Desde el 7 de octubre de 2023, cuando Hamás atacó sorpresivamente a Israel, la guerra se desató en la Franja de Gaza y desde entonces centenares de palestinos han caído bajo las bombas y las balas del Ejército israelí mientras se refugiaban en sitios protegidos como albergues, escuelas y hospitales. El  Gobierno de Netanyahu ha asegurado que Israel cumple con los lineamientos del Derecho Internacional Humanitario (DIH) y que han actuado en defensa propia. A continuación, un análisis a través de testimonios de expertos sobre la legitimidad de los ataques israelíes a los lugares protegidos. 

Para la familia Masoud al-Abadla fueron tres días angustiosos. El 25 de julio Ahmed Saeed Masoud al-Abadla, un gazatí de 29 años con síndrome de Down, salió de su tienda de campaña en el campamento de refugiados Mawasi Al-Qarara, en Khan Younis, con un objetivo: regresar a su casa familiar para evaluar los daños causados por la guerra.

Y consiguió llegar hasta allí, pero no volvió. Después de tres días sin rastro de él, un vecino de Al-Qarara avisó a la familia tras encontrar el cuerpo de Ahmed tirado cerca de su casa. Con miembros del cuerpo amputados, la principal sospecha de la familia es que fue víctima de un dron no tripulado del Ejército de Israel.

Un día después de enterrar su cuerpo, los Masoud al-Abadla encontraron una pierna de Ahmed a 200 metros de donde estaba su cadáver.

Sabía que había una guerra en Gaza, pero quería vivir

"Él era consciente de la vida y la muerte y siempre intentaba mantenerse a salvo de los bombardeos (…) Sabía que había una guerra en Gaza, pero quería vivir", aseguró Feras Masoud al-Abadla, hermano de Ahmed.

Esta historia, recogida por el medio independiente 'Middle East Eye', no es un caso aislado, sino una dinámica en la que miles de familias gazatíes se han visto sumidas desde el inicio de la guerra el 7 de octubre de 2023.

Y es que en Gaza morir es más que una posibilidad. Una afirmación respaldada por las cifras que deja esta guerra: más de 41.000 muertos palestinos, 17.000 de ellos menores de edad.

"Tras todos estos meses de guerra, los incesantes e indiscriminados ataques de Israel sobre Gaza han destruido edificios y barrios enteros en el norte del enclave, reduciéndolos a escombros y cascotes. La campaña de bombardeos está vigente en la la zona central y sur del enclave con creciente brutalidad", asegura Raquel González, coordinadora de la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) en España a France 24 en Español.

Actualmente, Israel ha matado a más del 1,6% de la población del enclave con sus constantes bombardeos e incursiones terrestres, una realidad con la que sus 2,3 millones de habitantes han tenido que aprender a convivir.

Refugios, escuelas y hospitales en la mira

Desde el 14 de agosto, la vida de Mohammed Abu Al-Qumsan cambió para siempre. Ese día, después de que Jumann Al-Qumsan -su esposa- diera a luz a los gemelos Aser y Aisel en el hospital de Al Aqsa en Deir Al-Balah, salió a recoger los certificados de nacimiento de los bebés. 

Pero, en medio del trámite, sus vecinos lo llamaron para darle una noticia: un bombardeo israelí había matado a sus dos hijos recién nacidos, a Jumann y a su suegra. Los gemelos solo vivieron un par de horas.

"Ni siquiera tuve el tiempo de celebrar su nacimiento", dijo Abu Al-Qumsan a la cadena británica 'BBC News'.

Y es que, como acusan distintas organizaciones, ningún lugar en la Franja de Gaza es completamente seguro.

Los ataques a refugios, escuelas y hospitales parecen hacer parte de la campaña militar de Israel y, amparándose en que Hamás se esconde allí, ha bombardeado este tipo de instalaciones en repetidas ocasiones. Este es el motivo principal por el que el número de muertos es tan elevado, con más de 41.000 víctimas desde el inicio de la guerra.

