Un primer donativo de 1,5 toneladas de "medicamentos y material gastable" de Unicef arribó este sábado a La Habana para ser entregado a los damnificados de la tormenta tropical Óscar -que ha dejado un saldo de siete muertos– en la provincia oriental de Guantánamo.

El fondo de la ONU estima que esta ayuda servirá para apoyar la atención médica de unas 140.000 personas, "sobre todo a mujeres embarazadas, niños y adolescentes".

Citada en un comunicado de la organización, su representante en Cuba, Alejandra Trossero, aseguró que el objetivo es "contribuir con los esfuerzos nacionales de respuesta y recuperación en las zonas más afectadas, sobre todo para que las niñas, niños y adolescentes y sus familias en Guantánamo cuenten con los servicios básicos”.

El donativo está integrado por 60 kits que incluyen medicamentos como analgésicos, antipiréticos, antibióticos, antifúngicos y otros insumos para casos de emergencia médica.

De igual forma, Unicef señaló que, con apoyo de la Dirección General de Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitaria Europeas (ECHO), pudo asegurar "1.000 láminas de techos, 680 purlins y 4.700 tornillos" para la reconstrucción de 74 escuelas afectadas en la provincia oriental.

Óscar entró en Cuba el domingo -como huracán de categoría 1 (de 5) en la escala Saffir-Simpson- muy cerca de la ciudad costera de Baracoa, en Guantánamo (este), y se convirtió en una tormenta antes de irse el lunes por una zona próxima a Gibara, en la provincia Holguín (noreste).

Hasta el momento, las autoridades isleñas no han podido dar un saldo definitivo de daños materiales y humanos tras el paso del ciclón por la difícil accesibilidad a la zona del impacto.

Aún quedan áreas devastadas incomunicadas donde las lluvias castigaron intensamente con acumulados que provocaron escurrimientos desde las montañas, grandes inundaciones, y en consecuencia la incomunicación, impidiendo el acceso de los grupos de socorristas.

Los municipios más afectados están en Guantánamo: San Antonio del Sur, Imías, Baracoa y Maisí. Según estimaciones de Unicef, la población afectada asciende a las 149.693 de personas, de las cuales 32.600 (22 %) son niños.

El viernes, las autoridades cubanas comenzaron a evacuar a los pobladores de los municipios orientales de Baracoa (Guantánamo, 80.000 habitantes) y Moa (Holguín, 70.000 habitantes) después de las lluvias intensas que se registraron en las últimas horas.