El Gobierno de Guatemala aseguró este viernes que "no hay indicios" de la formación de una caravana migrante procedente de Honduras, como había advertido el pasado 11 de abril, pero mantiene la vigilancia en las fronteras ante cualquier eventualidad.
"Los puestos fronterizos de migración registran un flujo normal", aseguró a periodistas el Instituto Guatemalteco de Migración en referencia a la supuesta caravana masiva de migrantes.
"Desde las 03.00 am (09.00 GMT) se recibió información de Honduras y no hay indicios de caravana", añadió la entidad estatal.
El pasado lunes, el Gobierno guatemalteco tuvo una reunión interinstitucional para prepararse ante la posible llegada de dicha caravana migrante procedente de Honduras este viernes, supuestamente compuesta por más de 2.000 personas.
En la reunión del lunes participaron 15 entidades gubernamentales, además de diversos organismos internacionales, según el Instituto Guatemalteco de Migración.
"De acuerdo con la información obtenida, el grupo de personas migrantes estaría conformado por dos mil personas aproximadamente, razón por la cual autoridades activan el protocolo establecido", añadió la entidad hace cinco días.
Por su parte, el canciller guatemalteco, Mario Búcaro, explicó ese lunes que la "reunión de alto nivel" tenía como objetivo "en primera instancia salvar vidas".
La última caravana migrante masiva se registró en enero de 2021 con la participación de alrededor de 9.000 hondureños, quienes fueron bloqueados y disueltos en la frontera guatemalteca por las fuerzas de seguridad locales.
Sin embargo, unos 3.000 hondureños sí lograron avanzar por Guatemala y se colaron hasta México en pequeños grupos, con el objetivo de llegar a Estados Unidos en busca del "sueño americano".
El bloqueo por parte de las fuerzas de seguridad de Guatemala fue decisión del Gobierno que preside Alejandro Giammattei, para no dejar avanzar a quienes carecieran de documentos de identidad y una prueba negativa de la COVID-19, requisitos de ingreso al país en aquel momento.
Cada año más de 500.000 guatemaltecos, salvadoreños y hondureños intentan migrar de manera irregular a Estados Unidos, pese a los riesgos que conlleva atravesar México, para huir de la pobreza y la violencia que azota la región, según cálculos oficiales y de organismos internacionales.