Nadie está a salvo en Gaza. Ni los niños, ni las personas con diversidad funcional -como Ahmed- ni los trabajadores humanitarios u otros profesionales, como los periodistas -especialmente los palestinos-.

El 19 de agosto, al menos 207 trabajadores humanitarios y 885 trabajadores de la salud habían muerto en Gaza a manos de Israel, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA). Allí, la tasa de ataques a profesionales de la salud es mayor que en cualquier otro conflicto en el mundo desde 2018.

Además, al menos 116 periodistas han sido asesinados desde el inicio de este último capítulo del conflicto israelí-palestino, según el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ).

Investigaciones como ’The Gaza Project', –proyecto conjunto de  50 periodistas de 13 organizaciones de noticias diferentes– demuestran "una serie de pruebas condenatorias contra el Gobierno israelí y ponen en tela de juicio las negaciones de su Ejército sobre los ataques a la prensa desde que comenzó la guerra".

"¿Cuánto más podremos vivir así?", fue la pregunta que se hizo Louise Wateridge, directora de Operaciones para el Socorro de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), el lunes 26 de agosto durante una conferencia.

Una duda que comparte con muchos civiles palestinos en estos momentos. Y que, según expertos y organizaciones humanitarias, no tiene una perspectiva alentadora.

"Las operaciones militares israelíes siguen mutilando y matando a civiles e impidiendo el suministro de ayuda humanitaria vital. La población se ha visto desplazada una y otra vez, incluidos muchos miembros de nuestro personal (MSF). Luchan a diario por mantenerse con vida y cubrir sus necesidades básicas, como la alimentación, el alojamiento y la atención médica", acusa González.

Y es que además de estar expuestos a ser víctimas de un bombardeo mientras duermen, comen o comparten con sus seres queridos -es decir, en cualquier momento del día- los palestinos de la Franja de Gaza tienen otros problemas para sobrevivir: la escasez, la desnutrición y las enfermedades -como la polio y la hepatitis- provocadas por el hacinamiento y bloqueo que ha traído la guerra.

El sufrimiento de las y los palestinos ya no puede expresarse con palabras

"Desde heridas de guerra hasta desnutrición y enfermedades crónicas, la gente no puede acceder a la atención médica que necesita. En Gaza no queda sistema sanitario del que hablar. El Ejército israelí ha desmantelado de forma sistemática un hospital tras otro (…) El sufrimiento de las y los palestinos ya no puede expresarse con palabras", sostiene González.

Gaza no es un lugar para los niños, según defienden organizaciones como MSF, que asegura que el 32% de los muertos en este conflicto desigual son menores de edad. Y las escenas con las que conviven diariamente los menores gazatíes supervivientes no son compatibles con la infancia.

Médicos Sin Fronteras también acusa que la enfermedad mental más común entre los niños -y los adultos- es la depresión tras "perderlo todo": a sus padres, hermanos, su casa, todo lo que hacía que su vida fuera normal o lo más cercano a ello.

"La salud mental de la población de Gaza –incluido el personal médico– está por los suelos. La mayoría de los pacientes que llegan a nuestras clínicas presentan síntomas relacionados con la ansiedad y el estrés, incluidos cuadros psicosomáticos y depresivos. Algunas personas que cuidan de familiares con trastornos mentales graves han recurrido a una sedación excesiva para evitarles más sufrimiento", apunta González.

Lina, una gazatí de siete años, contó a 'The Guardian' cómo es su día a día en Khan Younis: se despierta, va al hospital de Al Aqsa, se topa con nuevos heridos y cadáveres, ayuda a su abuela en las tareas cotidianas y juega con otros niños que viven con ella en el campamento de refugiados. 

"Todos los días escucho el sonido de los incesantes bombardeos, las ambulancias y los gritos de la gente (…) He visto a muchos niños muertos. Yo quiero vivir y sentirme segura, como los demás niños", narró al medio británico.

