Al menos una treintena de personas, la mayoría civiles, murieron en las últimas horas en los devastados campos de refugiados del centro de la Franja de Gaza por los ataques del Ejército de Israel, que también asedia la capital del enclave palestino, dejando a los gazatíes sin un rincón seguro para refugiarse.
En el último día, las fuerzas israelíes "cometieron seis masacres en los campos de refugiados de la zona central, que elevaron en pocas horas el número de muertos a 29, la mayoría niños y mujeres", indicó el grupo islamista Hamás, que controla la Franja de Gaza, en un comunicado.
La localidad más castigada fue el campo de refugiados de Nuseirat, ubicado a ocho kilómetros al sur de Ciudad de Gaza. En ese campo, el Ejército israelí mató a 17 miembros de una misma familia, incluidos 14 menores y mujeres.
Y a tan solo cinco kilómetros de ahí, en Deir al Balah -una localidad adonde Israel dirigió ayer a los desplazados de la Ciudad de Gaza-, una mujer y su hijo perdieron la vida por los intensos bombardeos israelíes durante la noche.
"Realmente no hay un solo rincón seguro en Gaza. Los últimos informes sobre órdenes de evacuación en Ciudad de Gaza impedirán aún más la atención médica, ya de por sí muy limitada", indicó en la red social X Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En el cercano campo de refugiados de Bureij, los bombardeos israelíes dejaron nueve muertos, entre ellos una mujer y cuatro niños, constató EFE en el terreno.
Bajo el zumbido de los drones armados israelíes y el intenso sol del verano, una multitud de palestinos salió a las calles a constatar las muertes que dejaron los ataques aéreos.
Varios hombres ayudaban a los socorristas a cargar los cadáveres, envueltos en bolsas de plástico blancas, hasta las ambulancias. Mientras, decenas de niños perplejos y llevándose las manos a la cara fijaban la mirada en los charcos de sangre que quedaron en el asfalto.
Los padres de los cuatro niños muertos no estaban en Bureij cuando ocurrieron los bombardeos. Desconsolados, encontraron sus cadáveres en el hospital Mártires de Al Aqsa.
"No fue culpa suya. Estaba jugando frente a la casa con sus familiares, una niña sin pecado, la alegría del hogar y la que nos dibuja una sonrisa en la cara. Nos la han robado y la han matado", dijo Batoul al Jaidi mientras abrazaba el cuerpo sin vida de su hija de seis años.
Al Jaidi encontró a su pequeña yaciendo en el suelo del hospital, y la sangre que le salía del cuerpo se había mezclado con la de los otros niños que murieron en el mismo ataque.
Sin hospitales ni comida
"Las tropas continúan llevando a cabo una operación antiterrorista en Ciudad de Gaza, siguiendo indicaciones de inteligencia sobre la presencia de infraestructuras de Hamás y Yihad Islámica en el área", sostuvo un comunicado del Ejército israelí, según el cual "decenas de milicianos" fueron eliminados.
Así, en las últimas 24 horas, al menos 50 personas murieron en toda la Franja de Gaza, lo que eleva la cifra total de víctimas a 38.243 muertos, 88.033 heridos y miles de desaparecidos bajo los escombros desde que estalló la guerra hace nueve meses.
A ello se suman casi dos millones de desplazados internos que sobreviven en medio de la devastación, la hambruna, la escasez de agua, medicinas y combustible.
Los servicios de emergencia de la Media Luna Roja Palestina aseguraron este martes que todos "los puntos médicos y clínicas de emergencia en Ciudad de Gaza están fuera de servicio debido a las medidas de evacuación forzosa de la ocupación israelí".
Mientras, los mediadores de Israel y Hamás se encuentran negociando un pacto de tregua que permita la liberación de 116 rehenes israelíes que permanecen cautivos en Gaza y la entrada de ayuda humanitaria en el enclave.
Pero ayer, el jefe del buró político de Hamás, Ismail Haniyeh, dijo que los actuales ataques del Ejército israelí en Ciudad de Gaza y el centro de la Franja podrían devolver "al punto cero" las conversaciones para alcanzar un pacto.
La guerra estalló el 7 de octubre de 2023 tras un ataque de Hamás contra Israel que dejó unos 1.200 muertos y 252 secuestrados.