondo no quieren asumir lo que supone ese cambio”, nos recuerda Marcela Ospina, vicepresidenta de Cultura y Diversidad de Both People & Comms.
Esta firma es el brazo especializado de Newlink Group en innovación para la cultura organizacional, el cual asiste a las operaciones del grupo en España, México, Estados Unidos, Perú, Argentina, Chile y, por supuesto, República Dominicana.
A través de un acompañamiento profesional, como el que llevamos con Marcela, hoy es posible que el liderazgo en suelo dominicano se forme en herramientas y áreas de gran utilidad.
De esa manera, por ejemplo, pueden entender y reformular la comunicación interna; crear instancias para el diálogo y el intercambio de ideas; redefinir las nuevas metas; construir abordajes colectivos; e identificar a los Change Makers para inspirar, aguas abajo, en el alcance de las metas.
En estas áreas es posible que el liderazgo se forme, conozca nuevas tendencias, ponga en tela de juicio antiguas ideas y se inspire a trabajar con nuevos ánimos con su equipo.
Un ejemplo de esto es el liderazgo inclusivo. Un área en la que Newlink Dominicana y Both, departamento especializado en gestión de la cultura organizacional, hemos conseguido progresos importantes con aliados.
Este tipo de liderazgo promueve valores como la empatía, la humildad o la escucha activa, de esa manera estimula mucho más el potencial de cada persona.
"Un líder inclusivo se caracteriza por ser capaz de crear estructuras colaborativas, flexibles y eficientes, basadas en la diversidad, la equidad y la inclusión, tres conceptos que han ido cobrando fuerza y sentido en la sociedad en general durante los últimos años", nos recuerda cada tanto Marcela.
En este caso, se le enseña al liderazgo cómo conseguir las aportaciones de cada persona, pero que cada una de ella se sienta realmente incluida. Pues, la diversidad se queda en un aspecto ineficiente, si no hay inclusión e igualdad.
Otra de las cosas en las que se educa a la gerencia y mandos es en los sesgos inconscientes; es decir, identificar patrones, prejuicios y preconcepciones que limitan en la formación de los equipos.
En cambio, al reparar sobre los sesgos, y así lo hemos comprobado sobre el terreno, se gana una riqueza enorme de pensamientos, ideas, metodologías de trabajo y de relaciones profesionales y personales valiosas que se traduce en bienestar.
Insistimos, los líderes no tienen por qué gestionar los cambios organizacionales solos. Con un aliado con la experiencia y gran sentido de compromiso, la carga se hace mucho más ligera y las recompensas en productividad, satisfacción y reputación son mucho mayores.