El Gobierno que preside Daniel Ortega ordenó expulsar al embajador de Brasil en Nicaragua, Breno de Souza Brasil Días da Costa, por no asistir al acto de celebración del 45 aniversario de la revolución sandinista el pasado 19 de julio, al que fue invitado.

Así lo informó el exembajador nicaragüense ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) Arturo McFields Yescas.

McFields Yescas, que se rebeló contra el Gobierno de Ortega durante una sesión virtual de la OEA en marzo de 2022, dijo que "la dictadura" lanzó un "ultimátum al embajador de Brasil para que abandone" Nicaragua.

"Fuerte choque" entre Lula da Silva y Ortega

El diplomático y periodista desnacionalizado por Ortega, que formó parte del Gobierno sandinista desde 2011 hasta marzo 2022, comentó que con esa decisión el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y su homólogo nicaragüense, Daniel Ortega, "vuelven a tener otro fuerte choque".

Recordó que Lula y Ortega tienen una amistad de más de 40 años, y que precisamente en el primer aniversario de la revolución sandinista, en 1980, durante una de sus visitas a Nicaragua, Lula conoció al fallecido líder cubano Fidel Castro.

"Años más tarde Lula y Castro formaría el infame Foro de Sao Paulo. Hoy Ortega expulsa a embajador de Brasil con ultimátum e insultos", agregó.

Según McFields Yescas, "por muchas años Lula y Ortega habían mantenido amistad cercana" tanto en el plano personal, como político.

"Hoy la luna de miel se rompe. Ortega expulsa a embajador de Lula de forma vulgar y ordinaria. Lula había pedido a su embajador no participar en actos públicos con el dictador de Nicaragua", sostuvo el diplomático y periodista.

La noticia fue revelada por el periódico brasileño Folha De S.Paulo, y la plataforma nicaragüense Divergentes, que citaron fuentes diplomáticas de sus países.

Ni el Gobierno de Nicaragua ni el Gobierno de Brasil han confirmado ni negado esa información.

Ortega no le atiende el teléfono a Lula

El pasado 22 de julio, Lula reveló que Ortega no le atiende el teléfono desde que el papa Francisco le pidió que abogue por la situación de un obispo en ese país.

"Conversé con el papa y él me pidió que conversara con Ortega sobre un obispo que estaba preso", dijo Lula en una entrevista con corresponsales extranjeros, en relación al religioso Rolando Álvarez, encarcelado por su oposición al Gobierno nicaragüense.

"Lo concreto es que Ortega no me atendió el teléfono y no quiso hablar conmigo. Entonces, nunca más hablé con él", agregó.

Lula lamentó que eso ocurra con "un tipo que hizo una revolución como la que Ortega hizo para derrotar a (Anastasio) Somoza" Debayle y dijo que hoy no sabe si esa revolución fue "porque quería el poder o porque quería mejorar la vida de su pueblo".

El presidente brasileño se dijo favorable a que en todo país "haya una alternancia en el poder", porque es "lo más sano" para una democracia.

Según Lula, "cuando un dirigente se pone en la cabeza que él es imprescindible o insustituible, ahí es que comienza a nacer el espíritu del dictador".

Se "insubordina" jefe de escolta de Ortega

El general Marcos Alberto Acuña Avilés junto a Ortega /Fuente externa

El jefe de la escolta de Ortega fue destituido de manera "deshonrosa" y será juzgado por "insubordinación" y otros graves cargos, informó este miércoles la Policía.

"El comisionado general Marcos Alberto Acuña Avilés desobedeció flagrantemente órdenes superiores (…), se le impuso baja deshonrosa y será juzgado por el delito de incumplimiento de deberes, desobediencia e insubordinación", dijo la Policía en un comunicado, sin mayores detalles.

Acuña es el uniformado en servicio activo más prominente que cae en desgracia en los 17 años del gobierno de Ortega, a quien ya acompañaba antes de que éste asumiera el poder en 2007, aseguró Arturo McFields, embajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA) entre 2021 y 2022.

"El grave error (de Acuña) fue creer que la dictadura tiene amigos. En una dictadura nadie está a salvo y la guillotina del poder puede caer sobre cualquiera", dijo a la AFP el exdiplomático, exiliado en Estados Unidos.

El comunicado no menciona si Acuña, con 25 años de servicio policial, está detenido ni la fecha de juicio. El rango de comisionado general es el más alto en la Policía de Nicaragua, equivalente a general en otros países.

Según el medio opositor El Confidencial, que se publica en Costa Rica, Acuña se convirtió en jefe de la escolta presidencial cuando Ortega, que gobernó en la década de 1980 luego del derrocamiento del dictador Anastasio Somoza, volvió al poder en 2007 tras elecciones.

Desde entonces, Ortega ha sido reelegido en comicios cuestionados por la comunidad internacional, que impuso sanciones contra él y su círculo cercano acusándolo de una deriva autoritaria y violación de derechos humanos.

Ortega rechaza esas acusaciones, acusa a los opositores de "terroristas" y "traidores a la patria", a la Unión Europea de "colonialistas" y a Estados Unidos de estar detrás de intentonas golpistas.

– Ningún cuestionamiento –

El gobierno no se ha pronunciado sobre la destitución de Acuña.

El Confidencial, citando fuentes de la Policía que no identificó, afirmó que fue una decisión de la vicepresidenta y esposa de Ortega, Rosario Murillo, tras sostener una "discusión" el 24 de julio.

Para el exembajador ante la OEA, la destitución de Acuña es "un golpe directo" a la fuerzas de seguridad del país.

Un miembro del Grupo de Reflexión de Excarcelados Políticos (GREX) nicaragüenses en Costa Rica, que pidió el anonimato, consideró que el gobierno está enviando un mensaje a los oficiales de que "ningún síntoma de debilidad o de cuestionamiento será permitido".

Desde hace meses ha habido numerosos cambios en puestos del Estado, sobre todo en el poder judicial, en el Ministerio de Hacienda y en la Cancillería.

Medios opositores en el exilio consideraron esas destituciones o relevos como una "purga" de funcionarios estatales bajo sospecha de ser críticos o estar en desacuerdo con las decisiones del gobierno.

– "¿Paranoia?" –

La seguridad de Ortega y Murillo se ha incrementado sobre todo tras las protestas contra el gobierno de 2018, que consideraron un intento de golpe de Estado patrocinado por Estados Unidos.

El periodista exiliado Emiliano Chamorro aseguró, en la red social X, que "el pecado del comisionado" fue "haber expresado su deseo de retirarse" y calificó estas remociones como "la paranoia de Daniel Ortega".

En mayo pasado, en una medida que fue interpretada como detención domiciliaria por medios opositores, las autoridades instalaron una unidad médica en la casa del general retirado Humberto Ortega, hermano del presidente y crítico del gobierno.

Días después Ortega afirmó que su hermano, quien fue jefe del Ejército tras el triunfo de la revolución sandinista en 1979 y hasta 1995, había cometido un acto de "traición a la patria" por haber condecorado a un militar de Estados Unidos en 1992.

A mediados de junio, Humberto Ortega, de 77 años, fue ingresado al Hospital Militar de Managua "con síntomas de haber sufrido un infarto" en su casa, según la prensa en el exilio.

(CON INFORMACIONES DE LAS AGENCIAS EFE Y AFP)