Vivencias como las de Lina han hecho que las acusaciones de potenciales violaciones a los DD. HH., crímenes de guerra e incluso "genocidio" contra Israel vayan en aumento.

Algunos dicen que Israel avisa a la gente de que se tiene que marchar antes de un ataque, pero recordemos que el desplazamiento forzado es un crimen de guerra según el Estatuto de Roma

"Israel no está tomando ninguna medida para proteger la vida de los civiles (…) Algunas personas dicen que Israel avisa a la gente de que se tiene que marchar antes de un ataque, pero recordemos que el desplazamiento forzado es un crimen de guerra tipificado por el Estatuto de Roma", defiende Javier Ruiz, experto en Derecho Penal Internacional y Counsel de la Defensa de la Corte Penal Internacional.

Y es que acciones como las órdenes de desplazamiento por un conflicto o la negación de entrada de ayuda humanitaria están prohibidas por las normas humanitarias internacionales.

"Hemos descubierto que Israel utiliza el hambre como arma de guerra, ha impuesto órdenes ilegales de evacuación masiva, ha llevado a cabo ataques ilegales contra instalaciones médicas, trabajadores humanitarios, edificios residenciales civiles y otros que deberían investigarse como crímenes de guerra", dice Bill Van Esveld, director asociado de la división de protección de derechos de menores en Human Rights Watch y doctor en Derecho de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York.

Pero desde Israel no lo ven igual: para el Gobierno de Benjamin Netanyahu se debe tomar cualquier "medida necesaria" para acabar con el grupo político y armado de Hamás.

“Esto es una guerra. Necesitamos lidiar con la amenaza terrorista aunque eso comporte la evacuación temporal de civiles palestinos y cualquier otra medida necesaria”, aseguró Israel Katz, ministro de Asuntos Exteriores de Israel, el 28 de agosto.

Pero, ¿cuál es exactamente la posición de Israel desde el inicio de esta guerra? 

El "exterminio" de Hamás, la justificación de Israel

“No terminaremos la guerra en Gaza hasta eliminar a Hamás”.

Esta frase del primer ministro de israelí Benjamin Netanyahu lanzada el 24 de junio resume la estrategia militar de Israel en Gaza.

Israel ha dejado muy claras sus intenciones: su principal objetivo militar –y el de la guerra en general– es la destrucción "absoluta" de Hamás o de "todas esas ratas", como se ha referido Netanyahu a sus militantes en repetidas ocasiones.

Pero, ¿qué tiene que ver este objetivo con el ataque a refugios repletos de civiles? Cómo ya ha sucedido en otros conflictos, Israel asegura que Hamás utiliza los refugios, escuelas y hospitales gazatíes para "esconderse". 

"El argumento de Israel es que Hamás utiliza las mezquitas y hospitales como bases de operaciones y que, desde allí, dispara contra el Ejército y el territorio israelí y, por tanto, eso los convierte en blancos legítimos. También asegura que selecciona bien los blancos y que mide el daño colateral –vidas civiles–, pero eso es muy difícil de comprobar por ahora", asegura Luis Moreno, exfiscal de la Corte Penal Internacional.

Israel asegura que selecciona bien los blancos, pero eso es muy difícil de comprobar por ahora

Según Israel, los militantes de Hamás son quienes no respetan la vida de los civiles palestinos ya que, al esconderse en estos refugios, los convierten en blancos. No obstante, numerosos testimonios civiles recogidos en Gaza –y la altísima cifra de muertos– acusan que los ataques han sido indiscriminados.

Por su parte, el grupo fundamentalista Hamás ha acusado a Israel de estar dispuesto a cualquier cosa para lograr sus objetivos y también de deshumanizar a los palestinos, una acusación a la que se han sumado varias organizaciones de defensa de DD. HH.

