La guerra en Gaza ha destruido todo sentido de humanidad compartida, tras la violación flagrante y repetida del derecho humanitario internacional, "que constituye la frontera entre la humanidad y la barbarie", dijo hoy el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) al cumplirse cinco meses desde que empezó.
Los 2,2 millones de palestinos que están en Gaza sufren en los hechos de hambruna debido a que la Israel ha destruido todo el sistema alimentario del enclave, atacando tierras de cultivo y prohibiendo la pesca artesanal, que era una actividad fundamental para la ingesta de proteínas de la población, según han señalado organismos de la ONU y su relator sobre el derecho a la alimentación, Michael Fakhri.
A esto se agrega la destrucción de las infraestructuras de servicios básicos, ataques y daños a hospitales y las consecuencias generales de los bombardeos israelíes, que han causado más de 30.000 muertos, 60.000 heridos y 8.000 desaparecidos.
Ante una situación que no hace más que agravarse, el CICR dijo que la única manera de aliviar la catástrofe humanitaria es con voluntad y medidas para preservar la vida de los civiles y su dignidad, para lo cual Israel y Hamás deben conducir sus operaciones militares de una manera que los civiles no queden atrapados en medio de las mismas.
"Los principios de distinción, proporcionalidad y precaución deben ser aplicados en la práctica para lograr un sólo propósito: preservar la vida y la salud de los civiles, esta es la regla sin excepción", dijo la presidenta de la organización, Mirjana Spoljaric.
Enfatizó que, como potencia ocupante, "Israel debe cubrir las necesidades básicas de la población o facilitar la entrada segura de ayuda humanitaria".
No obstante, el relator Fakhri señaló en la víspera que Israel redujo a la mitad la cantidad de ayuda humanitaria que dejó entrar en Gaza en febrero (con respecto a enero), a pesar que se ha repetido hasta la saciedad que es apenas una fracción de lo que la población y sobre todo los niños necesitan.
En la última semana se ha informado de que han empezado a morir niños por desnutrición y deshidratación, con más de una decena de decesos ocurridos en hospitales, mientras que se desconoce lo que puede estar ocurriendo entre más de 1,7 millones de desplazados desde el inicio del conflicto.
Spoljaric afirmó que el derecho humanitario internacional ofrece una puerta de salida a esta espiral de violencia y que todos los Estados tienen algo que ganar con esto.
"El respeto del derecho internacional no solo salva la humanidad del enemigo, sino nuestra propia humanidad, hoy y en el futuro", recalcó.