Ni desempolvo gabanes ni goloseo puestecitos: Abinader rompió paradigmas. Más que líder es casi un tecnócrata. Lo que no logra su carácter adusto lo logra su desaforado workoholismo.
La gente está contenta. No lo digo yo: lo dicen las encuestas, el triunfo del domingo. Lo dirá el de mayo.
Si el cuatrienio que comienza en agosto imita al que en agosto termina; si, como estoy seguro, no será tentado por un inaceptable continuismo; si sus contrincantes persisten en sus pifias y si lo sucede otr@ candidat@ como él, habrá PRM para rato. Si lo imita, será una buena nueva.