Casi el 49 % de Cuba sufrirá apagones durante el horario de mayor consumo en la tarde-noche de este sábado en una de las previsiones más elevadas de interrupciones del servicio pronosticadas por la empresa estatal Unión Eléctrica (UNE).

Las altas tasas de afectación por apagones reflejan la severa crisis energética en Cuba, agravada desde agosto y más reciente a finales de octubre y principios de noviembre por el impacto de dos huracanes en el oriente y el occidente de la isla.

La falta de combustible y las averías en las obsoletas centrales termoeléctricas del país, con déficit de mantenimientos e inversiones, están detrás de esta situación, según los expertos.

La tasa de déficit pronosticado se sitúa consistentemente en torno al 50 %. Esto es, que 5 de cada 10 bombillas han permanecido apagadas simultáneamente.

El informe actual de la UNE refiere que 5 de las 20 unidades de generación (distribuidas en las siete centrales termoeléctricas operativas del país) están averiadas.

La UNE, adscrita al Ministerio de Energía y Minas, prevé para la tarde-noche de esta jornada una capacidad máxima de generación eléctrica de 1.660 megavatios (MW) para una demanda que alcanzará los 3.100 MW.

El déficit -la diferencia entre oferta y demanda- será de 1.440 MW y la afectación -los circuitos que se desconectarán realmente- alcanzará los 1.510 MW durante la tarde-noche cuando aumenta la demanda de energía.

Los frecuentes cortes tienen un importante coste económico y social. El país se contrajo un 1,9 %, según datos oficiales, en parte por la paralización de la industria, la administración y el transporte.

Los apagones también han contribuido a desencadenar protestas antigubernamentales en los últimos años, incluidas las del 11 de julio de 2021 -las mayores en décadas-, las de Nuevitas y La Habana en agosto y septiembre de 2022, y las del pasado 17 de marzo en Santiago de Cuba (este) y otras localidades.