¡Que no me empujes, que no me empujes¡, reza una canción de la resistencia dominicana por la intervención de 1965, como icono de una defensa obligada. Los pueblos emprenden con su soberana identidad histórica las hazañas inimaginables para su defensa cultural y territorial, vale para Ucrania, vale para Rusia y cualesquiera naciones de la órbita planetaria porque se resisten a perder su identidad. Así suele suceder para su territorio limítrofe, y esa pretensión se produce en la lucha por los espacios geoestratégicos entre los Estados por controlar su seguridad regional de influencia. Tenemos el caso de Estados Unidos, Rusia y China, los jugadores geoestratégicos, como los llama Brzezinski en su clásico texto, El Gran Tablero Mundial.
Veamos que nos informa en su Documento el Centro de Estudios de la Defensa Nacional del Reino de España, Ministerio de Defensa, sobre El Futuro de las Relaciones OTAN-Rusia del 2011. En dicho Estudios los varios expertos que trabajan el tema analizan los encuentros diversos desde 1991, luego de la caída de la Unión Soviética, entre ambas entidades, destacando la incertidumbre que afloraba en la vital Doctrina de Seguridad que negociaban; primo en las Cumbres de 1997 y 1999 conforme al Documento un recelo entre la OTAN y la Federación Rusa acerca de ciertos asuntos como el de expandir la OTAN mas al Este, [ Eurasia), con oposición de Rusia a incorporar con membresía a Ucrania.
Incluso a inicios de los años 2000 con la cooperación de Rusia se firmó un acuerdo para el no uso de armas biológicas y químicas; al tal punto que el secretario general, nos dice el documento en pag. 12, que: ¨Una relacion fiable y productiva entre la OTAN y Rusia es importante no solo para la seguridad europea sino también para la seguridad global*.Finalmente Rusia se retira de la OTAN cuando observa una expansión indetenible de la Organización Atlántica Norte contrario a sus intereses geopolíticos y especialmente cuando entran a la OTAN otros países de la Ex Unión Soviética, Estonia, Lituania, Letonia, Georgia, Montenegro, Macedonia,etc , siendo el punto más conflictivo y geoestratégico el intento por integrar a Ucrania, que es un jugador geopolítico con espacio vital para los intereses rusos.
En la mirada geopolítica, y con muchas razones de poder, los países imperiales se disputan a Eurasia y al corazón Ucrania, porque esta representa el borde fronterizo más sensible para Rusia, la incorporación suya a la OTAN es la entrada a la frontera vital de Rusia; la economía y el comercio de granos y cereales en abundancia, el pase del gasoducto, la producción de petróleo y gas en su territorio, la entrada de embarcaciones belicosas por el Mar Negro y Mar de Azov, con conexión al Mar Mediterráneo de Occidente. Cosa que se le hace imposible aceptar a Rusia porque representaría una grave debilidad para su defensa y la imposición en sus narices de armas nucleares por OTAN, dominada por Estados Unidos del Norte, que declaran los expertos geopolíticos es parte de su política exterior. No veamos en las simplezas de los comentarios respecto a la Guerra de Ucrania, aun rechacemos la destrucción de plazas, edificios e infraestructuras y muertes, a un Vladimir Putin y sus Fuerzas Armadas como una locura, porque las guerras hay que estudiarlas con un enfoque geopolítico en toda la historia humana, con causas políticas, sociales y económicas múltiples, avaladas por intereses vitales para la grandeza de Estados que buscan ampliación de poderes en un contexto determinado. Los demás son tertulias e inclinaciones por favores o simpatías de socios agradecidos.
Les transcribo este útil párrafo de análisis geoestratégico de Brzezinski en El Gran Tablero Mundial donde es previsor de lo que hoy sucede en la Guerra de Ucrania y la aspiración expansionista de la OTAN y su mando político:
*La tarea más inmediata es asegurarse de que ningún Estado o combinación de Estados obtenga la capacidad de expulsar a los Estados Unidos de Eurasia o de limitar significativamente su decisivo papel de árbitro. Sin embargo, la consolidación del pluralismo geopolítico transcontinental no debería considerarse como un fin en si mismo sino solo como un medio de alcanzar la meta a medio plazo para configurar unas genuinas asociaciones estratégicas en las regiones claves de Eurasia*.
Mas adelante el polaco americano expresa y recomienda a los Estados Unidos bregar y preocuparse por una estrategia de armonizar y unir a Europa, hacerlo por plazos y tomar en cuentas a una China mas preeminente, de manera que expansión de la OTAN bajo la dirección geopolítica de los Estados Unidos ya estaba prevista en documentos y en los expertos geoestratégicos desde la década de los 90s y principios de los 2000 en acuerdos que no se cumplieron 2009, 2010, 2012, 2014 y antes. Hoy Ucrania sufre las graves consecuencias de las pugnas geopolíticas del mundo Euroasiático, como un pivote vital en medio de las hostilidades que pudieran terminar en emisiones nucleares y afectar a toda la comunidad mundial, que ya se resiente con los simples aletazos económico-comerciales.
Como resultado de desconocer los protocolos del dialogo, la solución pacífica de las controversias y la diplomacia consagrados en la Carta de la ONU, la OTAN y Estados Unidos prefirieron optar por el enfrentamiento, sabedores como los describen los documentos arriba citados, por empujar a Ucrania y otras naciones del Este a procurar su acercamiento a la OTAN, acudiendo a un pretexto de soberanía que no se respetó en Irak, ni Afganistán; Ucrania sale dañada del conflicto, aunque recibe inmensas ayudas y cooperación en decenas de donación y créditos mayormente en armas sofisticadas y letales para equipararse al armamento Ruso, pierde la región del Donbass, Crimea y Mariupol, zonas claves industriales, portuarias y marítimas de importancia estratégica. Ganan los poderosos fabricantes de armas y se ensayan nuevos hipersónicos misiles, a expensas de la tragedia del pueblo ucraniano que huye, se desplaza de su hogar, mueren y dejan tras su patrimonio destruido por los azotes de la guerra evitable.
Tal como lo imaginamos Rusia iba a reaccionar posterior a su invasión en Ucrania resucitando un Bloque a remedo del Pacto de Varsovia de 1955, que acaba de anunciar en Cumbre del países amigables del Este, la llamada OTSC- Organización del Tratado de Seguridad Colectiva-; dando inicio a una Nueva Guerra Fría, en medio de un mundo rigurosamente globalizado y trastornando a todas las economías y los gobiernos democráticos que salían apenas de la trágica pandemia; las repercusiones se sienten con fuerzas en materia económica y de combustibles en la propia Unión Europea que le hizo coro, sufriendo una especie de harakiri, y en estos momentos no recibe el combustible por no someterse a pagar en Rublos, sino a las gravísimas medidas económicos-financieras lideradas por Estados Unidos. Cuando realmente la comunidad internacional hace énfasis en abrir puertas, y no cerrar puertas, ya que la cadena no solo es de suministro de productos y mercancías, sino de voluntades por la paz y seguridad para todos, toda vez que vivimos en un mundo multipolar, multilateral, no unipolar; es más, creo que pasamos por la transición de ese nuevo modelo complejo sustitutivo del viejo modelo postguerra mundial, que se resiste a cambiar y morir y que para tal se llevó a un Secretario General de la ONU que promovió una reforma; hoy la Organización mundial parece no tener autoridad moral y geopolítica para hacer sentar las partes en la mesa de negociación. Calla y no desempeña su rol protagónico que mandan los principios de su Carta.