La mayoría de los potenciales jurados convocados este lunes a la primera jornada del juicio penal contra Donald Trump en Nueva York fueron descartados tras expresar un sesgo político u otras razones que les impedirían ofrecer un veredicto justo en este proceso inédito en Estados Unidos.
Una primera tanda de 96 personas fue llamada esta tarde a la sala para someterse al proceso formal de selección del jurado ante el juez Juan Merchan, los fiscales de Manhattan, los abogados de la defensa y el acusado Trump.
En los primeros minutos más de la mitad fueron excusados después de que Merchan invitara a levantar la mano a aquellos que reconocen no poder ser imparciales. A ellos se sumó una decena más que indicaron tener otros problemas (supuestamente personales) que les impedían la tarea.
Según el grupo reducido de periodistas presentes en la sala que están informando de la selección, parte de los candidatos excusados hoy eran mujeres blancas. Una de ellas dijo a su salida: "Simplemente no podía hacerlo".
Con los potenciales jurados reducidos a un tercio, el juez Merchan llamó a 18 para escuchar sus respuestas a un cuestionario y descartó a varios más, entre ellos una mujer que reveló "opiniones tajantes" sobre Trump y un hombre que expresó un potencial conflicto por la boda de su hijo o hija.
Merchan llegó a interrogar a una decena de potenciales jurados, y entre los que no han sido descartados hay dos abogados, uno que trabajó para una jueza demócrata y otro que trabaja en la Fiscalía del Bronx; dos mujeres empleadas en márketing, un librero y una enfermera.
No obstante, que los candidatos no hayan sido descartados hoy no implica su selección, puesto que la Fiscalía y la defensa pueden hacerles preguntas y cada parte tienen la posibilidad de eliminar hasta a diez candidatos sin tener que dar explicaciones.
El proceso de selección continuará mañana martes y se espera que dure varios días debido a la celebridad y personalidad divisiva de Trump hasta que ambas partes consigan consensuar un panel de 12 jurados que consideren imparciales, además de siete más en la reserva por si alguno falla.
En el banquillo de un juicio penal el primer expresidente de EEUU
Donald Trump es el primer expresidente de la historia de Estados Unidos que se sienta en el banquillo.
La suerte del multimillonario republicano de 77 años estará en manos del jurado de 12 miembros y seis suplentes que empezaron a ser seleccionados este lunes de entre unos 500 potenciales candidatos. Sus miembros emitirán un veredicto unánime al cabo de un proceso que se calcula puede durar hasta dos meses.
Elegidos por sorteo, los candidatos responden a un número para ocultar sus nombres por razones de seguridad y tienen que completar un minucioso cuestionario sobre sus simpatías políticas, los medios en los que se informan, y sobre su imparcialidad y capacidad para definir la suerte de uno. de los políticos más influyentes de los últimos tiempos, tanto en Estados Unidos como en el mundo.
Pago a actriz porno
Trump está acusado de ocultar un pago de 130.000 dólares a la actriz porno Stormy Daniels para comprar su silencio sobre una supuesta relación extramatrimonial que se remonta a 2006 y proteger su campaña electoral de 2016, que finalmente ganó contra la demócrata Hillary Clinton.
Antes de empezar el juicio propiamente dicho, el juez Merchán, de origen colombiano, rechazó varias mociones de la defensa, entre ellas, que se apartase del caso.
El magistrado también advirtió al magnate -quien por momentos movía la cabeza con fastidio para expresar su desaprobación y llegó a ser sorprendido durmiéndose- que puede ser acusado de desacato en caso de interrupción del proceso.
Problema con el juez
Afuera de la corte, Trump dijo a la prensa que tiene "un verdadero problema" con el magistrado. "No vamos a tener un juicio justo", aseguró, antes de tildarlo de "juez muy conflictivo".
El próximo 24 de abril se dirimirá en una audiencia una denuncia de la fiscalía de que el republicano ha violado la orden del juez que le prohibió referirse al caso, en particular en sus redes sociales, donde suele despotricar contra Merchan, su familia y los testigos. que se presentarán al juicio.
Trump no está acusado en sí por el pago a Daniels, sino por disfrazarlo como "gastos legales" de su empresa familiar, lo que puede acarrearle una condena de hasta cuatro años de cárcel.
El millonario está acusado de 34 falsificaciones de documentos contables de la Organización Trump para camuflar el dinero que había adelantado de su bolsillo el entonces abogado y hombre de confianza de Trump, Michael Cohen. Actualmente su enemigo jurado, Cohen será uno de los testigos claves de la acusación.
El juicio tendrá que demostrar qué sabía Trump de dichos pagos, por los que Cohen ya fue condenado.
Una sentencia de culpabilidad no sería obstáculo para que se presente a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, en las que se enfrentará por segunda vez al demócrata Joe Biden, que lo derrotó hace cuatro años.
Ni siquiera para que ejerza la presidencia, pero sin duda puede afectar sus posibilidades de ganar, pese a que cuenta con una masa de fieles seguidores.
Para el republicano, el juicio es una "persecución política" orquestada por los demócratas para impedirle lograr su anhelado sueño de volver a la Casa Blanca.
"Es un asalto a Estados Unidos. Nunca había ocurrido nada parecido", dijo el republicano a su llegada al tribunal.
"Mucho en juego"
Este es uno de los numerosos frentes abiertos del magnate neoyorquino que amasó su fortuna en el sector inmobiliario y la construcción de campos de golf, y que denuncia ser víctima de "una caza de brujas".
El republicano está también acusado de tratar de revertir los resultados de las presidenciales de 2020 y por el manejo que hizo de documentos clasificados que se llevó a su casa cuando dejó la Casa Blanca.
"Lo que está en juego es mucho, porque Trump y sus abogados han logrado hasta ahora retrasar los (otros) juicios" para después de las elecciones, dice a la AFP Carl Tobias profesor de derecho de la Universidad de Richmond.
(CON INFORMACIONES DE LAS AGENCIAS EFE Y AFP)