El Gobierno de Luis Arce advirtió este miércoles que el alzamiento militar ocurrido en Bolivia hace una semana es "muy riesgoso" no solo para el país sino para toda la región y evocó al denominado Plan Cóndor, una operación represiva impulsada por regímenes dictatoriales derechistas de América Latina entre las décadas de 1970 y 1980.
El ministro de Gobierno (Interior), Eduardo del Castillo, hizo una amplia exposición para justificar por qué el Gobierno de Arce asegura que fue un intento de golpe de Estado y no un "autogolpe", como lo afirman el destituido comandante del Ejército Juan José Zuñiga, que lideró el asalto militar, y los detractores del Ejecutivo.
"Lo ocurrido el pasado miércoles es muy riesgoso para todo el continente y no solamente para nuestro país, porque un puñado de militares, escapando y vulnerando su rol constitucional y que tomen acciones políticas, pone en riesgo a todas nuestras democracias", sostuvo Del Castillo.
Esto "retrotrae a escenarios sangrientos, oscuros como el Plan Cóndor de la década de los años 1970 y las militarizaciones en nuestra región en la década de los años 1980 que acabó con la vida de miles y miles de bolivianos y latinoamericanos", agregó.
A su juicio, esto no es un problema "únicamente interno de Bolivia" sino es "un tema geopolítico", pues "cualquier país de la región puede ser presa de asonadas golpistas bajo cualquier pretexto con el fin de controlar territorios, eliminar" las democracias y "tomar" los recursos naturales en Latinoamérica.
También consideró que "no es accidental" que Bolivia sufriera "dos golpes de Estado, uno de ellos efectivo y otro no efectivo, uno el 2019 y otro ahora en 2024″.
El Gobierno de Arce y el oficialismo aseguran que en 2019 hubo un "golpe de Estado" contra el entonces presidente Evo Morales (2006-2019), quien renunció y salió del país en medio de acusaciones de un fraude electoral a su favor en los fallidos comicios generales de ese año.
Del Castillo sostuvo que quienes ahora hablan de un "autogolpe" buscan "ocultar lo que realmente sucedió" para que los responsables queden impunes, algo que, aseguró, el Gobierno no va a permitir.
También consideró que "el riesgo de un golpe continúa latente, va a tratar de rearticularse en un futuro próximo" y aseveró que las autoridades trabajan para que los miembros de la "organización criminal no queden impunes" y se evite la ruptura de la democracia.
Afirmó que harán "todo lo posible" para que los responsables tengan una "sentencia ejecutoriada" este mismo año.
Del Castillo precisó que por ahora hay diez detenidos preventivos, 12 con medidas sustitutivas, un aprehendido y otra persona que se encontraba declarando en entrevista policial cuando se desarrollaba la conferencia de prensa.
Sobre versiones de prensa de que un detenido habló de que el alzamiento contaba con apoyo de algunas embajadas, el ministro indicó que no comentará sobre declaraciones que "no estén corroboradas", aunque también dijo que fueron "tres o cuatro personas" que declararon "sobre un apoyo posible de comunidad internacional".
"Si logramos obtener, respetando el debido proceso y la cadena de custodia, un elemento de convicción que implique a alguien de la comunidad internacional, vamos a tomar las acciones en nuestro país", advirtió.
La semana pasada, militares al mando del destituido general Juan José Zuñiga tomaron la sede presidencial de La Paz por unas horas.
Poco después, el exjefe militar salió, replegó a las tropas y se fue al Estado Mayor del Ejército, donde fue detenido y ahora está detenido preventivamente en el centro del país.
"Inadmisible" la "injerencia" de Milei en los asuntos de Bolivia
El expresidente de Bolivia Eduardo Rodríguez Veltzé (2005-2006) consideró "inadmisible" la declaración del mandatario de Argentina, Javier Milei, sobre el alzamiento militar ocurrido hace una semana en el país andino, y señaló que al líder argentino no le corresponde generar "controversias ideológicas".
"Me parece inadmisible porque tiene injerencia en asuntos internos de otro Estado. Él podrá preocuparse por la preservación del régimen democrático, mas no le corresponde generar controversias ideológicas sobre lo que ocurre en Bolivia", dijo a EFE el exgobernante.
Rodríguez Veltzé, quien también fue presidente de la extinta Corte Suprema de Justicia, asumió el mando del Ejecutivo boliviano tras la crisis política del país en 2005, en reemplazo de Carlos Mesa.
El abogado terminó su mandato en enero de 2006 cediendo el mando a Evo Morales, líder del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) y ganador de las elecciones generales de 2005.
El lunes, el mandatario argentino afirmó que la toma militar en Bolivia fue un "fraude" y, pese a las duras críticas recibidas, un día después reiteró su posición en un mensaje en las redes sociales.
Al respecto, Rodríguez Veltzé sostuvo que "Bolivia no merece que otros países intervengan con temas ideológicos".
"Así como Bolivia es muy respetuosa de que Argentina haya elegido a un libertario o en Venezuela una opción de izquierda, es una decisión de ese pueblo, pero nadie puede entrar en ese tipo de argumentos", añadió.
Crisis institucional
El exmandatario aseguró que lo sucedido es un hecho que "afecta severamente la imagen de Bolivia" y que el país "sigue en una espiral de crisis institucional junto a una crisis económica".
A su juicio, la acción militar se suma a otros hechos que ahondan la crisis en Bolivia, como "la falta de autoridad que le resta a la Asamblea Legislativa, un Tribunal Constitucional autoprorrogado, la falta de definición política sobre la celebración de elecciones judiciales o las elecciones primarias".
Sobre el rol que desempeñan las Fuerzas Armadas en Bolivia, el exmandatario boliviano opinó que es necesario "ajustar sus condiciones de convivencia con el poder político".
"Si hay una agenda pendiente en Bolivia es examinar cómo las Fuerzas Armadas pueden trabajar más con su comunidad, con la ciudadanía y evitar estas situaciones de riesgo", manifestó.
"Es una gran oportunidad para que sinceremos nuestra relación con una institución importante, pero que tanto en cuando nos da estos sobresaltos que no son admisibles desde ningún punto de vista", concluyó
(Con informaciones de las agencias EFE y AFP)