Además de los combates en la vida real, los gobiernos de Rusia y de Ucrania se mantienen en una guerra diplomática y de información, ambos acusándose de mentir y de manipular hechos e imágenes.

Este martes en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, reclamó que se elimine el derecho a veto en ese organismo, debido a que Rusia es uno de los 5 países que tienen ese privilegio (los demás son Estados Unidos, Francia, Reino Unido y China).

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, reclamó este martes al Consejo de Seguridad de la ONU la expulsión de Rusia o algún tipo de reforma que permita superar el derecho a veto de Moscú y tomar medidas en respuesta a la invasión de su país y detener así la guerra.

"Si no hay otra alternativa, la siguiente opción es que se disuelvan", dijo Zelenski a los representantes de los quince países que forman el máximo órgano de decisión de Naciones Unidas.

En un discurso por videoconferencia, el mandatario ucraniano denunció que el Consejo de Seguridad ha demostrado no ser efectivo en esta crisis y advirtió que, si la ONU no actúa, ello supondrá el fin del orden internacional basado en normas.

"Si esto continúa, los países confiarán únicamente en el poder de sus propias fuerzas para asegurar su seguridad y no en la ley internacional o las instituciones internacionales", señaló un Zelenski visiblemente molesto por la incapacidad del Consejo de Seguridad para tomar decisiones como consecuencia del poder de veto ruso.

Así, planteó una reforma del Consejo que evite este tipo de situaciones y que dote al órgano de una "representación justa de todas las regiones del mundo", con verdadera capacidad para detener guerras.

Zelenski propuso además la convocatoria de una "conferencia global" para decidir cómo reformar el sistema mundial de seguridad, cómo establecer garantías para el reconocimiento de las fronteras y cómo hacer cumplir con la ley internacional.

"Tenemos que hacer todo lo posible para dejar a la próxima generación una ONU efectiva, con capacidad para responder preventivamente a problemas de seguridad, impedir agresiones y forzar a los agresores a la paz", insistió.

En su discurso ante el Consejo de Seguridad, Zelenski denunció las supuestas atrocidades cometidas por las fuerzas rusas en Ucrania, tras haber visitado la localidad de Bucha, escenario de una presunta matanza de civiles.

Según aseguró, "no hay un sólo crimen que (los rusos) no cometieran" en esa población cercana a Kiev, donde Zelenski denunció que se asesinó a civiles "por placer".

"Cortaron extremidades y gargantas, violaron y mataron a mujeres delante de sus hijos. Les arrancaron la lengua sólo porque el agresor no oyó lo que quería de ellos", relató sobre lo sufrido por los habitantes de Bucha.

Zelenski comparó las acciones rusas con las de grupos terroristas como el Estado Islámico (EI) y acusó a Rusia de llevar a cabo una destrucción sistemática de Ucrania.

"La masacre de Bucha es, desgraciadamente, sólo uno de los muchos ejemplos de lo que los ocupantes han estado haciendo", recalcó.

Zelenski acusó a las autoridades rusas de fabricar todo tipo de historias para tratar de tapar lo sucedido en lugares como Bucha, pero subrayó que su país tiene "pruebas concluyentes" y está facilitando el acceso de periodistas y observadores internacionales para que haya un análisis transparente.

El líder ucraniano defendió que quien ordenara los ataques debe ser juzgado por "crímenes de guerra", para lo que planteó un proceso en un tribunal internacional.

Rusia responde

Por su lado, el gobierno de Rusia ha negado de manera reiterada que esté llevando a cabo un genocidio o matanza generalizada que incluye a civiles ucranianos.

Dijo que las acusaciones sobre una supuesta mantanza en la ciudad de Bucha obedece a un montaje y a una manipulación de la realidad. Argumentó, a través del ministro de Esteriores, Serguéi Lavrov.

El ministro de Exteriores de Rusia denunció que las "noticias falsas" sobre la matanza supuestamente cometida por tropas rusas en la localidad ucraniana de Bucha buscan torpedear las negociaciones con Ucrania.

"La comunidad internacional debe saber la verdad. Rusia está dispuesta a trabajar honestamente con Ucrania en la mesa de negociaciones", aseguró Lavrov en una declaración en directo por la televisión.

Por otro lado, el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, afirmó que las fuerzas rusas no están avanzando más rápido en Ucrania porque tratan de "salvar al máximo número de civiles".

Al hablar en el Consejo de Seguridad de la ONU, comparó la actitud de sus soldados con los estadounidenses en Irak y Siria, donde "aplastaban ciudades sin compasión".

Nebenzia aseguró además que las fuerzas rusas "no vinieron a conquistar, sino a traer la paz que tanto necesita el Donbás (región del este y rusohablante). Para ello tenemos que eliminar, extirpar el tumor nazi que consume Ucrania y que tratará de consumir Rusia. Y eso lo lograremos antes o después", advirtió.

El embajador lanzó un mensaje a los ucranianos advirtiéndoles que "a los países occidentales no les importa Ucrania, es solo una prenda en el juego político contra Rusia. Sacrificarán al país, mientras intentan prologar el conflicto entregando armas", advirtió.

Aseguró que junto a los soldados ucranianos hay "delincuentes, ladrones y extranjeros a los que distribuyen armas".

Además, sostuvo que las imágenes llegadas de las matanzas en Bucha, en la región de Kiev, no prueban que hayan sido cometidas por los soldados rusos, pues según su tesis -que ya la expresó ayer- es imposible que los cadáveres hayan estado tanto tiempo abandonados en las calles sin mayores señales de descomposición.

En realidad, Nebenzia contraatacó esas versiones de matanzas rusas en Ucrania con testimonios recogidos según él por sus soldados entre ciudadanos de las provincias prorrusas del Donbás (este) y que repitieron las acusaciones de violaciones, torturas y malos tratos, pero atribuidas a "radicales ucranianos".