Los delitos de sangre son tan inusuales en las mujeres que, cuando recibimos una noticia que implica a una mujer como la victimaria, nos embarcamos en conocer cada detalle sobre el caso. Es como lo define Echeburúa (2018) “la violencia grave en manos de las mujeres es una gota en el océano”. Estadísticamente hablando, las mujeres delinquen menos que los hombres, y la tasa es aún más baja en los delitos violentos. En este punto inciden factores biológicos (volumen ventral del cerebro, frecuencia cardíaca), de socialización; entre otros.
Jennifer Pan, canadiense, organizó y planificó el asesinato de sus padres. En este caso, estaríamos frente a un parricidio, homicidio agravado. En el 2010, en horas de la noche, destraba la puerta para que 3 sicarios puedan penetrar el hogar con el objetivo de asesinar a los padres de esta. La versión contada por ella a la policía fue que la amarraron a la barandilla de la escalera. El padre sobrevive y cuenta a las autoridades que su hija bajaba las escaleras y se unía a uno de los atacantes, caminando y conversando con él, mientras él y su esposa eran atacados. Los detectives profundizaron las investigaciones hasta dar con la trama de negociación y cómo acordaron que entraría.
Si bien en el documental de Netflix se hace resaltar el amor como el motivo del crimen, mi posición es que el motivo fue el lucro y venganza. Era beneficiaria de una póliza de vida, y supuestamente, había mencionado a los asesinos que ella heredaría una suma elevada, tras lo cual podía pagarles la suma acordada. Motivo frecuente en países como EEUU. El beneficiario de una póliza intenta dar muerte al titular para cobrar la suma asegurada.
Por otro lado, entiendo que Jennifer Pan tenía algunos rasgos psicopáticos. Echeburúa (2018) señala “la psicopatía, vinculada a un patrón de conductas que suponen una violación a los derechos de los demás, es el trastorno de la personalidad más relacionado con la delincuencia violenta. En general, se trata de personas que tienen una baja empatía e intolerancia a la frustración, no experimentan sentimientos de culpa, no acatan las normas ni la autoridad, sienten fascinación por la violencia, necesitan imperiosamente experiencias novedosas y no toleran el aburrimiento. Se trata de personas frías, calculadoras, violentas, egocéntricas e insensibles al sufrimiento ajeno.”
Aunque, es pertinente enfatizar que se debe profundizar sobre su historial de vida para determinar con certeza si podemos estar ante una psicópata.
El autor citado establece que “la violencia psicopática se caracteriza por la frialdad y sangre fría, así como por una crueldad extrema gratuita, premeditada (…).”
En estos casos se utiliza más la violencia instrumental, para la consecución de un fin o ganancia, que la reactiva, que es la que se da, por ejemplo, en los casos de una enfermedad mental, como la depresión (Echeburúa, 2018).
Los rasgos psicopáticos que notamos:
– Incapacidad de sentir emociones (los psicópatas pueden imitarlas y engañar hasta los mismos especialistas). En el documental, la psicóloga mencionaba lo sorprendida que estaba porque había llegado al punto de sentir pena por ella.
– Falta de arrepentimiento, no sentimientos de culpabilidad (está solicitando nuevo juicio manteniendo su inocencia).
– Mentira patológica (logró mantener una mentira durante un espacio de 4 años, cometiendo otras infracciones, como falsificar certificados).
– Manipulación.
– Encanto superficial.
– Incapacidad de aceptar la responsabilidad de sus actos.
– Crueldad (pasa por al lado de los padres mientras estos eran atacados).
– Falta de planes a largo plazo (fabricó una mentira con los estudios universitarios).
No obstante, en varias ocasiones, durante el interrogatorio, realiza acciones que evidencian tensión y nervios, conductas no propias de los psicópatas por razones de su propia estructura cerebral. Por eso, nos referimos a rasgos presentes, haciendo la salvedad que es preciso profundizar sobre su historial para llegar a esa conclusión.
En cuanto a mantener una mentira durante el espacio de 4 años, cuando decía que estaba estudiando en la universidad, más que por temor a fallar a las expectativas de los padres, mi impresión es que temía que se tomaran las acciones que tomaron los padres, tras enterarse del engaño, como pérdida de privilegios, como las salidas y el uso del vehículo, lo que pudo haber generado un nivel de frustración alto, y esto diera paso a la acción. Hubo un primer intento de contratar los servicios de un sicario, pero aquel no aceptó. Lo que fortalece mi teoría de que la motivación es el lucro, es que ella le confiesa que fue excluida de la póliza. El negar que sus padres se hubieran enterado del engaño, y luego del interrogatorio, dijera que la excluyeron, fue una de las primeras inconsistencias detectadas.
Es preciso mencionar que el cerebro debe hacer mucho más esfuerzo para mantener una mentira que frente a la verdad. Esto se verifica cuando ella se contradice durante el investigatorio. Durante estos interrogatorios se analizan cada detalle, y el interrogado tiende a subestimar la capacidad del detective para determinar cuándo le están mintiendo, quienes cuentan con técnicas avanzadas de interrogatorio.
Respecto a la psicopatía, si bien cada vez que se comete un crimen atroz se tiende a calificar al perpetrante de psicópata, no todos los son. Se estima que un 1% de la población general, es psicópata, y entre un 15 al 35% de la población carcelaria, lo es. Los crímenes cometidos por los psicópatas tienden a suscitar una gran alarma social debido a su nivel de crueldad y frialdad. Aunque, el diagnóstico dependerá de que el individuo cumpla con una cantidad de criterios, conforme al Checklist de Psicopatía de Robert Hare.