Días después de que el presidente de Argentina, Alberto Fernández, reiterara que las islas Malvinas pertenecen a su país, el gobierno británico dejó claro que no está dispuesto a cederlas.
El Reino Unido reiteró este sábado de su determinación a no negociar con Argentina la soberanía de las Malvinas después de que el primer ministro británico, Boris Johnson, calificase de "firme" su compromiso con los habitantes de las islas.
Al conmemorarse hoy el cuadragésimo aniversario de la guerra de las Malvinas, Johnson escribió en su cuenta de Twitter que el compromiso del Reino Unido con los malvinenses "es tan firme como en 1982″, cuando los militares argentinos ocuparon las islas por la fuerza, lo que desencadenó un conflicto armado que acabó con la victoria de las fuerzas británicas el 14 de junio de ese año.
Sin conmemoraciones especiales ni discursos oficiales por parte de Johnson u otros miembros del Gobierno conservador, el primer ministro se limitó a colgar un breve mensaje en Twitter.
"Un día como hoy hace cuarenta años la junta militar argentina invadió y ocupó las islas Falklands (Malvinas). Esta primavera vamos a agradecer y recordar a todos aquellos que lucharon y murieron para liberar estas islas y su gente", añadió el "premier".
En el conflicto bélico murieron 649 soldados argentinos, 255 militares británicos y tres isleños de las Malvinas.
La ocupación militar argentina tomó por sorpresa a la entonces primera ministra británica, Margaret Thatcher, quien, tras evaluar la situación con los altos mandos militares, ordenó el envío de una fuerza británica ("task force") para recuperar las islas, cuya soberanía reclama Argentina desde 1833.
Ministerio de Exteriores
Desde el Foreign Office, la ministra de Exteriores, Liz Truss, afirmó en Twitter que el Reino Unido "siempre defenderá" la autodeterminación de los habitantes de las islas Malvinas, quienes en un referéndum celebrado en 2013 se manifestaron abrumadoramente a favor de permanecer bajo control británico.
"Las Falklands son parte de la familia británica y nosotros siempre defenderemos su derecho a la autodeterminación", tuiteó Truss.
Con motivo de este 40 aniversario, "recordamos con tristeza a las más de 900 vidas perdidas en la guerra de las Falklands", añadió la ministra, que calificó de "ilegal" esa ocupación.
La titular de la diplomacia del Reino Unido acompañó su mensaje con una fotografía de militares de su país portando una bandera británica mientras caminan en suelo malvinense.
Argentina critica
Sin embargo, el canciller argentino, Santiago Cafiero, criticó hoy desde las páginas del diario "The Guardian" la continua negativa del Reino Unido a sentarse a negociar la soberanía de las islas o actuar como si la guerra hubiera ocurrido ayer.
Según subraya el ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, el trato que recibe su país del Reino Unido se parece a veces a la de un país que viola los derechos humanos en vez de uno que lleva cuarenta años consecutivos de democracia.
"Creemos que ningún resultado de ninguna guerra puede resolver una disputa reconocida por la comunidad internacional. Esto sentaría un precedente peligroso. El conflicto de 1982 no alteró la naturaleza de la disputa entre ambos países, que aún está pendiente de negociación y resolución", escribe Cafiero.
El canciller también señala que antes de la sorpresiva ocupación de las islas por parte de la dictadura argentina, hubo 16 años de contactos sobre la reclamación territorial, en las que se tenían en cuenta los intereses de los habitantes de las islas.
Pretender que la disputa no existe o que no crea obstáculos en nuestra relación bilateral es "ingenuo", dice.
Cafiero insiste en que "los dos gobiernos comparten valores fundamentales y una visión de un orden mundial basado en reglas. Y, sin embargo, en la agenda del Atlántico Sur, nos comportamos como si el conflicto hubiera ocurrido ayer".
La Argentina de hoy no es una amenaza para nadie, escribe el titular de la diplomacia argentina, y señala que la búsqueda del reclamo histórico de soberanía está en la Constitución nacional, que pide se lleve a cabo a través de fines pacíficos.
"Pese a ello, el Reino Unido mantiene una importante base militar en el Atlántico Sur, (y) realiza ejercicios militares periódicos en la zona en disputa", escribe Cafiero.