La Administración de Control de Drogas estadounidense (DEA, en inglés) requisó en este año 379 millones de dosis potencialmente mortales de fentanilo, "suficientes como para matar a todos los ciudadanos estadounidenses", dijo este martes la directora del organismo, Anne Milgram, en un comunicado.
Es el doble de la cantidad incautada en 2021, cuando más de 100.000 personas murieron en el país por sobredosis, recoge el medio The Washington Post.
En concreto, en lo que va de 2022 la DEA ha decomisado más de 4.500 kilogramos de la droga, un opioide sintético, similar a la morfina pero mucho más potente, que está relacionado con la mayoría de muertes por sobredosis de opioides en Estados Unidos.
En su nota de este martes, Milgram detalló que "la principal prioridad" de la DEA es acabar con los cárteles mexicanos de Jalisco y Sinaloa, los principales responsables del tráfico de drogas a través de la frontera estadounidense.
Según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de EE.UU., muchos traficantes utilizan fentanilo en la fabricación de otros estupefacientes, ya que se necesita mucha menos cantidad para producir la sensación de estar colocado, por lo que el proceso es más barato.