El pasado mes de julio se cumplieron 80 años de la celebración de la “Conferencia Monetaria y Financiera de las Naciones Unidas”, conocida como Convención de Bretton Woods, en la que fueron creadas las dos instituciones multilaterales: el Fondo Monetario Internacional y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF; el Banco Mundial). ¿Dónde fue eso y quiénes la protagonizaron?; ¿en qué contexto de desafíos geopolíticos y económico-financieros se celebró?; ¿en torno a qué temas o ideas giraron los debates, y qué se pactó?; ¿cómo habría sido el balance en términos de “ganadores” y “perdedores” ?; ¿qué enseñanzas de utilidad pueden desprenderse para la gestión en la coyuntura internacional de estos tiempos?
Y de importancia no menor, ¿acaso son parecidas y propicias las condiciones para, en un ejercicio de liderazgo responsable, las potencias del más alto nivel de hoy en día hicieran un aparte y, al margen de las tribulaciones y barbaries cometidas y por cometerse en los frentes de batalla en curso, orquestar un retiro como aquél, compartir y confrontar ideas y, quizá, convenir la celebración de un nuevo Bretton Woods que alivie de presión y asfalte el camino para la estabilidad y la esperanza de paz al mundo de estos tiempos?
El lugar
Breton Woods no tenía ni tiene todavía hoy en día categoría político-administrativa relevante. No era ni es una ciudad, un condado, un pueblo. Es una comunidad. Una estructura administrativa del municipio (Carroll), perteneciente a un condado (Coös) del estado de New Hampshire, USA. Usted sale de Boston, Massachusetts, recorre unos 260 kilómetros (cosa de 2 horas y 45 minutos), y llega. Si sale desde Lawrence, son 2 horas.
En el trayecto y los alrededores de Bretton Woods se puede disfrutar de la majestuosa belleza del entorno, como las impresionantes vistas que ofrecen las Montañas Blancas (parte de los Montes Apalaches): una cadena conocida por sus picos escénicos, incluido el Monte Washington, el más alto de la región. Asimismo, si gusta podrá ir al Bretton Woods Ski Área y gozar de un clima alpino con inviernos fríos y nevados, muy propios para esquiar en invierno; o de veranos frescos, muy dados para el senderismo, el golf y otras actividades al aire libre.
O bien, podrá disfrutar de un entorno natural protegido con una rica biodiversidad, como los parques y reservas naturales que le son próximas, o el Parque Estatal de Crawford Notch, el Bosque Nacional de las Montañas Blancas, y más.
Y lo más interesante por lo que viene al tema, podrá visitar, disfrutar y hasta hospedarse en el célebre y lujoso Mount Washington Hotel (actualmente es parte del complejo Omni Mount Washington Resort), famoso por su arquitectura impresionante.
El Mount Washington Hotel había sido construido cuatro décadas atrás (1902) por iniciativa del magnate del carbón y el ferrocarril Joseph Sitckney, que puso el capital, y gracias al trabajo laborioso de unos 250 artesanos italianos.
El hotel operó como como un negocio esplendoroso y boyante, en el que se daban vida lo mejor de la clase social de Washington, Massachusetts, New York, y más. Sin embargo, cosa de tres décadas después pronto entró en malas, seguramente que lastrado por inclemencias del tiempo tan extremas como las de la Gran Depresión en los años 30´s. Quebró.
Entonces, pasó a ser un elefante blanco en Bretton Woods, localidad que apenas tenía como referencia edificada a Fabyan, la raída estación del tren. Y como habitantes, sólo contaba un puñado de guardias (“guachimanes”) que cuidaban el edificio del hotel, al jefe de la estación y a la encargada del correo, que era su esposa. Esto era Bretton Woods en 1944, en los meses previos a la celebración del acontecimiento. Era de lo más parecido en USA al Macondo imaginado del gran García Marques (“Cien años de Soledad”).
En cosa de un mes, decenas de trabajadores, soldados y funcionarios del gobierno laboraron con frenesí y lograron reacondicionar la edificación del hotel, rescatándola del triste estado de abandono en que se encontraba; y con todo y fallas no menores, lograron ponerlo a punto para la ocasión de la Convención. “El personal del hotel se afanaba en intentar solucionar la escasez de todo, desde camas hasta agua caliente, pasando por personal de apoyo” (Benn Steil; La Batalla de Bretton Woods; 2009).
La concurrencia
Fue en el Mount Washington Hotel, donde se reunieron los más de 700 delegados provenientes de 44 países para la celebración del acontecimiento. En aquellos años, el mundo contaba con alrededor de 74 países, colonias o protectorados, un gran contraste con los 193 países y estados nacionales existentes miembros de la Organización de las Naciones Unidas en la actualidad.
Imagínese usted, ¡tanto ´fuereño´ y gente “rara” venida de tantas partes diferentes! Era un verdadero espectáculo ver ese reperpero de colombianos, polacos, liberianos, chinos, etíopes, rusos, filipinos, islandeses, caribeños, alemanes, hindúes y más, irrumpiendo de repente en aquél remanso de tranquilidad y paz.
Dos equipos-país concentraban la atención e influencia en Bretton Woods. De un lago, la delegación de los Estados Unidos, encabezada por su entonces secretario del Departamento del Tesoro, Henry Morgenthau Jr, en su calidad de la máxima autoridad política, pero que el punto focal para la generación de las ideas y la negociación lo ostentaba Harry Dexter White, el principal arquitecto del sistema financiero internacional. Un tipo dotado de una mente “rutilante”, de pensamiento estratégico, influyente, tenaz, astuto, persuasivo, muy comprometido con la causa, y más.
Mientras que, del otro estaba el equipo delegado de Gran Bretaña liderado por el insigne Sir John Maynard Keynes, un tipo de pensamiento económico preclaro y bien curtido, revolucionario, visionario, magistral, ingenioso, perspicaz y astuto. Incisivo.
El choque de trenes pertrechados de ideas económicas e intereses encontrados estaba echado. Todos estaban prestos para la gran “batalla”, la celebración de la Conferencia Monetaria y Financiera de las Naciones Unidas (Convención de Bretton Woods), hace 80 años, en la que se diseñó el sistema económico y financiero global y fueron creadas los dos organismos multilaterales señeros que han dejado impronta duradera en la historia económica y en las finanzas internacionales, por décadas. Esto fue del 1ro al 22 de julio de 1944.
Del contexto de desafíos económico-financieros globales en que se concibió y celebró Bretton Woods, antecedentes teóricos relevantes, ideas que revoloteaban en el ambiente y temas en torno a los cuales giraron los debates y se dieron los encontronazos de posiciones entre participantes, se ocupará la siguiente entrega.