El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este viernes nuevas sanciones comerciales de su país contra Rusia como represalia por la invasión de Ucrania, entre las cuales se encuentra la llamativa prohibición de importar dos de los productos rusos más simbólicos: el vodka y el caviar.
En concreto, EE.UU. no permitirá la entrada por sus aduanas de vodka, diamantes, pescado y mariscos de Rusia, productos a los que Biden se refirió como "distintivos" de la economía rusa.
En una intervención televisada desde la Casa Blanca, Biden dio más detalles sobre la decisión adelantada ayer de poner fin a su trato comercial favorable con Rusia y explicó que el objetivo es dificultar los negocios entre ese país y EE.UU.
Además de Biden, el resto de líderes del G7 también anunciaron este viernes planes para poner fin a su trato comercial favorable a Rusia, lo que abriría la puerta a la posible imposición de aranceles a Moscú.
"Nos aseguraremos de que los productos de las compañías rusas no reciben un trato comercial afín en nuestras economías", anunciaron en un comunicado los líderes del G7, que aparte de EE.UU. está integrado por Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón y Reino Unido.
En el caso de EE.UU. y pese a haber sido anunciada por Biden, la retirada del trato denominado de "nación más favorecida" a Rusia debe ser aprobada por el Congreso estadounidense, algo que se espera que salga adelante sin problema al contar con apoyos tanto demócratas como republicanos.
Ucrania y Canadá ya han retirado a Rusia el estatus de "nación más favorecida", uno de los principios fundamentales del comercio internacional por el que vela la Organización Mundial del Comercio (OMC).
En la práctica, la medida supone que EE.UU. y el resto de países que tomen la decisión podrán aplicar impuestos a las importaciones (aranceles) de Rusia al nivel que lo deseen, denegar a firmas rusas acceso a sus mercados de servicios y no proteger sus derechos de propiedad intelectual.
El estatus de "nación más favorecida" existe para evitar que los 164 países que forman la OMC establezcan discriminaciones entre ellos, por lo cual si se concede a un país una ventaja especial, en general se debe hacer lo mismo con todos los demás miembros de la organización.
Rusia no es uno de los principales socios comerciales de EE.UU., pero el intercambio bilateral es notable: en 2019, las exportaciones rusas al país norteamericano ascendieron a 22.300 millones de dólares, según la Oficina del Representante de Comercio estadounidense.
En su intervención de este viernes, Biden también alertó al presidente ruso, Vladímir Putin, de que su país pagará "un alto precio" si usa armas químicas o biológicas en Ucrania, al mismo tiempo que avisó de que Washington defenderá "cada centímetro" del territorio de los aliados de la OTAN.
Sin embargo, insistió en que quiere evitar cualquier confrontación directa entre la OTAN y Rusia porque eso supondría, advirtió, el inicio de la Tercera Guerra Mundial.
El mandatario estadounidense también adelantó que los países del G7 trabajarán para cerrar a Rusia cualquier fuente de financiación procedente de instituciones financieras internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
"Putin es el agresor y debe pagar el precio por ello. No puede seguir tomado acciones que amenazan los fundamentos de la paz y la estabilidad internacional y luego pedir ayuda financiera a la comunidad internacional", apuntó.
Esta mañana, Biden mantuvo una conversación telefónica con su homólogo ucraniano, Volodomir Zelenski, en la que trasladó su apoyo al pueblo de Ucrania que se defiende ante el ataque "injustificado y no provocado" de Rusia.
La Casa Blanca informó en un comunicado de que el presidente estadounidense también destacó el creciente apoyo humanitario, económico y en materia de seguridad que EE.UU. está brindando a Ucrania e informó a Zelenski de la última hora en relación a las sanciones impuestas por EE.UU. y sus socios europeos contra Rusia.