Israel afirmó el viernes que invadirá Rafah, una ciudad de Gaza donde se hacinan cientos de millas de desplazados por la guerra, con o sin apoyo de Estados Unidos, que sufrió un revés en la ONU cuando China y Rusia vetaron su propuesta de alto el fuego. .
Netanyahu le dijo a Blinken que Israel no puede "vencer a Hamás sin entrar en Rafah" y que "esperaba hacerlo con el apoyo de Estados Unidos, pero que si es necesario, lo haremos solos", informó el primer ministro en un comunicado.
La comunidad internacional, incluyendo los principales aliados de Israel, como Estados Unidos, advierten sobre el riesgo de una hecatombe humanitaria si Israel invade esa ciudad del sur del enclave palestino de 2,4 millones de habitantes, devastada por el conflicto y al borde de la hambriña.
Antes de partir, Blinken afirmó que Estados Unidos "comparte el objetivo" de derrotar a Hamás, pero que una operación militar de envergadura en Rafah amenaza con "aislar más a Israel".
– Veto en la ONU –
China y Rusia vetaron un proyecto de resolución presentado por Estados Unidos ante el Consejo de Seguridad de la ONU, que pedía un alto al fuego "inmediato" en Gaza vinculado a un acuerdo de liberación de rehenes en manos de Hamás.
Rusia consideró que el texto presentado era un "ejercicio retórico vacío" que contiene "una luz verde" a una ofensiva terrestre israelí en Gaza.
China tildó el proyecto de "ambiguo" y "desequilibrado", ya que "impone condiciones para el alto el fuego".
Blinken afirmó que Moscú y Pekín vetaron "cínicamente" la propuesta, que recibió 11 votos a favor, 3 en contra (Rusia, China y Argelia) y una abstención (Guyana).
China y Rusia son dos de los cinco miembros permanentes del Consejo (junto a EEUU, Reino Unido y Francia), con poder de veto en la máxima instancia de Naciones Unidas.
En el terreno, los enfrentamientos de las últimas 24 horas dejaron al menos 82 muertos, indicó el Ministerio de Salud de Gaza.
El ejército israelí sigue operando en el hospital Al Shifa, el más importante del territorio, situado en Ciudad de Gaza, en el norte de la Franja.
Las fuerzas israelíes afirman haber matado allí a más de 150 combatientes palestinos y arrestado a más de 350 desde comienzos de semana.
Israel también siguió bombardeando Rafah y sus alrededores, donde se refugia la mayor parte de la población de Gaza.
De pie entre las ruinas de una casa destruida en Rafah, Nabil Abu Thabet, un habitante, relató que "civiles inocentes" fueron sacados del lugar "en pedazos". "La gente fue atacada a la una de la madrugada, cuando dormía", dijo a la AFP.
– Una tregua "aún posible" –
En Catar, los mediadores internacionales multiplican los esfuerzos para alcanzar un acuerdo de tregua de seis semanas entre Israel y Hamás, así como la liberación de rehenes secuestrados por el grupo islamista desde el 7 de octubre y un aumento de la ayuda humanitaria para Gaza.
Blinken afirmó el jueves en Arabia Saudita que "las brechas se están reduciendo" en las negociaciones para una tregua. "Es difícil lograrlo, pero creo que aún es posible", agregó.
La guerra estalló el 7 de octubre con una incursión de milicianos islamistas que mataron a 1.160 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250 en el sur de Israel, según un recuento de la AFP con base en datos oficiales israelíes.
Un centenar de rehenes fueron canjeados por 240 presos palestinos durante una tregua de una semana a fines de noviembre. Israel afirma que 130 siguen cautivos en Gaza, de los cuales 33 habrían muerto.
En represalia, Israel lanzó una ofensiva aérea y terrestre con el objetivo de "aniquilar" a Hamás, considerada como una organización terrorista por el Estado hebreo, así como por Estados Unidos y la Unión Europea.
Hasta el momento, esta operación militar dejó 32.070 muertos y 74.300 heridos, según el último balance del Ministerio de Salud de Gaza.
– Amenaza de hambruna –
El jefe de la inteligencia israelí, David Barnea, tiene previsto reunirse en Doha con sus homólogos de Estados Unidos y Egipto, William Burns y Abbas Kamel, y con el primer ministro catarí, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani.
Hamás ganó la semana pasada una tregua de seis semanas en vez de un alto el fuego definitivo como reclamaba anteriormente. Pero siguen existiendo diferencias respecto al canje de rehenes de Hamás por presos palestinos en cárceles israelíes.
Un acuerdo de tregua también debería comportar un aumento de la ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, donde los oenegés y las agencias de la ONU advierten del riesgo inminente de hambruna.
Israel impone actualmente un asedio prácticamente total del enclave y controla minuciosamente toda la ayuda que entra, lo que ralentiza el encaminamiento, principalmente desde Egipto.
"Los niños mueren de hambre. Están privados de alimentos", alertó el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas, reiterando su petición de un alto el fuego.
Varios países organizan lanzamientos aéreos de víveres y también se abrió un corredor marítimo desde Chipre hasta Gaza, pero la ONU reitera que estas iniciativas no reemplazan las entregas terrestres. (Adel ZAANOUN, con Léon BRUNEAU en Tel Aviv)