Presuntos delincuentes fueron abatidos por la Policía Nacional de Haití durante un ataque al Palacio Nacional la noche del viernes en Puerto Príncipe, orquestado por la coalición de bandas armadas "Vivre Ensemble", según publicaron este sábado medios locales.
Los muertos forman parte de esa coalición que dirige el expolicía Jimmy Cherizier, alias Barbecue, considerado el más poderoso jefe de bandas en Haití.
Los bandidos intentaron incendiar el edificio del Ministerio del Interior, donde fueron emboscados por agentes de la policía. Al menos 5 vehículos estacionados en el aparcamiento y el generador del ministerio fueron incendiados.
La Policía se mantuvo firme frente a los asaltantes, fuertemente armados, que atacaron la comisaría de Puerto Príncipe y el Palacio Nacional, los dos principales objetivos de las bandas en su protesta para derrocar al primer ministro, Ariel Henry.
Anoche, el perímetro del Campo de Marte, donde se encuentra la principal plaza pública de Puerto Príncipe, en las inmediaciones del Palacio Nacional, fue escenario de violentos enfrentamientos entre las fuerzas del orden, que crearon un clima de tensión en los alrededores durante toda la noche.
Las autoridades no han emitido declaración alguna con relación a estos ataques, que se suman a otros ejecutados por las bandas contra instituciones públicas y privadas durante los últimos días.
Henry se encuentra en Puerto Rico desde el martes pasado, después de que tratara de regresar a su país tras varios días sin conocerse su paradero.
Las autoridades de República Dominicana informaron que negaron el aterrizaje del avión de Henry.
La tensión y la violencia se han incrementado exponencialmente en la capital después de que el 28 de febrero se conociera que el primer ministro haitiano se había comprometido a celebrar elecciones antes de finales de agosto de 2025.
La violencia alcanzó su punto álgido el sábado pasado, cuando las bandas entraron en los dos principales penales en la capital, permitiendo la huida de más de 3.000 presos.
El primer ministro, la máxima autoridad del país tras el asesinato en 2021 del presidente Jovenel Moïse, es ahora objeto de presiones tanto dentro de Haití como en el exterior para que favorezca una transición que ayude a frenar la aguda crisis y la extrema violencia en la nación isleña.
Haití está a la espera del despliegue de una misión multinacional de apoyo a la seguridad liderada por Kenia y que en octubre pasado aprobó el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.