El número de habitantes de China, el segundo país más poblado del mundo, se redujo en unos 2,08 millones el año pasado, según datos oficiales publicados hoy por la Oficina Nacional de Estadística (ONE) de la nación asiática.
El dato supone el segundo año consecutivo de contracción, después de que en 2022 la población disminuyese en 850.000 personas, lo que marcó el primer descenso desde 1961, cuando el número de habitantes se contrajo como consecuencia de la fallida política de industrialización del Gran Salto Adelante.
Concretamente, China cerró 2023 con 1.409,67 millones de habitantes, lo que contrasta con los 1.411,75 millones que había en el país a finales del año anterior.
La disminución de 2,08 millones de personas supone una caída del 0,14 % respecto al año anterior, y confirma la tendencia demográfica negativa que se inició en 2022 y sobre la cual las autoridades chinas ya llevan años advirtiendo.
El gigante asiático registró el pasado año 9,02 millones de nacimientos, en contraste con los 9,5 millones anotados en 2022 y pese a los esfuerzos de autoridades tanto nacionales como locales para tratar de aumentar la natalidad.
Expertos chinos predijeron el pasado noviembre que el número de nacimientos en China seguiría disminuyendo en 2023 por séptimo año consecutivo, debido al descenso de la cantidad de matrimonios registrados en los últimos años y al retraso de la edad de casarse entre los jóvenes chinos.
Según los datos oficiales, el número de hombres supera al de mujeres, con una proporción de 104,49 hombres por cada 100 mujeres: el número de hombres se situó en 720,3 millones, mientras que el de mujeres fue de 689,4 millones.
Las cifras de la ONE también reflejan un aumento de las muertes, que pasaron de 10,41 millones a 11,1 millones.
El gigante asiático permite desde 2021 a sus ciudadanos tener un tercer hijo, aunque la decisión no ha sido acogida con gran entusiasmo por la población, debido tanto a la carga económica que supone la crianza como a la prioridad que se da a la carrera laboral.
Durante el XX Congreso del Partido Comunista Chino, celebrado en 2022, el partido gobernante enfatizó que el país necesita un sistema que "aumente las tasas de natalidad y reduzca los costos del embarazo, el parto, la escolarización y la crianza".
El vicepresidente del Instituto de Investigación del Foro de Economistas de China, Lin Caiyi, advirtió de que la disminución de la población implica una reducción de la fuerza laboral, que "inevitablemente traerá un crecimiento económico más lento".
El experto, citado por el diario hongkonés South China Morning Post, señaló que la presión sobre los gastos de seguridad social "se incrementa año tras año a medida que la población envejece".
Por su parte, el profesor del Centro de Estudios de Política de Población y Desarrollo de la Universidad de Fudan Peng Xizhe pronosticó en declaraciones recogidas por el rotativo que la población de China "seguirá disminuyendo" en los próximos años, ya que las muertes superarán a los nacimientos.
Según sus estimaciones, el número de recién nacidos por año "podría recuperarse levemente", pero difícilmente volverá a superar los 10 millones, mientras que la cantidad de fallecimientos "seguirá creciendo".
Mientras, el profesor Yuan Xin, de la Escuela de Economía de la Universidad de Nankai, declaró a medios locales que China necesita construir un sistema de políticas "más integrado" para crear un entorno favorable para tener hijos: "Este sistema debe centrarse en la igualdad y ser consistente en todo el país", señaló en referencia a las diversas medidas puestas en marcha por gobiernos locales chinos para aumentar la natalidad.
Alrededor del año 2035, se calcula que habrá más de 400 millones de personas mayores de 60 en el país asiático, que representarán más del 30 % de la población china.
En abril pasado, proyecciones de la ONU indicaron que la vecina India pasó a ser el país más poblado de la Tierra tras superar a China.