Francia denunció este miércoles una "forma de imperialismo", tras los comentarios del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sobre Groenlandia y el canal de Panamá.
El martes, Trump abogó de nuevo por el control del Canal de Panamá y de Groenlandia por "razones de seguridad acciones económicas", sin negarse a descartar militares que le permitirán tomarlo pese al rechazo categórico de Panamá y de Dinamarca a sus aviones.
"Groenlandia es de los groenlandeses", reiteró el martes la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, con motivo de la llegada del hijo del presidente electo, Donald Trump Jr, a este territorio para una visita privada en calidad de "turista".
Groenlandia, territorio autónomo de Dinamarca, es "un territorio [de ultramar] de la Unión Europea. Está fuera de lugar que la UE permite a otras naciones del mundo, sean las que sean, atacar sus fronteras soberanas", indicó este miércoles el canciller Francés, Jean-Noël Barrot.
Dinamarca forma parte de la UE, pero Groenlandia está considerada como un "territorio de ultramar" del bloque europeo después de que los ciudadanos de la isla decidieron durante un referéndum en 1982 su salida de la entonces Comunidad Económica Europea.
Barrot descartó que Estados Unidos invada este territorio rico en recursos naturales, pero lanzó una advertencia: "Hay que despertarse, reforzarse, en un mundo gobernado por la ley del más fuerte".
Su homólogo panameño, Javier Martínez-Acha, también reiteró la víspera que la soberanía del Canal de Panamá, que Estados Unidos entregó al país centroamericano el 31 de diciembre de 1999, "no es negociable".