El ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, llegó este jueves a Nueva Delhi, procedente de Kabul, en una inesperada visita de la que no se han dado detalles y que se produce tras el reclamo de la India por unas declaraciones del representante chino.

El avión de Wang Yi aterrizó en nueva Delhi la noche de este jueves, según las agencias de noticias indias ANI y Press Trust of India (PTI), aunque el Gobierno indio no ha revelado hasta ahora detalles de su agenda para esta visita ni ha confirmado su llegada.

De acuerdo con la agencia ANI, Wang se reunirá este viernes con el ministro de Exteriores indio, S. Jaishankar, y el asesor de Seguridad Nacional indio, Ajit Doval.

La visita no anunciada del ministro chino se produce después de su paso por Afganistán para reunirse con el Gobierno talibán, y a Pakistán, para asistir una reunión ministerial de la Organización de Cooperación Islámica (OCI), donde aseguró compartir la aspiraciones del mundo islámico en la Cachemira india, causando el disgusto de Nueva Delhi.

El portavoz del ministerio de Exteriores indio, Arindam Bagchi, respondió en un comunicado a los comentarios del canciller chino indicando que los asuntos de Cachemira, un territorio sobre el que la India y Pakistán mantienen una larga disputa, "son enteramente asuntos internos de la India. Otros países, incluido China, no tienen 'locus standi' (derecho a ser escuchado) para comentar".

Esta es también la primera visita de alto nivel tras una serie de tensiones y enfrentamientos que tuvieron lugar en junio de 2020 entre sus tropas en la frontera del Himalaya occidental.

Las relaciones entre ambos países comenzaron a deteriorarse tras un choque fronterizo en el valle de Galwan, al oeste del lago Pangong, el peor en 45 años entre las potencias nucleares, en el que murieron al menos 20 soldados indios y 76 resultaron heridos.

Ambas potencias reaccionaron al enfrentamiento enviando tropas a la LAC, lo que ha mantenido desde entonces disparada la tensión militar en la región. Nueva Delhi y Pekín han intentado desde entonces solucionar la crisis por la vía diplomática.

Las dos potencias nucleares mantienen una histórica disputa por varias regiones del Himalaya. Pekín reclama el Arunachal Pradesh, controlado por Nueva Delhi, que reivindica a su vez el Aksai Chin administrado por el país vecino.

Durante su paso por Kabul, Wang Yi expresó a los talibanes la intención del Gobierno de Xi Jinping de reanudar las inversiones que su país tiene en Afganistán y otras medidas que podrían significar un respiro para el aislado Gobierno de los islamistas.