La ventaja del exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva sobre el presidente Jair Bolsonaro se redujo a 4 puntos porcentuales en una encuesta de intención de voto divulgada este miércoles, a 11 días de las elecciones en Brasil.
De acuerdo con el Instituto Datafolha, considerado como la principal firma demoscópica del país, si las elecciones fueran este miércoles el exdirigente sindical obtendría el 49 % de los votos y el líder de la ultraderecha el 45 %.
Igualmente, un 4 % de los electores votaría en blanco o nulo y tan solo el 1 % está indeciso, apuntó el sondeo.
En comparación con la encuesta de la semana pasada, realizada el 14 de octubre, Lula se mantuvo con el 49 % de las intenciones de voto, Bolsonaro pasó del 44 % al 45 % y los votos blancos y nulos se redujeron del 5 % al 4 %.
La diferencia entre ambos candidatos es la menor de entre todos los sondeos realizados por Datafolha en toda la campaña y por el margen de error presenta un empate técnico.
El nuevo sondeo escuchó entre el lunes y el miércoles a 2.912 electores en 181 ciudades, tiene un margen de error de 2 puntos porcentuales y se realizó después del primer debate televisivo de cara a la segunda vuelta celebrado el último domingo.
De acuerdo con Datafolha, si se tienen en cuenta solo los votos válidos, que excluyen los nulos y los blancos como lo hace la autoridad electoral al hacer el escrutinio, Lula puede ser elegido presidente con el 52 % de los sufragios frente al 48 % de Bolsonaro.
El lunes, el Instituto Ipec, otro de los principales centros demoscópicos del país, divulgó una encuesta en la que el líder progresista aparece con el 50 % de las intenciones de voto, 7 puntos por encima del actual jefe de Estado (43 %).
En la primera vuelta de las presidenciales, realizada el 2 de octubre, Lula fue el más votado, con el 48,4 % de los sufragios, y Bolsonaro lo secundó con el 43,2 %.
Como ninguno de los candidatos obtuvo más de la mitad de los votos válidos, los dos más votados disputarán la segunda vuelta el domingo 30 de octubre.
Las firmas encuestadoras vienen siendo cuestionadas en Brasil por no haber detectado la fuerza que tuvo el actual mandatario en la primera vuelta.