Estamos luchando contra animales humanos y estamos actuando en consecuencia

“Estamos luchando contra animales humanos y estamos actuando en consecuencia”, dijo Yoav Gallant, el ministro de Defensa, el 9 de octubre, apenas dos días después de la masacre de Hamás en Israel.

Algunos medios israelíes, como 'Haaretz' -de tendencia progresista- o ’The Times of Israel' -más a la derecha- han criticado las declaraciones de algunos de sus dirigentes.

Hace dos semanas, Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas de Israel, fue acusado por fomentar un "discurso de odio" e incitar a violar los DD. HH. de los palestinos. 

"Nadie nos permitirá causar que dos millones de civiles mueran de hambre (en Gaza), aunque podría estar justificado (…) hasta que nos devuelvan a nuestros rehenes", dijo Smotrich al hablar sobre la entrada de ayuda humanitaria en el enclave.

Después de frases como esta, los llamados de atención de la comunidad internacional han sido varios. 

"Algunos ministros israelíes han estado lanzando mensajes de odio inaceptables contra los palestinos y proponiendo cosas que claramente van en contra del Derecho Internacional", sostuvo Josep Borrell, alto representante de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, desde Bruselas el 29 de agosto. 

Los problemas de Israel no se limitan a la Unión Europea, varios países y organizaciones internacionales se han mostrado cada vez más críticos con las acciones del Gobierno de Netanyahu en la Franja de Gaza.

Por ejemplo, Naciones Unidas ha tenido roces constantes con Israel desde el inicio de esta guerra, cuando el Estado de mayoría judía amenazó con suspender los visados de los trabajadores de la ONU en su país por "posicionarse con los palestinos".

"ientras muchos de ustedes odian a los judíos, no les importa que los palestinos no sean amantes de la paz. Debería darles vergüenza

"Mientras muchos de ustedes odian a los judíos, no les importa que los palestinos no sean amantes de la paz. Debería darles vergüenza", dijo el 10 de mayo Gilad Erdan, embajador de Israel ante la ONU, después de acusar directamente a António Guterres, secretario general de la ONU, de convertir el organismo en "antisemita".

Por su parte, el organismo internacional ha acusado a Israel de no respetar la entrada de ayuda humanitaria. Y es que hace apenas unos días, Naciones Unidas aseguró verse obligada a suspender temporalmente su operación en la Franja debido a una nueva ronda de órdenes de evacuación emitidas por el Ejército de Israel.

"No podemos realizar entregas hoy en las condiciones en las que nos encontramos", apuntó Guterres el 26 de agosto.

El 96% de la población gazatí enfrenta grave escasez de alimentos y más de 495.000 personas -incluyendo niños y niñas- están en situación de hambruna, según la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria. Además, los constantes ataques y bloqueos hacen que ayudarlos no sea una tarea fácil.

¿Qué dice el DIH al respecto?

"Matar a dos terroristas de Hamás no es excusa para perpetrar una masacre. Eso va en contra de toda lógica de los conflictos armados", es la frase de una tribuna de opinión del medio 'El País'

Desde luego, una opinión que las autoridades y parte de la población israelí no comparte. Pero, ¿qué es lo que dice el Derecho Internacional Humanitario al respecto?

En teoría, el DIH –una rama del derecho internacional penal– está pensado para establecer límites en el modo de librar una guerra y proteger a los que no participan en ella, es decir, a los civiles. Su objetivo principal es uno: proteger la vida y la dignidad de las personas y solo se aplica en el marco de los conflictos armados -por eso contempla los conocidos como crímenes de guerra-.

Para ello, establece una serie de leyes recopiladas en los Convenios de Ginebra y sus Protocolos Adicionales que, efectivamente, contemplan la protección de la vida de los civiles.

En concreto, el Protocolo Adicional I que complementa los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 para la protección de las víctimas de la guerra es el que establece una serie de normas para los países firmantes. 

El Derecho Internacional Humanitario contempla que las personas que no están involucradas en conflictos tienen derecho a vivir, que atacar a los civiles es un crimen de guerra, que se debe evitar a toda costa el daño a civiles o a los bienes que permiten su supervivencia y que tienen derecho a recibir ayuda. 

