Las vainas que se oyen en este país son realmente absurdas y potencialmente peligrosas. Los partidos PLD, FP y PRD, de la alianza Rescate-RD, denunciaron un presunto intento de sabotaje en las elecciones municipales.
Hablan de un apagón tecnológico por parte del gobierno cuando concluyan las elecciones.
Y yo me pregunto ¿A quién le conviene ese supuesto apagón que no pasa de ser una denuncia irresponsable?
A los mismos partidos y dirigentes que están advirtiendo de ese apagón porque saben que un rodillo les pasara sobre la cabeza.
Es absolutamente ridículo pensar que el partido gobernante este detrás de un sabotaje electoral cuando tiene asegurada una victoria en las dos terceras parte de los municipios y una más amplia en las elecciones presidenciales.
A los únicos que les puede pasar por la mente el sabotaje es a los partidos que la denunciaron y que forman la llamada Alianza Rescate-RD.
Pero mucho cuidado porque esa época paso, aunque la frustración y la derrota pueden desequilibrar mentalmente a algunos políticos, y especialmente expresidentes, que contaminaron y manipularon, con sus prácticas corruptas, la voluntad popular en pasadas elecciones.
Siguen viviendo en sus años dorados donde eran batuta y constitución.
Estamos frente a un proceso electoral que pasará a la historia y donde nadie se atreverá a jugar con fuego intentado desconocer los resultados en las urnas. Los perdedores pueden patalear, alegar irregularidades en los listados de votantes cuando alguien no aparece, atrasos en la apertura de algunas mesas y cualquier otra nimiedad. Pero nada de eso alterara los resultados electorales.
Y cuando hablo de perdedores, me refiero a la oposición o al propio partido de gobierno ya que todos tendrán victorias y derrotas.
Habrá muchos observadores nacionales e internacionales, más para cubrirse en salud que para supervisar a una JCE que está haciendo su trabajo con transparencia e independencia.
Pero más que en esos observadores, mi confianza la deposito en la sociedad civil dominicana y sus organizaciones, que estarán atentas al desarrollo de las votaciones en todo el país, incluyendo la práctica de comprar votos frente a los colegios electorales.
El domingo 18 de febrero y el domingo 19 de mayo, salgan a votar y después vuelvan a su hogar y pase su día tranquilo y en familia, viendo televisión, durmiendo o cocinando, hasta que comience el conteo de los votos.
Al día siguiente todo volverá a la normalidad y a la jodida faena para ganarse la vida.