1.- Las mujeres y los hombres que en sociedades atrasadas y dependientes, como la nuestra, por convicción abrazan la lucha social, deben estar siempre listos, en tensión, dispuestos a controvertir.
2.- En la actualidad, en el medio dominicano están en discusión una posible reforma fiscal y el voto obligatorio en los procesos electorales en los cuales han de ser escogidos los que desempeñan funciones electivas en las instituciones del Estado.
3.- En cada asunto, tanto en el de la reforma fiscal, como el voto obligatorio, el defensor de las mejores causas debe estar listo para contraponer la posición de los proponentes.
4.- El interés de los que propician una reforma fiscal, es que la misma sea aceptada tal cual ha sido elaborada, pero es aquí cuando procede, comience el accionar de los que adversan semejante proyecto.
5.- Existen más que justos motivos para que antes de dar inicio a la discusión de la proyectada reforma fiscal, el gobierno central explique toda una serie de gastos que el pueblo debe conocer de su correcta utilización.
6.- Los contribuyentes tienen el legítimo derecho de saber cómo son invertidos los dineros que pagan y deben ser administrados de manera correcta, con honestidad y eficiencia.
7.- Se supone que nadie, absolutamente nadie, resulta favorecido con los dineros que todos aportamos al erario. Los privilegios molestan, irritan.
8.- Si se hace una reforma fiscal para obtener más recursos, es porque los actuales son insuficientes para el gobierno cubrir sus desembolsos.
9.- Para poner al pueblo dominicano a pagar más tributos, es porque las actuales recaudaciones no bastan para el gobierno hacerle frente a lo que gasta de manera legal y honesta, no en derroches.
10.- Lo que demuestra la realidad dominicana es que al gobierno le será difícil justificar una reforma fiscal ante el desperdicio, el tanto malgastar recursos económicos en el Congreso Nacional y con la prodigalidad en la entrega de dinero a los partidos políticos.
11.- Una administración que regala el dinero del pueblo, comportándose pletórica, muy manirrota, no requiere obtener más dineros con una reforma fiscal.
12.- La profusión, el despliegue de dinero en calidad de donación a legisladores, partidos políticos y tránsfugas, es una evidencia de que aquí sobran los recursos, y no hay necesidad de nuevas y más recaudaciones. Es de suponer que el gobierno está viento en popa, boyante.
13.- A los defensores del voto obligatorio, hay que decirles que uno de los motivos que justifican la abstención electoral, es la prostitución de la politiquería dominicana que ha hastiado a las ciudadanas y a los ciudadanos decentes.
14.- Los sufragantes limpios de conciencia y conducta, se cansaron de las tantas vagabunderías que rodean los procesos electorales en nuestro país, donde la mercancía dinero y el tigueraje deciden las votaciones.
15.- Tomar parte, entremeterse y de cualquier forma implicarse en el debate de la reforma fiscal y el voto obligatorio, es contribuir, aportar al proceso que libra nuestro pueblo para un mejor porvenir.