"El Derecho Internacional Humanitario sostiene que los civiles no deben ser bombardeados, de hecho tipifica como un crimen de guerra que se viole esta base. Y bombardear un hospital es un crimen de guerra, según el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional", sostiene Javier Ruiz, experto en derecho penal internacional y Counsel de la Defensa de la Corte Penal Internacional.

Bombardear un hospital es un crimen de guerra

Por otra parte, el derecho también contempla que los Estados pueden defenderse ante amenazas. En este caso, Israel ha repetido en numerosas ocasiones que sus acciones son una "defensa" ante el ataque de Hamás del 7 de octubre, cuando el grupo masacró a más de 1.200 israelíes y se llevó a otros 240 secuestrados.

Pero, según expertos en DIH, la violencia que puede ejercer un Estado como "defensa" tiene un límite, que sería el respeto a la vida de los civiles.

Uno de los mayores problemas de Israel en términos de DIH es que no distingue entre objetivos militares y civiles, indica Ruiz. 

"El uso de la fuerza por parte de un Estado está sometido al principio de la proporcionalidad, no se puede causar daño a los civiles ni a sus instituciones ni el medio natural dónde se desarrollan las actividades militares", sostiene por su parte Concepción Escobar Hernández, directora del Centro de Estudios de DIH de la Cruz Roja Española, catedrática de Derecho Internacional Público y antigua relatora especial de la Comisión de Derecho Internacional de la ONU.

Para Escobar Hernández, el argumento de Israel para justificar los bombardeos a refugios, escuelas y hospitales no es suficiente. ¿Por qué? Porque no cumple con el conocido como principio de razonabilidad.

"El objetivo militar de uno de los combatientes -en este caso Israel- no puede ser cualquier cosa, todas las partes están sometidas al principio de razonabilidad. Es decir, si para lograr un objetivo tienen que bombardear una ciudad ese objetivo no es válido según el DIH", apunta Escobar. 

Solo hay una excepción: si un campamento, hospital, escuela u otro refugio de civiles ha pasado a estar bajo el control absoluto de uno de los combatientes y ya no funciona como refugio, se pueden llevar a cabo ataques en su contra.

Es decir, -según Escobar Hernández y el DIH- aunque Hamás se esconda en los refugios civiles, como asegura Israel, solo se justificaría un ataque si Israel aportara pruebas contundentes de que el sitio protegido ha sido completamente tomado y convertido en un centro de operaciones del otro combatiente, en este caso Hamás.

Para justificar el ataque a un campo de refugiados no basta con que haya miembros de Hamás presentes, el control del grupo debe ser total y absoluto

"No basta, pensando en el caso de Hamás, con que haya miembros del grupo dentro de un campo de refugiados. Tampoco basta incluso con que haya un pequeño equipo de objetos militares de Hamás en un hospital. Para justificar la agresión, el control de Hamás tiene que ser total y absoluto. Es decir, solo se contempla si es un refugio ficticio y en realidad es un cuartel militar", defiende Escobar. 

Ningún objetivo militar de Hamás justifica el asesinato y secuestro de civiles israelíes el 7 de octubre, según el DIH

Sucede exactamente lo mismo en el caso del ataque de Hamás el 7 de octubre, ninguno de los objetivos militares del grupo político y armado puede justificar el asesinato y secuestro de civiles de ese día, cuando sus militantes violaron desde todas las perspectivas el DIH.

"También documentamos crímenes internacionales durante los ataques dirigidos por Hamás contra Israel el 7 de octubre, por supuesto, y nada en el Derecho Internacional impide a Israel actuar militarmente en defensa propia. Pero nada en el Derecho Internacional justifica los crímenes de guerra que estamos viendo cometer a las fuerzas israelíes en Gaza", acusa Van Esveld.

