Biden, que hoy abandonó el poder tras cuatro años de mandato, había firmado esa orden ejecutiva a menos de una semana de abandonar el poder.
Tomó esta decisión para propiciar la liberación de varios presos cubanos como parte de un proceso que contaba con la mediación del Vaticano. De hecho ese mismo día Cuba anunció la liberación de 553 personas "sancionadas por delitos diversos".
Biden había suspendido también la capacidad de los ciudadanos estadounidenses de demandar en tribunales de Estados Unidos la expropiación de sus propiedades en Cuba y levantó algunas sanciones financieras.
La inclusión de Cuba en el listado en enero de 2021 fue una de las últimas decisiones que tomó Trump antes de dejar el poder en su primer mandato (2017-2021).
Estados Unidos justificó entonces la medida aludiendo a la presencia en la isla de miembros de la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que viajaron a La Habana para iniciar negociaciones de paz con el Gobierno de Colombia.
Esa designación implica la prohibición de venta de armas con ese país, un mayor control a sus exportaciones, restricciones en la ayuda exterior, mayores requisitos para los visados y diversas sanciones económicas.
Cuba había formado parte de la lista desde 1982, pero salió en 2015 durante la etapa de acercamiento impulsada por el entonces presidente estadounidense Barack Obama (2009-2017) y frenada por Trump, que durante su primer mandato redobló las sanciones sobre La Habana y frenó el "deshielo".
La Administración saliente de Biden había hecho algunos gestos hacia la isla, como la eliminación del límite de remesas para Cuba, pero había mantenido hasta mediados de enero a Cuba en ese listado al que ahora vuelve el país.
En su audiencia de nominación como secretario de Estado, Marco Rubio, que fue confirmado este lunes por el Senado, había declarado la semana pasada que tenía "cero dudas" de que Cuba es un país promotor del terrorismo.
Cuando se produjo la salida, el Ejecutivo cubano calificó de "decisión en la dirección correcta" -aunque limitada- el anuncio de Washington.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de la isla subrayó que se trataba de un paso "muy limitado" sobre una política "cruel e injusta" y destacó que "la guerra económica permanece".
El Senado confirma a Marco Rubio como nuevo secretario de Estado
El Senado de Estados Unidos confirmó este lunes por unanimidad al senador de Florida de origen cubano Marco Rubio como nuevo secretario de Estado del país, convirtiéndose en el primer hispano en dirigir la diplomacia estadounidense.
Rubio, de 53 años e hijo de inmigrantes cubanos, es el primer confirmado del gabinete de la nueva Administración del presidente Donald Trump, quien tomó posesión horas antes.
Senador desde 2010, Marco Rubio, que no recibió un solo voto en contra de su confirmación, se ha ganado durante los años el respeto de sus compañeros de la Cámara, lo que facilitó una confirmación rápida para el cargo, a diferencia de otros nominados para el gabinete mucho más polémicos.
El líder de la minoría demócrata, el senador Chuck Schumer, instruyó a su bancada a votar a favor de la confirmación de Rubio porque, "a pesar de nuestras diferencias", "es lo apropiado", al tiempo que recordó que el Comité de Relaciones Exteriores aprobó su confirmación por unanimidad horas antes.
Schumer avisó a Trump que el Senado no va a a dar el mismo apoyo al resto de nominados de Trump para su nuevo gabinete.
La senadora demócrata Jeanne Shaheen, miembro del Comité de Relaciones Exteriores, aseguró que tiene una "muy buena relación de trabajo" con el nuevo secretario de Estado y ha demostrado en su audiencia de confirmación "el dominio de los temas de política exterior".
Rubio es considerado un halcón de línea dura en política exterior y gran conocedor de temas internacionales, especialmente de Latinoamérica.
En el Senado ha mantenido una postura de línea con China e Irán, y se ha expresado partidario de las sanciones a Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Durante su audiencia de confirmación, se mostró además dispuesto a buscar un acuerdo de alto el fuego que ponga fin a la guerra de Ucrania.
Rubio ganó popularidad a nivel nacional en 2016 cuando intentó hacerse con la nominación presidencial republicana en unas primarias en las que finalmente resultó elegido Donald Trump.
Durante esas primarias, Trump lo menospreció llamándolo ‘Pequeño Marco’, pero luego el senador le expresó su respaldo y lealtad.
En la campaña de las últimas elecciones, Rubio estuvo en las quinielas como posible compañero de fórmula de Donald Trump para la Vicepresidencia, antes de que este se decantara finalmente por J.D. Vance.
Tras las elecciones, Trump optó por nombrarlo como secretario de Estado, lo que se interpretó como un guiño hacia la población latina, que votó por el republicano en cifras récord.