El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó este miércoles de forma inequívoca el lanzamiento de misiles balísticos de Irán sobre Israel en la madrugada del lunes, y anotó además que "nada hacen por apoyar la causa del pueblo palestino o aliviar su sufrimiento".
Las palabras de Guterres ante el Consejo de Seguridad, reunido de emergencia hoy para tratar la situación en Líbano, son las primeras que pronuncia después de que Israel lo declarase horas antes 'persona non grata' y prohibido su acceso al país, precisamente por no haber condenado de forma inequívoca el ataque iraní de la víspera, según el ministro israelí de Exteriores, Israel Katz.
Hasta el momento, Guterres no ha dicho nada concreto sobre la declaración de Israel sobre su persona, ni es probable que lo haga.
Guterres comenzó su discurso ante el Consejo lamentando que "el incendio pavoroso sobre Oriente Medio se está convirtiendo en un infierno", y en particular desde que hace una semana, y también ante el Consejo, él ya advirtiera contra la escalada de violencia en la región.
Recordó que los ataques de la milicia libanesa Hizbulá y los del ejército israelí violan varias resoluciones de la ONU, así como insistió en que debe respetarse la integridad territorial del Líbano por parte de Israel, mientras que el Gobierno libanés "debe tener control completo de las armas en el sur del país", en alusión al arsenal de Hizbulá.
El secretario general enumeró los últimos ataques y represalias que han intercambiado Israel, Hizbulá e Irán, y subrayó que "cada escalada ha servido de pretexto para la siguiente".
"No podemos perder de vista del terrible saldo que este conflicto está costando a los civiles, ni podemos mirar a otro lado ante las violaciones sistemáticas del derecho internacional humaniario", dijo el secretario general.
"Este ciclo letal de violencia de toma y daca deber terminar. Se acaba el tiempo", advirtió.
En la sesión de hoy no se espera que se apruebe ninguna nueva resolución sobre el Líbano, pues la resolución 1706 de 2006 -mil veces violada- debería ser suficiente, como recordó ayer la presidenta de turno del Consejo de Seguridad, la suiza Pascale Baeriswyl.