En medio de estas agresiones mutuas, los observadores de este conflicto internacional lanzan otra pregunta: ¿existe otra forma de gestionar un conflicto respetando la vida de los civiles? Y, para las organizaciones defensoras de DD. HH. la respuesta es clara: sí.

"El derecho a la vida también se ve vulnerado por el asedio o bloqueo de Gaza, incluidas las restricciones a las importaciones de alimentos y medicamentos, el corte de electricidad y combustible y la muerte de heridos por falta de atención médica. En esta guerra, Israel debería respetar la vida de los civiles. Esa debería ser su mínima exigencia en el conflicto", sentencia Van Esveld. 

Las acusaciones de un "genocidio" en marcha 

El genocidio es un delito que está reconocido por el Derecho Penal Internacional (y también por el DIH), pero no es -únicamente- un asesinato en masa, como muchos pueden imaginar: para incurrir en genocidio se debe intentar destruir, total o parcialmente, a un grupo étnico, nacional, religioso o racial y no tiene por qué ser en el marco de un conflicto armado -como sucedió con el Holocausto, por ejemplo-.

En este contexto, lo más difícil es probar esa intención explícita de eliminar a un grupo determinado.

Entonces, ¿quién se encarga de investigar estos casos? La Corte Penal Internacional es la principal encargada de investigar y juzgar este crimen, pero también lo pueden juzgar los Estados, bajo el principio de jurisdicción universal, y la Corte Internacional de Justicia, cómo ha pasado en el caso de Israel tras la demanda de Sudáfrica.

Leer también‘Ningún ataque justifica un genocidio’: Sudáfrica acusa a Israel ante la CIJ

Desde el inicio de la guerra en Gaza, Israel como Estado y sus dirigentes políticos han enfrentado varias acusaciones de "genocidio".

El 19 de octubre, más de un centenar de organizaciones palestinas e internacionales pidieron al fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, que emitiera una orden de arresto contra el primer ministro Benjamin Netanyahu; el presidente, Isaac Herzog; y el ministro de Defensa, Yoav Gallant. El motivo: incitación a cometer genocidio.

El 9 de noviembre, las organizaciones Al-Haq, Al Mezan y el Centro Palestino de Derechos Humanos dieron un paso más allá y acusaron directamente a Israel de estar cometiendo un "genocidio" en Gaza. 

Pero, definitivamente, el caso más mediático contra Israel fue el presentado por Sudáfrica el 29 de diciembre de 2023 ante la Corte Internacional de Justicia. Ese día, Pretoria acusó a Israel de acciones de “carácter genocida que tienen por objetivo provocar la destrucción de una parte sustancial del grupo nacional, racial y étnico palestino" en Gaza y, por tanto, por violar el DIH. 

"Las violaciones al DIH en este caso están comprobadas por la Corte Internacional de Justicia, que estableció que hay un riesgo de genocidio para las personas en Gaza" sostiene Luis Moreno, exfiscal de la Corte Penal Internacional.

La demanda principal de Sudáfrica era que la Corte emitiera medidas provisionales para frenar la acción militar de Israel, proteger la vida de los palestinos y prevenir un posible genocidio en Gaza.

Israel rechazó las acusaciones de plano​ y acusó a Sudáfrica de "cooperar con una organización terrorista que pide la destrucción del Estado de Israel", es decir, con Hamás.

Como ha hecho desde el inicio de la guerra, Israel se amparó en su "derecho a la defensa" y aseguró estar respetando el DIH y la Convención contra el Genocidio de 1948 con su ofensiva militar en Gaza.

"La acusación infundada de que Israel no tiene derecho a defenderse es una vergüenza, y esperamos que todos los países civilizados apoyen nuestra postura", dijo Tzachi Hanegbi, jefe del Consejo de Seguridad Nacional de Israel, tras conocerse el caso en la CIJ.

