Este jueves 6 de febrero de 2025, Turquía marca el segundo aniversario del terremoto más mortífero y destructivo de su historia moderna. El seísmo de magnitud 7,8 destruyó miles de edificios en el sureste de Turquía y en el norte de Siria y provocó la muerte de más de 55.000 personas. Dos años después, cientos de miles de personas siguen desplazadas.

El 6 de febrero de 2023, en medio de la noche, los habitantes del sureste de Turquía fueron despertados por el terremoto. Con sus numerosas replicas, alcanzó 11 provincias turcas y partes del norte de Siria, y fue sentido hasta Egipto. En unos días, dejo a más de 50.000 muertos en Turquía y unos 6.000 en Siria. Además, hizo más de 105.000 heridos.

En Turquía, las provincias de Hatay, Kahramanmaras y Adiyaman fueron las más afectadas, con ciudades enteramente arrasadas y monumentos históricos y hospitales destruidos.

El presidente Recep Tayyip Erdogan estuvo este jueves en Adiyaman, asistió a una ceremonia colectiva de inauguración de nuevas instalaciones construidas después del terremoto.

“Catorce millones de nuestros ciudadanos se vieron afectados por los terremotos que se produjeron en un área mayor que la superficie de muchos países. Más de 2,5 millones de nuestros ciudadanos se vieron obligados a emigrar a diferentes provincias. La catástrofe del siglo causó un elevado coste de 104.000 millones de dólares directos y 150.000 millones indirectos para nuestro país”, recordó el jefe de estado.

Conmemoraciones en varias ciudades

Este jueves, se celebraron ceremonias en varias ciudades de Turquía para conmemorar a las víctimas del terremoto. En la provincia y ciudad de Hatay, centenares de personas se reunieron para depositar flores ante un monumento conmemorativo de las víctimas y marcharon por las calles. Entre los carteles que sostenían, se podía leer: “No tenemos otra vida” o “Estamos aquí para que se haga justicia por los que perdimos”.  

En Antakaya, en el extremo sur de Turquía en la provincia de Hatay, los habitantes salieron de sus casas a las 04:17 de la mañana, la hora exacta en que la tierra empezó a temblar hace dos años para conmemorar la catástrofe. Desfilaron en las calles y arrojaron flores al río Orontes en homenaje a las víctimas.

Fatma Yucel, quien participó en la conmemoración, contó a AFP los desafíos que enfrentaron después del terremoto:

"Estuvimos en una tienda de campaña durante un año y medio y luego alquilamos una casa por nuestra cuenta. Vivimos con mi hermano, mi madre y mi padre. Estamos en una situación difícil, pero seguimos en nuestro pueblo, gracias a Dios”.

Por su parte, Nuran Farina, representante de una ONG local lamentó que aún faltan muchos recursos para reconstruir las ciudades y apoyar a la gente:  

“Para la reconstrucción y la rehabilitación necesitamos muchas cosas. Necesitamos salud mental y apoyo psicosocial porque la gente sigue afectada y sigue sufriendo el trauma del terremoto”.

Críticas hacia el Gobierno de Erdogan

En las semanas posteriores al temblor, el presidente Erdogan había prometido que se entregarían 319.000 viviendas en el plazo de un año y que se reconstruirían 650.000 viviendas.

Hasta ahora, se han entregado casi 201.500 nuevas viviendas y está previsto que se terminen más de 220.000 antes de finales de año, informó el ministerio de Desarrollo Urbano. Según la Asociación de Víctimas del Terremoto de Hatay, más de 400.000 personas permanecen en alojamientos provisionales, con condiciones sanitarias deficientes.

Özgür Özel, líder del Partido Republicano del Pueblo (CHP), principal partido de oposición, denunció el miércoles “las promesas incumplidas” de Erdogan. “Sólo tres de los diez que creyeron en Erdogan tienen ahora casa, mientras que los otros siete siguen en contenedores o buscan refugio en casas de familiares”, dijo Ozel.

El martes, el ministro turco de Desarrollo Urbano, Murat Kurum, advirtió que Estambul no está preparada para otra catástrofe. “Estambul no tendrá fuerza para resistir otro gran terremoto”, dijo, estimando que “millones de nuestros hermanos y hermanas de Estambul viven en 600.000 viviendas que podrían derrumbarse”.

Tras el terremoto de 2023, alrededor de 200 personas fueron condenadas a penas de prisión por “negligencia” en el cumplimiento de las normas de construcción. Aún hay 1.342 juicios en curso con 1.850 acusados, según el ministerio de Justicia turco.

 

Con AFP y Reuters