Un balance de la gestión de Andrés Manuel López Obrador (Amlo) tiene necesariamente que empezar con el contexto histórico que hizo posible su victoria en 2018. El neoliberalismo había caído en una crisis de legitimidad y no se pudo levantar. Los partidos dominantes (Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido Acción Nacional (PAN) y Partido de la Revolución Democrática (PRD) ya no tenían nuevas propuestas. En ese contexto Amlo, un político carismático con un proyecto de nación que venía proponiendo desde los años ochenta, se proyectó presidenciable. Este político fuera de serie en el contexto mexicano había formado parte del proyecto político del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, quien había competido en las elecciones de 1989 y que perdió contra Carlos Salinas de Gortari, gracias a un gigantesco fraude electoral.

El surgimiento de un liderazgo nacional

En las décadas del siglo actual Amlo desarrolló su proyecto, ganando, en el 2000, las elecciones para Jefe de Gobierno del Distrito Federal, donde hizo un buen gobierno y luego participando en las elecciones presidenciales de 2006, las cuales perdió debido a otro fraude electoral que permitió el ascenso al poder de Felipe Calderón (2006-2012). Amlo utilizó ese sexenio para promover su proyecto nacionalista y luego participar en las elecciones de 2012, las cuales perdió, debido esencialmente, a que las cadenas televisoras de Televisa y Televisión Azteca construyeron la candidatura de Enrique Peña Nieto, conjuntamente con una campaña de distribución de tarjetas prepagadas para motivar a que la gente votara al candidato del PRI. Pese a esta campaña, Amlo sacó 14 millones de votos y mostró, una vez más, que su camino a la Presidencia de la República era viable.

Luego de las elecciones de 2012, Amlo se propuso construir un partido porque el Partido de la Revolución Democrática (PRD) no comulgaba con el proyecto de nación que él proponía. Desde 2011, Amlo venía construyendo el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), una corriente dentro del PRD y, en 2014, lo inscribió como partido político en el Instituto Federal Electoral (IFE). Morena creció rápidamente como alternativa a los partidos neoliberales y ganó las elecciones de 2018 con 53 por ciento de los votos.

Los grandes proyectos de infraestructura y los militares

Cuando asume la Presidencia de la República, Amlo inicia un proyecto de construcción de grandes obras mediante las cuales rescataba el papel de constructor del Estado mexicano, el cual había sido reducido significativamente durante la etapa neoliberal. Sin embargo, una vez en el poder, se dio cuenta que solo las Fuerzas Armadas estaban bien preparadas para ayudarle a llevar a cabo su proyecto de rescate del Estado y las integró para que lleva una serie de proyectos: reparación de 84 hospitales, construcción de aeropuertos, construcción de un tren que uniera al Puerto de Salinas Cruz, Oaxaca en el Pacífico, con el puerto de Coatzacoalcos, Veracruz y la construcción de dos tramos del Tren Maya, un proyecto de 1,554 kilómetros. El proyecto de Salina Cruz a Coatzacoalcos le fue encargado a la Secretaria de Marina (Semar) y luego también se le encargaría la administración de todos los puertos y aduanas marinas para luchar contra el narcotráfico. Las aduanas terrestres le fueron encargadas al Ejército Nacional. Significativamente, la Secretaria de Defensa Nacional (Sedena) fue encargada de organizar la Guardia Nacional, la cual hoy cuenta con cuarteles a lo largo y ancho de la geografía nacional y unos 130 mil efectivos. Pese a estos grandes esfuerzos, la lucha contra el narcotráfico sigue pendiente como uno de los grandes retos que tendrá que enfrentar la gestión de Claudia Sheinbaum.

Algunos críticos han planteado que se militariza el país, pero estos parece que no se dan cuenta que el Estado fue prácticamente desmantelado durante la etapa neoliberal y que no había instituciones confiables que pudieran encargarse de tareas prácticas con el robo de combustibles, desastres naturales, combate al narcotráfico, transporte de las vacunas durante la pandemia, etc. Más importante aún, tener a los militares ocupados y con proyectos propios favorecía para que la derecha ni pensara en la posibilidad de un golpe de Estado. Posiblemente, esta realidad hiciera que Amlo no pudiera cumplir con su promesa de averiguar, a cabalidad, que pasó con los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa, Guerrero en 2024, cuando Enrique Peña Nieto era Presidente de la República. Este asunto sigue pendiente para la gestión de Claudia Sheinbaum y ella ha prometido darle seguimiento.

La reforma del poder judicial

La reforma al sistema judicial del país es otro proyecto de suma importancia. Desde su llegada al Ejecutivo de la Nación, Amlo propuso que este sistema se reformara desde dentro, pero, contrariamente a lo pedido, el sistema judicial se convirtió en el peor enemigo de su gestión. Los jueces se convirtieron en aliados de la oposición de derecha y daban a amparos tanto a empresarios como Ricardo Salinas Pliego, propietario de televisión Azteca, quien desde hace más de dos décadas no paga impuestos. Este empresario ha gozado de la protección de la justicia. Peor aún, innumerables jueces a nivel nacional han liberado a narcotraficantes bajo el argumento de que la fiscalía estatal o federal no se había instrumentado bien el expediente del acusado. Esto dio lugar que se liberara a muchos narcotraficantes. En vista de que no se consiguió que el sistema judicial se reformara desde dentro, se procedió a reformar la constitución para llevarla a cabo. Morena tiene mayoría calificada en ambas cámaras del Congreso de la Unión y, por eso, se aprobó la propuesta del Presidente para que los jueces y los ministros de la Suprema Corte de la Nación sean electos por los ciudadanos. Esta elección se realizará en 2025 y ya el Instituto Nacional Electoral ha empezado los trabajos para realizar esta importante elección.

