El presidente de Bolivia, Luis Arce, ordenó que se investigue el ataque que este domingo sufrió el exmandatario boliviano Evo Morales (2006-2019) por parte de desconocidos que utilizaron armas de fuego, y condenó el ejercicio de cualquier práctica violenta en la política.
"El ejercicio de cualquier práctica violenta en la política debe ser condenada y esclarecida. No es con la búsqueda de muertos que se resuelven los problemas ni con especulaciones tendenciosas", escribió el jefe de Estado en la red social X.
También informó que "ante la denuncia del expresidente Morales de un presunto atentado contra su vida" instruyó "una inmediata y minuciosa investigación, para esclarecer este hecho".
Afines a Morales piden investigación con veeduría internacional
Los miembros del círculo cercano al expresidente boliviano Evo Morales (2006-2019) pidieron una investigación respaldada por entes internacionales para indagar las causas del ataque que este domingo sufrió el exmandatario por parte de desconocidos que utilizaron armas de fuego.
Carlos Romero, exministro del Gobierno de Morales, emplazó al recién posesionado fiscal General, Róger Mariaca, que inicie una investigación "de oficio" del hecho que, a su juicio, fue un intento de asesinato a "mansalva".
"Pedimos que la investigación esté respaldada con organismos internacionales, que se haga una investigación nacional e internacional porque si no se entregan los responsables de estos hechos en Bolivia podemos vivir jornadas muy duras", alertó el exministro en una rueda de prensa en Santa Cruz.
Romero solicitó a la comunidad internacional "que dirija su mirada a Bolivia" y anticipó que solicitará que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dicte medidas cautelares además que también el sector de Morales contactará a organismos internacionales y "presidentes amigos".
Evo Morales denunció que esta madrugada fue blanco de un ataque mientras se dirigía de la localidad de Villa Tunari a Lauca Ñ para participar en su programa dominical en la emisora cocalera Kawsachun Coca.
El exgobernante relató que un grupo de desconocidos, que iba en dos o tres camionetas, disparó varias veces al vehículo en el que se transportaba propinando logrando herir al conductor, pero que pese a eso lograron escapar.
Ese hecho fue grabado por una mujer que también ocupaba el vehículo en el que estaba el exjefe de Estado.
Al respecto, Romero afirmó que los agresores supuestamente son "agentes de seguridad del Estado" y que después del ataque fallido los coches fueron dejados en un cuartel militar en la población de Villa Tunari, aunque después los comunarios los retuvieron para mantenerlos bajo su custodia.
Por su parte, el dirigente campesino Vicente Choque del departamento de Cochabamba, dijo que el Gobierno de Luis Arce "ha cruzado la línea roja", por lo que en las siguientes horas el 100 % de las bases realizará movilizaciones para respaldar a Morales.
La dirección nacional del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), que lidera Evo Morales, emitió un comunicado en el que responsabiliza por lo sucedido al presidente Arce, y a los ministros de Gobierno, Eduardo del Castillo, y de Defensa, Edmundo Novillo.
El Ejecutivo de Arce no se ha pronunciado aún sobre lo sucedido, sin embargo, algunos dirigentes afines al Gobierno consideraron que el ataque a Morales fue un "autoatentado".
Estos hechos se producen cuando esta jornada se cumplen dos semanas del bloqueo indefinido de caminos que los seguidores de morales mantienen para exigir que el Gobierno retire los procesos judiciales por trata de personas y estupro contra Evo Morales, que consideran forman parte de una persecución política.
También piden soluciones al encarecimiento de alimentos, la falta de dólares, la irregular provisión de combustibles y respeto a un congreso del MAS que en 2023 declaró a Morales "candidato único" para las elecciones del próximo año.
El sábado, la Cancillería boliviana denunció a la comunidad internacional que esas protestas lideradas por Morales "pretenden interrumpir el orden democrático", lo que también afectan la estabilidad en la región suramericana.