El presidente de turno de la Comunidad del Caribe (Caricom), el mandatario de Guyana, Irfaan Alí, aseguró este sábado que ha habido "avances considerables" en las conversaciones con las partes haitianas, pero sin lograr aún resultados definitivos.

"Si bien estamos logrando avances considerables, las partes interesadas aún no están donde necesitan estar", dijo en un comunicado Ali sobre las discusiones de Caricom con el primer ministro haitiano, Ariel Henry, y otros grupos políticos y de la sociedad civil.

Para ello, Ali confirmó que han decidido invitar a una reunión este próximo lunes, en Jamaica, a los jefes de Estado y de Gobierno de los "países clave con los que Haití se ha comprometido como socios", a los que no citó.

El objetivo de la reunión -continuó- es "abordar urgentemente esta situación y todos los demás asuntos críticos para estabilizar la seguridad y ofrecer ayuda humanitaria urgente al pueblo de Haití".

"Es vital que este compromiso sea al más alto nivel posible para enviar un mensaje claro de unidad entre Caricom y la comunidad internacional", aseveró Ali, quien insistió en "la urgente necesidad de alcanzar un consenso" y en que el tiempo corre en contra de Haití.

Hasta ahora, se sabe que, por parte de la ONU, asistirá Earle Courtenay Rattray, el jefe de gabinete de António Guterres; mientras que de Caricom se espera la presencia de al menos Ali y los primeros ministros de Granada, Dickon Mitchell, y Dominica, Roosevelt Skerrit.

Otros países que han participado en anteriores negociaciones sobre Haití son Estados Unidos, Canadá y Francia, por lo que es probable que participen representantes de estos Estados.

Ni Caricom ni la ONU confirmaron el viernes, al anunciar la reunión de Kingston, si acudirá a la misma el primer ministro haitiano, que lleva varado en Puerto Rico desde el pasado martes.

La crisis en Haití se agravó hace algo más de una semana al conocerse que Henry no pensaba convocar elecciones hasta agosto del año que viene, lo que inmediatamente provocó escenas de enorme violencia en Puerto Príncipe, con asaltos armados a comisarías y cárceles.

El primer ministro, la máxima autoridad del país tras el asesinato en 2021 del presidente Jovenel Moise, es objeto de presiones tanto internas como externas para que dimita y favorezca una transición que ayude a frenar la aguda crisis y la extrema violencia en el país.