Estas son las claves de los resultados de la primera vuelta de las elecciones francesas celebradas este domingo y sus consecuencias de cara a la segunda ronda, el 24 de abril:

DUELO – Macron y Le Pen repiten en la segunda vuelta su duelo de 2017 pero en condiciones totalmente distintas. Ambos están mucho más próximos en las encuestas y el presidente saliente tendrá que sudar para lograr la reelección.

ABSTENCIÓN – La abstención de la primera vuelta ha sido la más alta desde 2002. La capacidad de los dos candidatos para movilizar a los electores que no les han votado (o que detestan al rival) será un factor decisivo.

UCRANIA – Le Pen ha logrado hasta ahora esquivar sus larga serie de elogios pasados a Vladímir Putin y el préstamo que su partido logró de bancos rusos. ¿Podrá seguir eludiendo antiguos vídeos y entrevistas que ya han reaparecido y en los que aseguraba que Putin era su modelo?

IZQUIERDA – Los candidatos de izquierda y el ecologista sumaron un 31,92 %. La orientación de todo ese voto puede ser importante en la segunda vuelta. Sus electores tienen que elegir entre la tecnocracia liberal de Macron, la ultraderecha populista (con muchos guiños hacia la clase trabajadora) de Le Pen o resignarse a no participar.

CONSIGNAS – Las consignas de voto, o la ausencia de ellas, que han dado a sus seguidores los candidatos derrotados (desde la extrema derecha a la extrema izquierda) pueden incidir en el resultado de la segunda vuelta.

EXTREMOS – La extrema derecha totaliza un 32 %, casi un tercio de los votos. En total, los partidos situados en las zonas más extremas y radicales del arco político suman un 58,13 %. El arco que va del centroderecha al centroizquierda (incluyendo ecologistas y ruralistas) es minoritario en Francia y se queda en el 41,87 %.