No obstante, la Corte dio -parcialmente- la razón a Sudáfrica. Y es que, a pesar de que no acusó a Israel de genocidio, sí emitió medidas provisionales contra el país que lo forzaban a prevenir y castigar la incitación al genocidio, a permitir la entrada de ayuda humanitaria a Gaza y a tomar medidas efectivas para proteger a la población palestina.

Más tarde, cuando Israel amplió su ofensiva en Rafah -que servía como refugio para más de un millón de desplazados-, Sudáfrica pidió a la CIJ que ampliara las medidas. Y así fue. El 24 de mayo el tribunal ordenó a Israel "detener inmediatamente su ofensiva militar en la ciudad de Rafah". 

No obstante, la CIJ no tiene medios para hacer cumplir sus órdenes e Israel no ha cesado sus ataques.

"Está claro que Israel no acata la normativa internacional, ya ha desoído tres medidas provisionales de la Corte Internacional de Justicia, como por ejemplo modificar sus ataques según el DIH o no ingresar el sector de refugiados en Rafah", apunta Javier Ruiz, experto en derecho penal internacional y Counsel de la Defensa de la Corte Penal Internacional.

¿Estamos o no ante un caso de genocidio en Gaza? Al respecto, los expertos prefieren referirse a otro término: genocidio plausible.

"El genocidio plausible entra dentro de la categoría de probable y posible. Un genocidio es probable y posible cuando hay riesgo de que se esté ejerciendo este crimen sobre un grupo concreto y de causar un daño irreparable en su contra", asegura Ruiz.

Para hablar de un crimen de esta magnitud, los expertos también aseguran que se debe contar con el respaldo de un tribunal como la Corte Internacional de Justicia. Y es que sin pruebas definitivas sobre la intención de exterminar a un grupo, no se puede hablar de genocidio. Es decir, es muy complejo hablar sobre genocidio sin un fallo o sentencia en firme de un tribunal.

"Pero eso no significa que no se esté incurriendo en otros delitos durante esta guerra, yo veo claro que Israel está cometiendo crímenes de lesa humanidad -crímenes cometidos como parte de un ataque general o sistemático contra civiles en tiempo de paz o de guerra-", recuerda Ruiz.

Y es que la principal denuncia de organizaciones y entes internacionales en esta guerra es esa: la desprotección y matanza de civiles.

El 6 de junio, Israel mató a decenas de palestinos en una escuela gestionada por la ONU -que servía como refugio- en Nuisserat. El 1 de agosto a 15 personas en otra de Suhayea. El 3, a 17 en un colegio de Sheik Radwan. Y el 10 de ese mismo mes a más de 100 en la escuela de al-Tabin, en la ciudad de Gaza. Y estos solo son algunos de los ataques reportados por las autoridades palestinas. 

Hasta el momento, la cifra de muertos en Gaza se ubica en más de 41.000 personas. Y, en medio de esta guerra, algunos medios como 'Al Jazeera', lanzan una pregunta: ¿nos podemos imaginar cómo se ven más de 40.000 muertos?

Una persona andando a 5km/hora tardaría 12 horas en recorrer una fila con todos los muertos en Gaza

El número de muertos llenaría dos veces el estadio Madison Square Garden, en Nueva York. Y, si se amontonara a todas esas personas en una ciudad como París, llegarían desde Notre Dame hasta Versalles, es decir, 24 kilómetros.

Con tantos civiles muertos en sus casas, refugios oficiales, escuelas y hospitales, la esperanza de muchos palestinos es una línea cada vez más delgada.

Al respecto, el 15 de marzo el medio 'NPR' hizo una pregunta a la periodista palestina Khawla Al Khalidi, que trabaja para las cadenas 'Al Arabiya' y 'Palestine TV'.

"¿Qué quieres que sepa el mundo?", preguntó el medio estadounidense.

"Que hemos perdido, en efecto, nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro", respondió Al Khalidi.

Y es que, en medio de este baño de sangre, lo que quieren los palestinos es recuperar la posibilidad de tener un futuro y vivir. Vivir en paz.