La reconstrucción del tejido social

La reconstrucción del tejido social fue otro gran proyecto exitoso de la gestión de Amlo. La privatización llevada a cabo durante los 36 años de neoliberalismo dejó las instituciones del Estado en una situación precaria y los servicios que históricamente se proporcionaban a la población había prácticamente desaparecido. Se calcula que más de 40 por ciento de la población había quedado bajo el umbral de la pobreza y 53 millones no tenía acceso a los servicios de salud. Ante esta situación, a una parte de la población no le quedó otra alternativa mas que emigrar a Estados Unidos y desde allí enviar remesas a sus familiares para ayudarles a subsistir en circunstancias precarias. Si no fuera para las remesas que, alcanzaron 63,000 millones de dólares en 2023, posiblemente la sociedad hubiera caído en una situación peligrosa. De todas formas, el auge del narcotráfico durante la etapa neoliberal es parte de la búsqueda de muchos ciudadanos de buscarse algún medio de vida sea legal o ilegal.

La política social de Amlo

Basado en la experiencia que tuvo durante su gestión al frente del gobierno del Distrito Federal (2000-2005) con el desarrollo de 14 programas sociales, buscó extender estos a todo el país con programas que incluyeron los siguientes: 12 millones de becas para niños y niñas pobres, un millón de apoyos a niños y niñas con discapacidad, 8 millones de jubilaciones para adultos mayores de 65 años, la construcción de 200 pequeñas universidades en lugares remotos para ayudar con las necesidades especificas de las regiones mas empobrecidas del país. Además, se implementó programas para ayudar a la juventud como jóvenes, los pescadores y los campesinos a quienes se le paga para que siempre árboles frutales y maderables. El dinero para cubrir estos programas salió de la lucha contra la corrupción y el pago de impuestos que se exigió a los grandes empresarios, a muchos de los cuales se les había condonado el pago de contribuciones fiscales debido a su cercanía con las autoridades. Sin embargo, uno se pregunta si se podrá continuar estos programas sociales sin una reforma hacendaria que aumente los impuestos aquellos que tienen grandes riquezas, las cuales aumentaron significativamente durante la gestión de Amlo.

Las limitaciones de la gestión de Amlo y el nuevo gobierno

No cabe duda que durante su gestión, Amlo logró empezar a rescatar el Estado y arraigarlo en la sociedad, es decir, convertirlo en un instrumento para el recobro de todos los ciudadanos y no solamente los que tienen grandes riquezas. Veamos, brevemente, que se prometió y no se logró hacer.

En un discurso pronunciado el 13 de mayo de 2018 frente a maestros y maestras Guelatao, Oaxaca el candidato Amlo prometió abrogar la reforma neoliberal en educación y habló de 10 promesas entre las cuales estaban: fortalecer la educación pública, gratuita y de calidad; alimentación en todas las escuelas, becas, respetar la independencia y autonomía del magisterio, impulsar la educación indígena, suspender las cuotas que pagan las familias para el mantenimiento de las escuelas. Varias de estas promesas se cumplieron, pero en materia laboral se dejó a los maestros y maestras sin la protección del Articulo 3ro. Constitucional, es decir, la fijación los términos de ingreso, promoción y permanencia en el servicio. Peor aún, el gobierno asume el control unilateral de las relaciones laborales, el reglamento de escalafón, se anula el principio de bilateralidad y se cancela el derecho de inamovilidad de los trabajadores de la educación. Atender este asunto queda como tarea pendiente para la gestión de Claudia Sheinbaum, quien goza de amplia simpatía entre los maestros y maestras.

Igualmente queda pendiente el trato a los migrantes que pasan por México para llegar a Estados Unidos. Este tema se denunció repetidamente durante el sexenio y el gobierno no pudo o no supo cómo tratarlo. Equivalentemente, el trato con el movimiento feminista queda pendiente, pero la gestión de Sheinbaum ha prometido que estamos en “tiempos de mujeres” y que se le dará un trato especial. Ojalá que así sea porque el manejo que se le dio durante la gestión de Amlo dejó mucho que desear.

Finalmente, quizá una de las falencias mas significativas de la gestión de Amlo es que su partido, Morena, se convirtió en una maquinaria electoral que se distanció de los movimientos sociales, los cuales había venido acompañando hasta que se convirtió en partido inscrito en el Instituto Nacional Electoral. En lugar de educar y elevar el nivel de conciencia social de sus seguidores, Morena se ha convertido en un partido que parece no escapar a la cultura priista, donde los militantes buscan resolver sus problemas personales. La experiencia de Brasil y Argentina muestra que sino se hace una campaña de educación para que la gente sepa por qué recibe ayuda del gobierno para resolver sus problemas inmediatos y salir de la pobreza. Los 9.5 millones de mexicanos salieron de la pobreza durante la gestión de Amlo necesitan ser concientizados para que sepan por qué reciben un cheque del gobierno. De lo contrario, cabe la posibilidad de que en el futuro pasen a votar por candidatos de derecha, como pasó en Brasil y Argentina. De modo que el gran reto para la gestión de Claudia Sheinbaum es promover una revolución cultural para que la gente adquiera conciencia de lo que ha obtenido durante la gestión de Amlo.