En un reciente foro celebrado por el Centro de la Juventud y de la Cultura (CJC), a propósito de los 49 años de fundación del barrio Cienfuegos, indiqué que muchos urbanistas y planificadores de Santiago debíamos ser como los hijos pródigos de esa comunidad.
Es decir, luego que nos opusimos con mucha razón al fraccionamiento del municipio Santiago, aprobado por la ley 65-18 que creó el Distrito Santiago Oeste, debíamos volver a ese territorio con humildad, pero con más capacidad y herramientas prácticas de gestión y planificación.
Contribuir con nuestros instrumentales y métodos probados, a ordenar territorialmente una de las circunscripciones municipales de la nación, con mayor potencialidad.
Recuerdo como ahora que, a propósito del gran incendio del barrio El Congo de Santiago, en la década de los años 70 del pasado siglo XX, nuestro titular del Colegio De La Salle de Santiago, el hermano Pedro Fernández invitó a sus estudiantes y profesores a escuchar al también hermano lasallista, Alfredo Morales.
El hermano Alfredo que había estudiado con Fidel Castro en el Colegio De La Salle de Santiago de Cuba, nos explicaría que nuestro colegio, profesores y estudiantes, iniciarían las labores concretas de solidaridad con las familias. Esos cientos de santiagueros muy pobres que fueron trasladados a una zona ubicada al oeste de la ciudad que por dicha catástrofe, pasó a llamarse “Cienfuegos”.
El cura lasallista. que luego se convirtió en un ícono de la educación liberadora y la gestión cultural innovadora, nos solicitó todo tipo de solidaridad. Desde dinero, hasta ropas, calzados y comida en latas. Subrayaba con mucho énfasis, “que si íbamos a ayudar, debíamos donar nuestras mejores vestimentas, zapatos y alimentos de calidad”. Así se hizo.
Valórese la iconografía y la lingüística popular. Es decir las formas habladas y escritas como el pueblo bautiza sus territorios. “Barrio El Congo” por la extrema pobreza y el color de la piel de sus habitantes. De aquí pasaron a “Cienfuegos” porque provenían de un gran incendio en un área denominada como una nación de África, pero que urbanísticamente se llamaba “el Callejón del Ejido”.
Hoy, tanto el presidente del Consejo de Desarrollo Estratégico (CDES), Ricardo Fondeur. También de la Corporación Zona Franca (CDES), Miky Lama y asimismo de la Asociación para el Desarrollo (APEDI), Juan Alfonso Mera, como quien suscribe como director del Plan Estratégico de Santiago 2030, somos de esa generación de jóvenes lasallistas.
Un grupo que en su momento y de jóvenes que por décadas, lo dimos todo por Cienfuegos desde alfabetización, donación de obra físicas, ropas y alimentos. Especial diversos proyectos educativos.
Hoy, volvemos a Santiago Oeste, cuyo centro urbano es Cienfuegos a unirnos a su Alcalde y Director, Eddy Báez. A trabajar juntos a los regidores, dirigentes empresariales y comunitarios. A concitar gestión común con decenas de asociaciones sin fines de lucros, grupos de mujeres y entidades de gobierno, a formular el Plan Estratégico de Desarrollo Territorial de Santiago (CDES)
Sabemos que mas de 60 barrios y sub-barrios de la ciudad de Santiago fueron convertidos en el distrito municipal denominado Santiago Oeste por la Ley 65-18. Hoy, ante el asombro de todos, este territorio y su entorno se transforman en una pujante centralidad urbana de la República Dominicana.
Área prioritaria para la atracción de inversiones, gobernabilidad, ordenamiento territorial y cohesión social para el sector privado, la sociedad civil y el gobierno.
Para varios centros de pensamiento estratégico mundial como CEPAL, ONU-Hábitat, BID, CAF y CIDEU, las centralidades urbanas son herramientas imprescindibles para impulsar la revitalización territorial y la movilidad sostenible. No es casual que Santiago Oeste, sea hoy sede del Monorriel y del master plan de zona franca.
Centralidad urbana es un concepto que describe espacios multifuncionales y potencial autosuficiencia, ubicados en distintos puntos de una gran ciudad. Gestan el balance distributivo entre equipamientos urbanos, empleos, viviendas y movilidad.
Se ha estudiado que la ruptura de la interacción entre espacio de movilidad y espacio edificado, y el distanciamiento, segregación y autonomía genera una gran cantidad de “centros urbanos sin urbanidad”. Santiago Oeste creado con estas características precedentes, debe ser transformado en esa nueva centralidad urbana de Santiago que supere la crisis de los centros tradicionales. Que potencie una nueva polaridad, centro especializado y nodo de actividades, con soporte en las redes de infraestructuras, que armonicen centralidad, movilidad y espacio urbano.
En Iberoamérica se sabe que para gestar centralidades urbanas, se impone fortalecer la planificación estratégica territorial y la movilidad integral. Esa es la base del nuevo Plan Estratégico de Desarrollo Territorial de Santiago Oeste que formulamos entre todos.
Las contradicciones en grandes centros urbanos, empoderan nuevas polaridades, centros especializados o nodos de actividades. Los mismos se basan en redes de infraestructuras que repiensan la relación entre centralidad, movilidad y espacio urbano.
El Censo 2022 registró en Santiago Oeste 107,487 habitantes que residen en apenas 16.6 Km2 de superficie. Está rodeado de 206,091 pobladores de barrios colindantes. Unas 331,578 personas que residen en 64.6 km2 en 10 barrios o distritos conexos que representan demográficamente, la tercera parte de la provincia Santiago.
Santiago Oeste aporta trabajadores a empresas formales y negocios informales. El entorno inmediato de Santiago Oeste registra dos grandes parques empresariales, el Víctor Espaillat Mera (PIVEM) y PISANO con decenas de miles de empleados.
Asimismo, grandes empresas como Envases Antillanos, Mera-Fondeur, Tenería Bermúdez, Agregados Ecocisa, Planta de Agua Residual, Relleno Sanitario, más de 200 negocios y comercios de bienes y servicios.
Santiago Oeste es la circunscripción geográfica y administrativa de los 235 distritos del país, con más habitantes. Acumula más población que 10 provincias. También con densidad de 6,475 hab/km2, superior a los 224 habitantes por kilometro cuadrado de la nación.
La formulación del Plan Estratégico de Santiago Oeste hace una apuesta al mejor futuro deseado. Esta nueva centralidad deberá transformarse en una ciudad innovadora que atrae inversiones; que ofrece servicios de calidad, generadores de confianza para vivir en un territorio de ejercicio constante de deberes y derechos, con participación activa y gestión ambiental adaptada al cambio climático.